Black Sabbath
Sábado 4 de Febrero 2017.
Genting Arena, Birmingham
**Último concierto de la gira «The End»**
Artista invitado: Rival Sons

Crónica por Txiki Kilmister.
Fotos cedidas por la banda (Ross Halfin, Yvette Uhlmann)


Birmingham, 4 de febrero de 2017, esa era la fecha en que Black Sabbath decidía poner punto y final a medio siglo de historia viva de la música. Creadores no sólo de un estilo de música sino de una forma de vida, la legendaria formación británica decidía poner punto y final (?) a su existencia, en su casa y delante de su gente. Lo vivido aquel sábado desde luego que será una noche inolvidable, perenne en la memoria de todos y cada uno de los asistentes, venidos de todas las partes del mundo para abarrotar el inmenso Genting Arena de la ciudad inglesa.


Abrían la velada los californianos Rival Sons con su mezcla de hard rock y blues setentero. Aunque voluntariosos y sobrios en sus formas no consiguieron conectar con el público presente, más preocupado de atiborrarse de pintas y encontrar una buena ubicación para ver el show de Black Sabbath que de lo que ocurría en el escenario. Y es que seguramente tener la responsabilidad de abrir para unas leyendas en una noche tan especial no debe de ser una experiencia nada gratificante. La palabra teloneros nunca ha estado más bien empleada que en este caso. Sin pena ni gloria.

A las 20:40 estallaba la tormenta en Birmingham, se apagaban las luces y el largo telón morado caía al suelo, cuatro oscuras figuras aparecían sobre el escenario de aquel sábado negro, mientras sonaban los primeros acordes de ese tritonio prohibido que inicia Black Sabbath. La última misa negra daba comienzo. Enormes llamaradas emergían a ambos lados del escenario, el cual emanaba un sonido espectacular, algo que fue la tónica de todo el concierto, y con un Ozzy descomunal a la voz. Casi sin parar arrancaban con la mítica Faireis Wear Boots y el éxtasis total llegaba con las siguientes Under The Sun, After Forever e Into The Void, un triplete de lujo que mostraba el poder de la impresionante discografía de Black Sabbath.

Tocaba volver a poner patas arriba el recinto con Snowblind y las sirenas nos avisaban que War Pigs sería la siguiente en caer, interpretada una vez más de manera magistral mientras las llamaradas de fuego volvían a alzarse. A estas alturas el público estaba ya totalmente entregado al aquelarre y aparte de cantar todas y cada una de las frases no eran pocos los rostros en los que se apreciaban lágrimas de emoción. Behind the Wall Of Sleep se fundía a la perfección con N.I.B con esos acordes de bajo del maestro Geezer Butler que sirven como introducción. A todo esto Tony Iommi imponente y elegante, como siempre, nos seguía dando una lección de riffs. La sorprendente Hand of Doom nos indicaba el ecuador del show y que era el tiempo para que Ozzy tomase un merecido descanso con un medley instrumental formado por Supernaut, Sabbath Bloody Sabbath, Megalomania y Rat Salad, terminando en un eterno sólo de batería de Tommy Cufletos, posiblemente este fue el momento en que más echamos en falta al eterno Bill Ward. Con las pilas bien cargadas era el momento de afrontar Iron Man mientras una enorme línea de fuego recorría de lado a lado el tablado.

Dirty Women con la consiguiente dedicatoria del tema de Ozzy hacia Tony Iommi sería la siguiente, antes que una enorme lluvia de balones gigantes morados y negros convirtiesen en una fiesta la noche de Birmingham mientras sonaban a todo volumen las enormes cabalgadas de Children of the Grave. Pero el show no había terminado, tras un breve retiro del escenario de la banda y al grito de “one more song” Black Sabbath volvía a escena para poner el punto final con Paranoid, mientras miles de confetis con la leyenda del grupo caían sobre los asistentes, los cuales estaban fielmente entregados a los acordes de una de las canciones mas míticas de la historia. Con un «The End» gigante en la enorme pantalla del escenario, pirotecnia y con la banda saludando se ponía punto y final a dos horas de un memorable concierto que todos los allí presentes guardaremos en nuestra memoria.

Puede que esa gélida noche de febrero en Birmingham sea la última vez que veamos a Black Sabbath sobre un escenario, o quizás no, nunca digas nunca en este negocio del rock n roll, pero lo que es seguro es que el mundo será un lugar más triste, oscuro y solitario sin Black Sabbath.


Setlist: