ESCRITO POR O-REN ISHII.

The Arctic Monkeys - Suck It And See (2011)

Tracklist:

1.- She’s Thunderstorms.
2.- Black Treacle.
3.- Brick By Brick.
4.- The Hellcat Spangled Shalalala.
5.- Don’t Sit Down ‘Cause I’ve Moved Your Chair.
6.- Library Pictures.
7.- All My Own Stunts.
8.- Reckless Serenade.
9.- Piledriver Waltz.
10.- Love Is A Laserquest.
11.- Suck It And See.
12.- That’s Where You’re Wrong.

Sello discográfico: Domino.
Productor: James Ford.


La primera vez que escuché a los Arctic Monkeys fue mientras zapeaba por los canales de música y me detuve en MTV Rock. En la imagen aparecían los típicos chavales de instituto: camiseta y vaqueros, sin tatuajes, sin melena, ni corte de pelo “emo”… De hecho su “normalidad” los hacía parecer casi unos “nerds”. Acorde con la estética del grupo, el vídeoclip tampoco tenía nada especial: chicos tocando en un local vacío y tirando a oscuro, en el que el único fondo son los raíles de las cámaras que los graban y algunos tipos sentados sobre cajas con pinta de estar deseando de que llegue la toma buena para recoger y pirarse. Esperé a que terminara el vídeo, en principio por pura curiosidad: el rótulo de la pantalla indicaba “Arctic Monkeys. I bet you look good on the dancefloor”.

No recuerdo el año exactamente en el que estos chavalucos se cruzaron en el camino de mi mando a distancia, lo que sí recuerdo es que el resto de vídeos de nuevos grupos de esa época eran la otra cara de la moneda. “30 Seconds to Mars” con sus superproducciones en las que Jared Letto dejaba claro que su carrera como actor la podrá retomar en cualquier momento, ¡si no había sido Aragorn en el Señor de los Anillos es porque no había querido, copón! “My Chemical Romance” por su parte se apuntaba al estilo gótico en sus atuendos y vídeos. “Tokio Hotel” recuperaba el fenómeno fan con una estética variopinta entre sus componentes, en el que la estrella era sin duda el cantante, con un look que me atrevería a definir como “neoglam”, que inexplicablemente para mí, al igual que en los 80 volvía a causar furor entre las féminas…¡Ah! También recuerdo que entonces ponían también los primeros vídeos de “Biffy Clyro”, en los que sus seña de identidad era ir sin camiseta, llenos de tatuajes y sudando a chorros: supongo que su intención era buscar acentuar el carácter rockero del grupo, pero a mí me hizo cogerles cierta manía, porque, no sé si será que me estoy haciendo mayor, me parecían una panda de guarros berrones…

En todo caso, si bien ese vídeo de “Arctic Monkeys” a priori no tenía nada que lo hiciera memorable, sí que resultaba impactante, y es que estos “nerds” tocaban realmente bien un tema que, si cerrabas los ojos y te imaginabas que en lugar de Alex Turner cantaba un tipo con cresta verde, camiseta de los “Sex Pistols” toda rota y un montón de piercings y tatuajes, se podría clasificar como punk. De hecho, revisando la biografía del grupo en la Wikipedia los clasifica como parte de la escena “post punk revival”.

La verdad, es que hasta que no salió su tercer disco (“Humbug”) no les volví a hacer mucho caso, pero el aval de contar en la producción con Josh Homme y Alain Johannes como ingeniero de sonido, sirvió de reclamo para darle una oportunidad (había escuchado el single, “Crying Ligthing”, también a través de los vídeos de la MTV, pero sin hacerle mucho aprecio) y responder a la pregunta que plantean en su EP “Who the fuck are the Arctic Monkeys?”.

Fue a partir de la escucha de “Humbug” cuando me hice fan declarada de “Arctic Monkeys” y profundicé en su discografía. A día de hoy, aún después de la publicación de su último trabajo (“Suck it and see”), este continúa siendo mi disco favorito del grupo, ya que les hace dignos herederos de “Queens of the Stone Age”.

Si por primeros trabajos (“Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not” y “Favourite Worst Nightmare”) se consideraba su estilo cercano al punk, el tercero los acercaba más hacia el “stoner”, y ciertamente, después de escuchar el primer single de “Suck it and see” (“Don´t sit down cause I´ve moved your chair”) mis perspectivas para este nuevo disco iban también en esta línea; tal vez por eso la primera escucha resultó algo decepcionante. Josh Homme y Alain Johannes esta vez no habían podido participar en la grabación por problemas de agenda, así que pensé: “a estos nerds no se les puede dejar solos…con lo bueno que era el single…”

Sin embargo, como buenos alumnos de Homme, al igual que sucede con “Era vulgaris”, con “Suck it and see” has de profundizar a través de las escuchas en el disco para llegar a descubrirlo a conciencia.

Los temas del disco parecen ordenados siguiendo un movimiento pendular que oscila entre el british pop más puro de“She´s thunderstorms”, “The Hellcat Splanged Shalalala” o “Suck it and see” y la oscuridad stoner de “All my stunts” y  “Don´t sit down cause I´ve moved your chair”, sin negarle guiños a sus primeros trabajos en “Library pictures”.

Sin duda se trata de un nuevo paso hacia adelante en la evolución del grupo, que si bien comenzó con la energía y el desenfado de sus canciones como seña de identidad,  se dirigen a terrenos más intimistas y complejos a medida que avanzan en su carrera.

Mientras el resto de grupos coetáneos de Arctic Monkeys que citaba al principio ya han agotado sus recursos musicales y siguen buscando mantenerse en el candelero a través de variantes en su fórmula estética, mis adorados chavalucos van madurando y dando forma a un estilo propio dentro del panorama del rock. Si bien en sus comienzos resultaba sorprendente que un grupo así tuviera semejante apoyo por parte de la industria musical, “Suck it and see” ha probado que a veces también sabe reconocer auténtico talento.

Crítica escrita por: O-Ren Ishii