Ya casi han pasado dos años desde la publicación del excelente Burro y ahora Oscar Avendaño regresa a la primera línea. En la medida en que su ocupación como bajista en Siniestro Total se lo permite se va forjando una muy brillante carrera en solitario. Y en esta ocasión apuesta fuerte. Si en su anterior aventura se apoyaba en Reposado con la colaboración de Hendrik Röver en varias canciones, esta vez se rodea directamente de Los Míticos GT´s, la sección rítmica de Röver cuando éste toca en solitario. Además, el líder de Los Deltonos aporta guitarra, dobro y coros, encargándose también de las labores de mezcla y producción.

El disco se presenta en forma de EP, con cinco temas en el formato CD y 6 en el formato vinilo 10”. En muchas ocasiones un EP se considera una obra de transición o un pequeño divertimento, pero en este caso hablamos de algo que va mucho mas allá de eso. Es un disco corto pero no por ello anecdótico. De hecho es un gran trabajo cuya única pega es precisamente esa, que es muy corto. Pero bueno, echaremos mano del refranero y nos aferraremos a aquello de que lo bueno, si breve, dos veces bueno. La grabación se realizó a la antigua usanza en los cántabros estudios Guitar Town. Nada de lujosas producciones o largos enclaustramientos en la sala de grabación. Desplazamiento de Avendaño hasta el lugar, ensayo de los temas con los músicos y…bum!!!! como si de una de esas sesiones de blues o de jazz de décadas atrás se tratara, cinco temas en una tarde. Sin artificios, sobreproducciones o rebuscados arreglos. Solo rock americano de toda la vida del que evoca largas carreteras, polvorientos desiertos o bares en los que el tiempo se paró el día en que falleció Gram Parsons.

De los seis temas, cuatro son composiciones propias, que se complementan con dos versiones, una de Killed By Death de Motörhead y otra de No Expectations de los Stones. El disco se abre con la vibrante Como un ñu, en donde Los Míticos GT´s demuestran porque son una total garantía y continúa con Afróntalo, macho, puro country rock de primera. El Killed By Death sorprende porque no parece encajar a priori, pero Oscar le da la vuelta a la canción y ofrece su propia visión, alejada de la original pero con la brillantez suficiente para que cualquier fan de Lemmy con la mente abierta aprecie su calidad.

La cara B se abre con Los que antes cantaban, que podría imaginar perfectamente sonando en una de esas películas de corazones rotos, bares sucios y sueños destruidos. Mi tema favorito, por cierto. El Rey Muerto, con esa batería casi entre el swing y el jazz es otra de esas canciones redondas con ritmo y melodía que hacen que empieces a mover el pie sin darte cuenta y ya no puedas parar. Para el final Avendaño deja No Expectations, grabado en su casa y que solo figura en la edición vinilo. En esa ocasión, él se lo guisa y él se lo come, con su guitarra y su armónica, en una versión a medio camino entre el folk y el country rock que representa un cojonudo cierre de disco.

Un gran trabajo, con un artwork muy trabajado (a veces no valoramos lo suficiente este aspecto), y que suena muy tradicional pero a la vez fresco, contribuyendo a derribar tópicos acerca del rock americano y de cantar en castellano. Aquí no hay un palabra de inglés pero hay más sentimiento y autenticidad que muchos álbumes made in USA. No lo dudéis y dadle una escucha. En mi humilde opinión, estamos ante uno de esos discos que figurarán entre lo mejor de este 2017.


https://losprofesionales.bandcamp.com/