Escrito por: PerryGoRound
7 años después de “Songs from the Sparkle Room”, Def Leppard regresan con un nuevo álbum de estudio, titulado con el mismo nombre de la banda “Def Leppard”. Cuando una banda que tiene una trayectoria de 35 años titula a su nueva obra de estudio con el nombre del grupo, siempre suena a un intento de auto-reivindación. Bien sea porque han tomado una nueva dirección y quieren dejar claro que siguen siendo la misma banda –y no es este el caso- o bien porque pretenden reivindicar su legado y todo lo que ese nombre ha significado en el pasado. Recordar al público que siguen siendo los mismos. Con “Def Leppard” nos encontramos en el segundo escenario. Conscientes de que a estas alturas no van a ganar nuevos fans, la banda más famosa de Sheffield han optado por intentar satisfacer a sus seguidores de siempre ofreciendo un disco que sigue la línea que tanto éxito les reportó a mediados de los ochenta.
Nos encontramos por tanto ante un disco de producción cuidadísima hasta el milímetro, en el que todo suena donde tiene que sonar y como tiene que sonar. Limpio, cristalino y prístino cuando es necesario, y con los cambios de ritmo oportunos en los momentos precisos, con la suciedad justa cuando hay que parecer arrastrado, pero sin dejar de estar cuidado hasta la perfección. Def Leppard fueron los pioneros en comprarse unos vaqueros recién sacados de la tienda más cara de la ciudad, y romperlos en los sitios oportunos. No hay nada más cool que estar forrado e ir de tirado. Su música era igual. Parecían una banda de Heavy Metal, pero apta para las que eran quinceañeras en los 80s. Si en pleno 2015, alguna de ellas quiere rememorar los días en que pasaba la edad del pavo, este disco se lo pone fácil. En “Def leppard” encontrarán lo mismo que escuchaban en 1983 o 1987. De hecho, el disco empieza fuerte, con un auto-plagio de su tema más famoso. “Let´s Go”, que así se llama el tema de apertura, no es más que un plagio descaradísimo de “Pour Some Sugar on Me”. Pero con menos gracia, claro. Y no es una queja. Estamos hablando de una canción que en su versión original estaba en la perfección. Esta se queda en el aprobado, pero al menos vamos a agradecerles la intención de repetir lo mejor de sí mismos. Sigue la paradójicamente inofensiva, pero bastante buena, “Dangerous”. Aunque también plagia otro de sus grandes hits, en este caso “Animal”, me parece más lograda y se acerca mucho más al nivel de la original. Como no todo van a ser autoplagios, también encontramos algunos plagios ajenos. La tercera, “Man Enough”, un tema funk con una línea de bajo muy potente y buen groove, no deja de ser Def Leppard reinterpretando el clásico de Queen “Another one bites the dust”. Como buen grupo británico de los 80s, no pueden pasar por alto un “homenaje” a Led Zeppelin. Lo encontrareis en el noveno corte, “Battle of my Own”. También un puñado de temas rockero-festivos, como “Invincible”, “Sea of Love” con sus coros a lo góspel, la divertida “Broke ‘n’ brokenhearted”, el ligero toque punk de “All time high” o “Forever Young”. Tampoco podrían faltar un par de baladas, en este caso “We Belong” y la acústica “Last Dance”. Para rematar el pastel tenemos un tema con toques de A.O.R. y ritmos sintéticos titulado “Energized” y un par de medios tiempos con aires épicos para cerrar: “Wings of an Angel” y “Blind Faith”.
Queda claro que Def Leppard no pretenden engañar a nadie y el propio título es una declaración de intenciones. “Def Leppard” parece un disco sincero porque, a pesar de los autoplagios y la extra-producción, o tal vez precisamente por ellos, suena a Def Leppard desde el primer al útimo segundo. Que esto ya lo han hecho antes, pues sí. Que además lo han hecho mucho mejor, pues también. Pero que si siempre te han gustado Def Leppard vas a disfrutarlo y te va a arrancar una sonrisa cómplice, o incluso alegrar el día, pues casi seguro que también.
Crítica por: PerryGoRound