Dave Grohl está a día de hoy en lo más alto de su carrera. Algo que de una manera u otra siempre ha conseguido. Si miramos dos décadas atrás ya estaba bien arriba, entrando en Nirvana justo antes del momento que despegaron como un cohete con Nevermind.
Si rebobinamos algo menos, yéndonos a la pasada década, Dave Grohl era ya un músico respetado por todo el mundo, y que generaba simpatías. En el panorama Alternativo, donde se le veía como el gran batería de Nirvana, Queens of Stone Age, Nine Inch Nails… y con sus Foo Fighters más que asentados. Grohl hace 10 años también se ganó un enorme respeto en el mundo del Metal, gracias a su proyecto Probot, desde donde no solo compuso un magnifico y genuino álbum, sino que contó con el respaldo de pesos pesados del metal, como Tom G. Warrior, King Diamond o Lemmy. Hace 8 años Dave Grohl era ya un semidiós que llenaba Wembley con Foo Fighters y que invitaba a Jimmy Page a que tocara con ellos, hacía discos con Killing Joke o con John Paul Jones… y así siguió y siguió subiendo.
Dave Grohl es hoy una megaestrella, y aunque siempre ha sido hiperactivo, desde los inicios de esta década está «desbocado». El hombre no deja de captar la atención apareciendo en homenajes, dirigiendo vídeos, grabando documentales, entrevistando a Obama, haciendo spots, grabando un disco en 12 ciudades distintas con un documental para cada tema, actuando en los Oscars… etc, etc.
La última, como si le faltase atención, es hacer un llamamiento con 24 horas de antelación ante una supuesta gran noticia, de la que paralelamente se encargan de alimentar con rumores de separación, y que finalmente es únicamente una broma muy «graciosa». ¿Realmente a alguien le ha hecho gracia? No hablo de que sea de mal gusto o que siente mal, ¿Pero alguien ha recibido la noticia con simpatía? ¿No os resulta un poco cansino?
Últimamente empiezo a comprobar que la simpatía y el respeto hacia este hombre se está tornando en algo diferente. Cuando se está tan arriba siempre habrá «haters», pero no me refiero a eso, se empieza a notar un levantamiento de ceja por parte de sus fans. No estoy hablando de quitarle mérito por el mero hecho de tener éxito, hablo de una sobreexposición desmedida, de un intento por acaparar la atención cuando no le hace falta. Grohl parece que tiene prisas por hacer muchas cosas, de una manera rebuscada y como si no hubiera un mañana, cuando manejar el éxito es algo que siempre ha sabido controlar y a lo que debería estar más que acostumbrado.
Comentaba John Custer que le gustaría haber visto las caras de los miembros de Foo Fighters cuando Grohl les dijo: «Hey chicos, vamos a hacer un vídeo de risas donde vamos a simular que nos separamos«. ¿Creéis que Dave Grohl tiene quien le tosa? ¿Tiene alguien que le discuta o le parezca algo una mala idea?
Hace unos diez años en uno de sus documentales making-of que no acierto a recordar -¿alguien tiene huevos de no confundirlos?- Grohl comentaba que en una de sus giras estuvieron tocando «My Sharonna» todas las noches, y que en uno de los conciertos de final de gira les preguntó a la banda «¿Hoy también «My sharonna»? Y alguno dijo: «a mí no me gusta nada» a lo que el resto del grupo asintió. Todo ello contado por un Dave risitas y el resto de la banda con cara de poker.
Dave Grohl no necesita más palmeros, sino alguien que le pare los pies, que le diga: ya está bien. Porque puede llegar el día que deje de ser la gallina de los huevos de oro para terminar siendo el gallito que nos toca demasiado los nuestros.