Escrito por Jaime Taboada.

“You wanted The Best and You got it. The hottest band in the world……KISS!!!!!!!”

Con esta frase, que funciona como contundente declaración de principios, comienza uno de esos discos que son ya historia del rock y cuyo valor trasciende lo puramente musical ya que el tiempo lo ha convertido en algo mas que un disco. Hablamos de una leyenda, de un mito. De un referente, podríamos decir.

KISS en 1975, fecha de publicación de este Alive!, no era una banda masiva, como eran por aquel entonces Aerosmith, Zeppelin o los Stones. Desde la refundación de Wicked Lester (el embrión de la leyenda) y la adopción del nombre de KISS, habían publicado la friolera de 3 albumes de estudio en un periodo de poco mas de un año. Y no habían parado de tocar en directo. Tíos trabajadores, sin duda.

Cuesta creerlo pero ni el disco debut, ni Hotter than Hell ni Dressed to Kill, habían triunfado en las listas de ventas (algo que se tenía muy en cuenta en la época). Y digo que cuesta creerlo porque si echamos la vista atrás, es difícil comprender como temazos como Deuce, Rock Bottom, Let me go, rock´n´roll o Nothing to Lose, no hicieran que esos discos vendieran millones y fueron multiplatino. Pero no lograron tal cosa. Y en esa situación llegaban Simmons, Stanley y compañía a 1975. Una base de fans creciente, pero aún no multitudinaria y unas ventas que se podían considerar aceptables, pero en ningún caso espectaculares.

Pero Gene Simmons y Paul Stanley, que habían formado la banda para triunfar en el mundo del rock, no se iban a rendir tan fácilmente. De acuerdo con su manáger Bill Aucoin y con Neil Bogart, el jefazo de la compañía discográfica Casablanca Records, decidieron apostar por su mejor activo, su directo.

En directo, no eran KISS una banda más de hard rock. Eran muy diferentes al resto. Se podría decir que eran una banda glam ya que iban maquillados, pero lo suyo no era tanto la ambigüedad sexual de Bowie o Marc Bolan, ni, por otra parte, el horror show del super popular Alice Cooper. Ellos aspiraban a fusionar rock´n´roll y el universo de Marvel Comics. Y lo estaban consiguiendo. Si bien las ventas de sus discos, no eran espectaculares, sus conciertos atraían cada vez a mas público, gracias a la espectacularidad de unos shows muy visuales y teatrales.

Por ello, en 1975, se decide la grabación de un disco en directo, que serviría de definitiva lanzadera de la banda al Olimpo de las rock stars, o de certificado de defunción en caso de hipotético fracaso.

Era difícil la tarea, sin embargo de mostrar en un disco, la fuerza de unos shows cuya espectacularidad era, en gran medida, visual. Pero, con la seguridad del que tiene confianza en si mismo, se pusieron manos a la obra, de la mano del ingeniero de sonido Eddie Kramer, que ejercería de productor para la ocasión. Enfrentarse a una grabación en directo suponía un reto que necesitaba de una meticulosa planificación, por lo que la banda decidió, que la base de su Alive! sería un concierto en el Cobo Hall de Detroit (la ciudad que posteriormente inspiraría su himno Detroit Rock City). Posteriormente Kramer, para mayor seguridad, decidió grabar tambien conciertos en Cleveland, Iowa y New Jersey. Así habría material donde elegir a la hora de publicar el disco.

Y llegó el gran día. La prueba de fuego. El día 10 de septiembre de 1975, llega a las estanterías de todas las tiendas de discos de EEUU un disco doble en directo, titulado Alive! Y en la portada, aparecían 4 músicos maquillados, calzados en kilométricas plataformas, enfundados en unas vestimentas “flashy” y con humo de fondo envolviendo el logo de la banda. La banda eran KISS y la portada había sido capaz de captar la esencia de lo que eran su shows en aquel momento. Muy inteligentemente, la contraportada mostraba la otra cara de sus conciertos, sus fans. La ya mítica fotografía de dos fans sosteniendo una pancarta de KISS con un abarrotado Cobo Hall de fondo daba la sensación de ser una banda de masas que eran capaces de abarrotar grandes recintos. Todo un acierto el artwork de portada, que se complementaba con excelente trabajo en la carpeta interior con fotos de nuestros protagonistas que conseguían, dentro de lo posible, plasmar el poderío visual del directo del grupo en unas muy bien elegidas fotografías. Y si a nivel de imagen el trabajo era excelente, que podemos decir de lo realmente importante en una obra de estas características, las canciones? Pues canela en rama, amigos.

