Qué poco estamos acostumbrados en este país a que los festivales con sonidos más rockeros y duros se realicen con tanto mimo y cariño, cómo ha sido el caso de esta primera y exitosa edición del be prog! my friend, organizada por la promotora Madness live. Su fruto: confirmación de una segunda edición para el próximo año 2015, y ni cortos ni perezosos, cómo no podía ser menos, con dos bandas ya confirmadas, Riverside e Ihsahn. Unas 2600 personas se congregaron en la plaza mayor del Poble espanyol de Barcelona, un lugar ideal para la realización de este tipo de eventos. |
BE PROG… MY FRIEND! Poble Espanyol. Barcelona. 12 de Julio 2014
Los ingleses Antimatter tuvieron la (siempre) difícil papeleta de abrir la tanda de conciertos. Con el sol todavía en plenitud, no era la hora ideal para presenciar su prog rock ambiental. Cumplieron con creces con un show de menos a más y que se hizo demasiado corto. Destacaron los temas Paranova y Monochrome de su hasta ahora último disco,Fear of a Unique Identity (2012).
Tesseract fueron los siguientes en saltar a escena. Honestamente pienso que se merecían estar más arriba en el cartel, más aún después de las últimas giras exitosas tanto por Usa como por Europa, presentando su impresionante Altered State (2013). La banda inglesa llegaba a Barcelona con un importante cambio. Su hasta ahora vocalista dejaba la banda hace apenas unas semanas, siendo reemplazado por el anterior cantante y miembro fundador, Daniel Tompkins. Pese a todo, la banda instrumentalmente sonó muy potente, mostrando en todo su esplendor su metal-prog matemático, y todo ello a pesar de que cómo reconoció la organización, tuvieron un error en el cálculo de los decibelios permitidos, y ello perjudicó a algunos grupos, sonando más bajo de lo normal. No será de extrañar que en un futuro veamos a Tesseract muy arriba en los carteles de los festivales más importantes.
Tras la buenas sensaciones con Tesseract, el turno era para los franceses Alcest. Continuaron los problemas con el sonido bajo. Pese a todo el mayor hándicap a los que se enfrentaron, volvió a ser el mismo que con antimatter, el límite de tiempo de los shows para este tipo de música y bandas. Se hacen muy cortos. Pese a todo, pudimos escuchar y disfrutar de grandes canciones como Percées de lumière o la hipnótica Délivrance.
Era ya la hora para la tríada de cabezas de cartel. Fish fue el primero en tocar. Era la rara avis del día, pero para nada estaba solo, ya que numerosísimas camisetas tanto de Fish y de Marillion campaban por el recinto. La explanada principal del recinto presentaba un aspecto inmejorable, y la gente disfrutó e interactuó en todo momento. Después de los sonidos más pesados, fue de agradecer este prog fresco y de menor intensidad, así cómo la puesta en escena del propio Fish, con esos movimientos y gestos que ya son difíciles de ver hoy en día dónde todo está estudiado. La interpretación del mega hit single de Marillion, Script for a Jester’s tea y el final con un popurrí de temas, contentaron a la mayoría de los asistentes.
Anathema no se anduvieron por las ramas y salieron a por todas, entregadísimos desde el primer momento hasta el último, con un bis improvisado fuera de su tiempo estipulado. De agradecer este detalle. Como viene siendo habitual, el repertorio se basó en sus últimos discos, incluyendo dos nuevos temas de su reciente Distant Satellites (2014). Con el mejor sonido del festival, junto a Opeth, se metieron al público en el bolsillo, no parando de animar y recordando que éste era para ellos el evento más importante del verano. También fue raro ver que el teclista (aunque multi-instrumentista) Daniel Cardoso estuviese aporreando y de qué manera la batería, relegando a John Douglas a la tarea de percusionista. Realmente consiguieron dotarle de mucha más fuerza a los temas de lo que son en disco. Momentos memorables, los vividos con la interpretación de la robótica Closer, la íntima A natural Disaster y la ya todo una clásica A simple mistake.
Con Opeth asistimos al otro punto álgido del día. Con un crecimiento espectacular en los últimos tres-cuatro años, y una discografía inmaculada, pueden mirar de tú a tú a las bandas punteras del género (metal, prog, death). Cómo vienen haciendo en los festivales europeos de esta primavera-verano, optaron por un greatest hits, con los temas más representativos de su carrera. Desde el últimísimo Devil’s orchard del Heritage para arrancar, pasando por la emocionante balada Hopes leaves, la inmensa delivarence o Blackwater park para finalizar. Resulta increíble la habilidad de esta banda para conjugar pasajes calmosos e íntimas melodías con partes realmente duras y furiosas. Ahí radica su éxito. Con un sonido tan nítido y potente como pocas veces he podido escuchar en un festival al aire libre, ayudó aún más si cabe, a que Opeth reinaran por todo lo alto en esta primera edición del festival. Sólo queda esperar ahora a la publicación en breve de su nuevo disco, Pale comunión.
El papel para cerrar el festival le tocó a los suecos Pain of Salvation. Si a primera hora con todo el sol y calor es complicado arrancar, hacerlo al final y después de la apoteósis de Opeth todavía tiene más mérito. Si no era eso suficiente, hubo que añadirle que tuvieron los mayores problemas de sonido del día. Pese a todo, la banda salió con muchas ganas entregándose al 100% y nos regalaron buenas interpretaciones de sus fantásticos temas, como fue el caso de Chain Sling o People Passing By. Calidad les sobra.
Y así se cerró la primera edición del Be prog! my friend. Las opiniones de los asistentes fueron unánimes en cuánto a la calidad organizativa y la calidad de todas las bandas del cartel. Esperamos con impaciencia al cartel del 2015, que ya se anuncia que será, incluso, más ambicioso que el de esta edición. Felicitaciones, Madness Live.