ESCRITO POR CRISPITER.
Sello: Roadrunner
Producción: Mikael Akerfeldt/Jens Borgen
Mezcla: Steven Wilson (Porcupine Tree)

Heritage

01. Heritage
02. The Devil’s Orchard
03. I Feel The Dark
04. Slither
05. Nepenthe
06. Haxprocess
07. Famine
08. The Lines In My Hand
09. Folklore
10. Marrow Of The Earth

 


Cuando dos genios del rock actual como son Steven Wilson (Porcupine Tree) y Mikael Akerfeldt se unen, es evidente que el talento va llenar nuestros oídos por un buen rato. Criticados por los seguidores de un rock más directo y explosivo, el “rock de conservatorio” sigue maravillando a los amantes de las cosas bien trabajadas. Tanto el nombre del disco, “Heritage” (herencia), como la portada del mismo están cuidadosamente escogidos para reflejar perfectamente lo que nos encontraremos: un tributo a las raíces del rock progresivo, a la herencia que nos dejaron los grandes estandartes de los setenta. Un tremendo “gracias y va por ustedes” para aquellos que nos han traído a dónde, musicalmente hablando, nos encontramos ahora mismo nosotros y vosotros que leéis DiabloRock.com. En cada acorde, en cada riff, en cada puente, en cada arreglo, se destila la esencia de Deep Purple, King Crimson, Pink Floyd, Led Zeppelin,…

Ya el comienzo del disco nos deja entrever que nos vamos a encontrar con la faceta más sensible del señorAkerfeldt, y que poco va a tener que ver con “Deliverance” o “Ghost Reveries”. Sin duda alguna, el mejor corte del disco es la monumental “The Devil’s Orchad”. Crudo, orgánico, puro, stoner, progresivo,… Riffs complejos, pero rockeros; virtuosismo controlado; innovación rindiendo tributo a los clásicos.

Todo ello se hace ya notorio desde el segundo tema, pero se transmite a lo largo de “Heritage”, sin ningún tipo de complejos o negación. Otros grandes momentos del último trabajo de los suecos los encontramos en los descarados arreglos de flauta, junto con un riff pesado y oscuro a lo Sabbath, en “Famine” que te transportan a un lugar lejano, infernal, y desierto, y crees que en cualquier momento se te va a aparecer un gigante carmesí, seguramente monarca de algún reino en llamas, pidiendo por tu alma. El cambio de tercio a mitad del tema con el que nos deleitan en “Folklore” es otro pasaje estrella de “Heritage”. “I Feel the Dark” y “Haxprocess” son más cercana a los derroteros de “Damnation”, con muchos momentos donde las líneas principales son totalmente acústicas, ricas, dulces, llenas de matices, con acordes coloristas y muy pensados, oscuros y cambiantes. Sin embargo, en algunos momentos el disco puede resultar algo tedioso mientras van desarrollándose arreglos sin fin, como en “Nepenthe” o “The Lines in my Hand”, quizás los cortes algo más bajos, o, por decirlo de alguna forma, anodinos.

Quizás una decepción para los que buscaban el tercio más metalero de Akerfeldt, para aquellos que ya criticaron “Damnation”, que tendrán que esperarse a lo próximo de Bloodbath. También sabemos que el disco, sonando a rock progresivo de los setenta, será denostado por adolecer de la frescura que daba el innovar en aquellos años. También dirán que el rock no hay que pensarlo tanto, y que debe ser espontáneo. Mientras ellos dicen todo esto,Opeth seguirán recabando ventas y éxitos. Porque una cosa está clara, y es que los suecos tienen un pléyade de seguidores cada vez más concurrida, y son considerados casi dioses en países como el Reino Unido.

Mikael Akerfeldt da una vuelta de tuerca más a lo que ya hicieron en “Damnation”, con un trabajo muy progresivo y clásico, pero sobre todo agradecido. No será el disco definitivo de Opeth, pero nos dará muy buenos ratos de escuchar buena música.

 Puntuación: 7/10

Crítica escrita por: Crispiter