La frase que encabeza este texto, daba lugar a Deuce y Strutter (ambas pertenecientes al disco de debut) que ya dejaban claro lo que era un concierto de la gira de Dressed to Kill. La exhibición de una maquinaria perfectamente engrasada que ofrecía a sus fans las canciones de su hasta entonces corta discografía, pero en versiones vitaminadas y musculadas. Solo hay que comparar las mencionadas Deuce y Strutter en directo con sus respectivas versiones de estudio. Es como quitarse un tapón de cera de nuestros oídos. De repente vemos que el repertorio KISS goza de una nueva vida gracias al poderío que la banda muestra sobre el escenario. Esto es rock´n´roll. Esto es espectáculo!!!!!

Podría detenerme tema a tema a analizarlos y diseccionarlos uno a uno, pero creo que eso sería demasiado sesudo y contrario al espíritu de diversión y fantasía que se respira a lo largo de todo el disco. Y ese es el punto fuerte del álbum. Su espíritu. Realmente permitió a millones de fans disfrutar de toda una experiencia. No tocaban KISS en tu ciudad? No problem. Podías poner el vinilo de Alive! en el tocadiscos, reunirte con un grupo de amigos y vivir algo parecido a un concierto sin tener al Strachid o a Space Ace frante a ti. Y eso, es amigos, algo muy difícil de lograr. Enlatar la excitación de un directo y salir victorioso. Pocos lo consiguen. Pero por muchos años que pasen, cuando en mitad de 100.000 Years, Paul Stanley pregunta si creemos en el rock´n´roll, seguimos percibiendo que nos lo está preguntando a nosotros allá donde estemos. Y por supuesto, siempre respondemos con sonoro “Yeeeeees!!!!!!!”

Que podemos contar de Parasite o C´mon and love? Suenan como un cañón. O que decir de Rock Bottom (debilidad personal de este humilde servidor)?. Tras la intro acústica, el tema explota con una potencia pocas veces percibida. Dan ganas de gritar, bailar y volverse loco.

Por supuesto, la banda se ocupa de dejarnos claras sus prioridades de rockear todas las noches y pasar todo el día de fiesta. Hablo por supuesto de Rock and roll all nite, que fue lanzada como primer single promocional del disco y quedó como el himno de referencia que, posteriormente conocería todo el mundo y que sería, de ahí en adelante, durante muchos años, el cierre y broche de oro de sus conciertos. No así en esta ocasión, en la que el cierre, era ese balazo titulado Let me go rock and roll, incluída originalmente en Hotter than Hell y aquí alargada sin perder un ápice de inmediatez o energía. Magistral cierre de función, que nos deja con ganas de más, pero a la vez, con la sensación de habernos enfrentado a una maquinaria de alto voltaje. Pura electricidad y excitación.

Alive! no fue ningún certificado de defunción. Finalmente fue todo lo contrario. A partir de ahí, todo cambió para la banda. Para peor? Para mejor? Bueno, las opiniones en este aspecto son variopintas. Personalmente opino que los años siguientes fueron brillantísimos. Y tras grabar otra serie de discos matadores, volvieron a testear su poderío en directo con el tambien fabuloso Alive! II. Pero eso ya es meterse en otra materia.

Haciendo un paralelismo con George Lucas y Star Wars, aquí el asunto iba tambien de trilogías. La inicial (KISS / Hotter than Hell / Dressed to kill) se coronó con Alive! Y posterioemente otra trilogía tomo el relevo. Al contrario que en el caso de Star Wars, la segunda trilogía que aquí nos ocupa (Destroyer / Rock and roll over / Love Gun) fue, como mínimo, igual de buena que la original. Pero lo cierto es que para bien o para mal, ya nada volvió a ser lo mismo. Todo se magnificó. Y una excelente banda de hard rock, pasó a ser un icono de la cultura pop, con todo lo que ello conlleva (merchandasing, KISS army, etc.)

Por supuesto, como todo buen “live album” de los benditos 70´s, la rumorologia creo diversas leyendas urbanas y no se salvó de las acusaciones de estar totalmente retocado en el estudio y de poseer mas trabajo de post producción que de puro y duro directo. La verdad es que nunca se han aportado pruebas o indicios sólidos de que hubiera sido así, pero es divertido mencionarlo. Pocos directos de la época se han librado de esa leyenda negra.

Nunca sabremos que hubiera ocurrido de no triunfar el disco en las listas. Quizás la banda hubiera tirado la toalla. Pero si sabemos lo que ocurrió. El exceso, la megalomanía y la grandilocuencia se impusieron y finalmente, años después, se dejaron ver las consecuencias.

Es, en definitiva, Alive! algo mas que un gran disco en directo. Es un cierre de ciclo. Un punto de inflexión. Un documento de algo que fue y que nunca volvió a ser. Esa banda jugándose todo a una carta. Saliendo a matar cada noche al escenario. Amparándose en unas composiciones en las que creían ciegamente. Eso es lo que yo percibo cuando pongo este disco 41 años después de su publicación. Un sonido mas cercano a New York Dolls que al arena rock. Unas canciones mas desnudas que adornadas. En definitiva, es rock. Y con roll. Y si, Paul, seguimos creyendo en él. Aún hoy seguís siendo The Hottest Band in The World.