El primer disco de los californianos Jellyfish es puro alimento para el alma y una verdadera delicia para los oídos. Es Pop traído con una exquisitez y elegancia inigualables, herederos directos de combos como The Beatles o Cheap Trick, añadiendo unos arreglos y pasajes de ensueño. La excelencia de su ejecución y composición no debería extrañar a nadie, pues estamos hablando de verdaderos MÚSICOS, es decir, de gente que ha estudiado carreras relacionadas con la música, y se nota el resultado final.
Si la parte musical es impresionante, el aspecto visual no es menos impactante, ya que el grupo supo crearse una imagen y un universo alrededor muy pintorescos y coloridos. Aunque con un punto inquietante, eso sí. Como salidos del sueño de un niño tras haberse atiborrado de dulces y caramelos mientras veía un vídeo de Kiss.