Hace aproximadamente un año Behemoth anunciaban lo que parecía un último tour presentación de su exitoso The Satanist (2014 Nuclear Blast), acompañados por Abbath, Inquisition y Entombed AD. El titulado Europa Blasfemia Tour 2016 no hacía parada en España, recorriendo entre enero y febrero diversas ciudades europeas en las que la banda polaca interpretaría íntegramente su citado último disco. Lo que prometía ser el último capítulo de esta gloriosa etapa, abierta por la banda a primeros de 2014, por suerte fue prolongada meses más tarde tras el anuncio de una segunda parte de ese tour, en la que acompañados de diferentes bandas, sí incluían a Madrid y Barcelona, citas ineludibles y que a continuación intentaremos retratar.
Texto y Fotos: Rafa Diablorock.
Madrid, 26 de octubre de 2016.
Sala Riviera.
Promotora: Madness Live.
Aunque en otras fechas de esta segunda parte de la gira Behemoth se acompaña del poderoso dúo suizo Bölzer, en las citas peninsulares (en Lisboa también hubo parada de la gira justo el día antes de la fecha de Madrid) las bandas acompañantes serían los alemanes Secret of the Moon y los también polacos Mgła. Quizá respondiendo a un criterio de rotación, en la cita madrileña los primeros en subir al escenario de la magnífica sala Riviera fueron los alemanes, orden que se invertiría en Barcelona. Secrets of the Moon venían presentando su último trabajo, Sun (Lupus Lounge, 2015), en el que salvo dos temas basaron su repertorio de 50 minutos. La actuación de los alemanes fue de menos a más, tanto en asistencia de público como en su capacidad de convencerlo; mostrándose algo planos inicialmente frente a una escasa audiencia, y mejorando conforme la sala se iba llenando. Pese al loable intento de diversificar su estilo en su último disco, Hole o Dirty Black fueron sin duda los temas más planos de la actuación. Los aportes melódicos en sus creaciones resultan en vivo algo anodinos, especialmente la voz de Sg (Philipp Jonas), que queda en un registro inconcreto bastante vulgar. Con la pesada Seven Bells mejoró muchísimo su propuesta, y es que al tratar de explorar terrenos lentos e hipnóticos es cuando la banda parece tener algo realmente singular que ofrecer. El sonido adquirió mucho más relieve, entendiéndose mucho mejor el mensaje de la banda, acompañada por nada menos que V.Santura (Triptykon, Dark Fortress) al bajo. Finalmente con el agresivo Lucifer Speaks, tema que les acompaña desde hace 10 años, fue complicado no caer en sus redes, menos sofisticado pero siendo mucho mejor recibido por el público, y no porque la conocieran especialmente. Una buena actuación de una banda que esperemos sepa incidir en mayor medida en lo que el público les pide.
Unos Mgła despojados de cubrerrostro hicieron, sin llamar la atención, su propia prueba de sonido para posteriormente salir puntuales a escena con su sobria propuesta, en la que rechazan todo adorno estético a su música. Los polacos son consecuentes con su temática y mantienen esa sobriedad, centrándose en ejecutar sus creaciones con la incomodidad y limitada visibilidad de su atuendo, solventando en parte con algún truco como marcas adicionales en sus mástiles. Mgła, al contrario de lo que podría esperarse, ocuparon apenas un tercio de su actuación con cortes de su aclamado último disco, Exercises in Futility (Northern Heritage, 2015), permitiendose interpretar cortes de prácticamente toda su carrera, incluidos sus primeros Eps. No sabría decir si el público en general (expectante de un concepto de directo diametralmente opuesto en manos de Behemoth) supo disfrutar de la bella fealdad musical de estos excepcionales músicos, pero pude volver a atestiguar que a la calidad extrema de sus discos va parejo un directo absolutamente escalofriante. En esta ocasión me fascinó el espectacular virtuosismo empleado por Darkside en su perfectamente sonorizada batería; a la vista impresiona la manera en la que trata el uso de los platos, jugando con los largos riffs de la banda, a los que imprime a su antojo tensión o desenfreno con sus múltiples recursos; de un modo que jamás he visto en ningún otro batería. Apuesto a que Mgła tienen potencial de sobra para, de aquí a 5 años, liderar el black contemporáneo, pero el que sigan siendo fieles a este concepto austero de directo tiene un hándicap enorme. Sin intros pregrabadas, sin efectos de luz, sin interactuar con el público, sin apenas moverse… es difícil hacer grandes giras propias y tocar más de 50 o 60 minutos, y eso es algo fascinante que la banda tendrá que plantearse; y aquí estaremos para comprobarlo. La banda estuvo soberbia de principio a fin, su vocalista-guitarrista, M., se dejó la garganta especialmente en las finales With Hearts Toward None VI y Exercises in Futility VI, tras la cual abandonaron el escenario puño en alto. Mgła no necesitan aditivos, habla el odio a través de su escalofriante Black Metal ortodoxo, con toda la profundidad y mensaje que se pueda imaginar, y con unas guitarras amenazantes que parecían estar destinadas a rajarnos la garganta.
Y finalmente, tras 7 años sin venir a Madrid, Behemoth fueron justo lo que todos esperábamos, pero a lo bestia. A lo bestia en cuanto a sonido, cuyo volumen ya asustaba en sus pruebas, de una sala que reservó el 100% de su músculo para la banda estrella de la noche. A lo bestia en cuanto a espectáculo, si bien ya nos conocemos las maneras de la banda de los polacos, el verlos en show propio y en un escenario más cercano le dota de una teatralidad especial, y la banda luce estampa de un modo realmente atractivo, en una acertada versión restyling de los tópicos del género. Y a lo bestia en cuanto a determinación y tablas, se percibe no solo a una banda en su mejor momento en cuanto a popularidad y engrase técnico, sino en cuanto a seguridad en lo que hacen; Nergal y compañía se lo creen, y eso se contagia. Una de las consecuencias de esa confianza es interpretar de principio a fin The Satanist, un disco del que ya habíamos escuchado temas en excelentes versiones en directo, pero que de manera íntegra sorprende por lo magníficamente bien que llega a funcionar. Desde Blow Your Trumpets Gabriel y su previo ritual con fuego, hasta O Father O Satan O Sun portando máscaras es imposible no mantener la boca abierta. En cuanto a Nergal, no sé si es correcto atribuirle el papel de showman, ¿un frontman de un estilo como este puede ser un showman? Lo cierto es que él lo es, con una presencia apabullante, sin parar de moverse, dedicando gestos sin parar… un absoluto animal escénico que con diferentes maquillajes y atuendos acapara todas las miradas. Behemoth repartieron hostias ayer en Madrid, en todos los sentidos, y me es difícil encontrar un solo punto negativo a una actuación memorable. Tras The Satanist como gran protagonista, se sumaron otros 6 palitrocazos del tamaño de Conquer All o Chant for Eschaton 2000, con la que pusieron el broche a un extraordinario concierto de 85 minutos que se hizo breve; ¡Ese! Ese es el único punto negativo que puedo encontrar.
