THE DECIMATION OF EUROPE TOUR : Decapitated, Aborted, Fleshgod Apocalypse, Cyanide Serenity y Archspire.
Plateruena (Durango) – Bizkaia. 9 Diciembre 2011.
Noche no apta para cardiacos la que se celebraba en la sala Plateruena de Durango, donde algunas de las bandas más granadas del death metal actual arribaban en la localidad vizcaína capitaneadas por Decapitated yAborted, dos pesos pesados del género. Con menos de media entrada (alrededor de 150 personas) y siguiendo el horario de programación como un reloj, la carnicería se destó sobre los pocos pero aguerridos fans del metal más extremo.
Abrieron la velada los canadienses Archspire, que en el poco tiempo que estuvieron sobre las tablas dejaron un muy buen sabor de boca de la mano de una propuesta que bebe de las fuentes del death metal más técnico. Ya sabéis, guitarras sobaqueras y una técnica pasmosa, especialmente la de una sección rítmica capaz de soltarte todos los empastes. Sinceramente no les conocía, pero tras llegar a casa y escuchar su reciente debut All Shall Align (2011, Trendkill Records), no puedo sino recomendar fervientemente el ponerle un ojo a estos tíos. Eso si, me sigo preguntando la razón del oso de peluche empalado en el mástil del descomunal instrumento de 6 cuerdas de su bajista. Satán sabrá…
Los siguientes en liza eran los británicos Cyanide Serenity, defendiendo su EP debut Consume Me (autoeditado) en el que despliegan un sonido a caballo entre el hardcore y el death metal. A pesar de ya se habían batido el cuero teloneando a Iron Maiden en la India, esta gira suponía su gran prueba de fuego frente a un público más afín a sus coordenadas estilísticas. Y la verdad es que a servidor le aburrieron bastante con una propuesta que caía en el peor de los defectos del hardcore (la monotonía) pero sin ninguna de sus virtudes (intensidad y pegada). No les quito un saber hacer nada desdeñable para unos recién llegados, así como una técnica que es marca de la casa de todas las nuevas bandas, pero en el cómputo global hicieron un show muy plano y que nos dejó a casi todos bastante fríos.
Tras Cyanide Serenity le tocaba el turno a una de las bandas que más está dando que hablar actualmente, y más con la edición del soberbio Agony (2011, Nuclear Blast). Hablo de los italianos Fleshgod Apocalypse y su arriesgada propuesta que aúna el death metal técnico con la grandilocuencia de la música sinfónica. Evidentemente su sonido provoca ulceraciones entre el público más ortodoxo, pero por lo visto en Plateruena las nuevas generaciones lo abrazaba con el mayor de los entusiasmos. Algo que Fleshgod Apocalypse devolvieron dando un conciertazo monumental, preciso como la mano de un cirujano y contundente como la carga de un troll de las cavernas. El batería Francesco Paoli se reivindicó como uno de los mejores baterías que a día de hoy operan en el death metal, y de su mano fueron disparándose uno detrás de otros temazos de la talla de The Violation y The Hipocrisy, que hicieron las delicias del público más joven (y de un servidor que no lo es tanto). Uno de mis grandes miedos era cómo iban a llevar al directo su lado sinfónico, en especial las voces operísticas de Paolo Rossi, dudas que quedaron despejadas al constatar que este señor posee una voz privilegiada, por encima de arreglos de estudio. Resumiendo, un concierto casi de 10 (tenían un tiempo limitado que me dejó con sabor a poco) de una de las bandas llamadas a salir del guetto del extremismo metálico.
Con la sala ya caliente salieron a escena Aborted, probablemente la banda más deseada entre el público y uno de los popes dentro del Brutal Death. Sabedores de ello los belgas se cascaron un show a la altura de su título nobiliario, convirtiéndose en una auténtica apisonadora de cerebros, y sin piedad repasaron todos sus grandes y sangrientos éxitos sobre nuestros temblorosos cuerpos, a la par que nos adelantaron pinceladas (el single Global Flatline) de su inminente nuevo disco para Century Media. Actuando como una máquina de relojería pero sin perder ni un ápice de actitud, demostraron el por qué de sus galones así como una energía envidiable, especialmente encarnada en la figura de su vocalista Svencho y en la de esos dos carniceros metidos a guitarristas, Eran Segal y Michael Wilson (de reciente inclusión en el grupo). Al acabar el concierto, todos a la barra a recuperar el resuello y prepararse para la traca final.
El cierre lo ponían los cabezas de cartel Decapitated, que venían presentando su flojo último disco Carnival Is Forever(2011, Nuclear Blast). A pesar de que discos como Winds Of Creation (2000, Wicked World Records) se encuentran entre mis favoritos dentro del Death Metal de corte técnico, he de reconocer que el cuarteto polaco lleva unos cuantos años a la deriva, de la mano de discos que sin ser malos no llegan a la altura del nombre que estos señores se han granjeado. Algo que me temo se ha trasladado a sus directos, pues si bien vimos a una maquinaria bien engrasada y técnicamente impecable, le faltó esa chispa que la pusiera a andar y aplastarnos como antaño. No voy a negar que cuando sonó Spheres Of Madness no se me escapara una lagrimita acompañada de una ligera erección, pero en el global se me quedó una ligera sensación de decepción.
En total casi cuatro horas de disfrute malsano de los que me llevé una grata sorpresa (Archspire), la confirmación de mis esperanzas (Fleshgod Apocalypse) y la constatación de que al menos en el death metal, los más fuertes mandan (Aborted). Menos dan en la cola del paro.
Crónica y fotos invocadas por Cthulhu