Por David Mat.
Sello: Jagjaguwar.
Han tenido que pasar 6 años para que los canadienses Black Mountain nos deleiten con otra joya en su corta pero intensa discografía desde el tremendo «Wilderness Heart» (2010). Mientras tanto, editaron en 2012 la banda sonora para el film «Year Zero«, que no era otra cosa que una amalgama de refritos de canciones ya incluidas en obras anteriores y algunos cortes nuevos; un mero aperitivo de la banda para calmar el hambre de nuevo disco que teníamos los seguidores de los de Vancouver. Y por fin tenemos el resultado, que lleva por nombre simplemente «IV«; no se sabe si es un guiño al famoso disco de Led Zeppelin o, sencillamente, no se han querido complicar demasiado la vida con el título. Pero pasemos al contenido, porque la espera ha valido la pena. Y mucho.
«IV» se compone de 10 canciones como 10 soles, cada una de ellas elaborada con el cuidado y cariño de un orfebre, y lo que es más, todas en conjunto otorgan al disco una sensación de cohesión, tal como hicieron con In The Future; lo cual ayuda a sumergirse en la atmósfera tan barroca y especial que impregna todo el trabajo sin llegar a aburrir, ya que cuando es necesario hacerlo, pueden sonar aguerridos y hacernos sacudir la cabeza. Ejemplos de estos cortes más heavies son Florian Saucer Attack, una canción dominada por la poderosa y mesiánica voz de Amber Webber, unos efectivos riffs y un sintetizador muy molón que le da un irresistible aire 70’s; o Constellations, cantada a dúo entre Amber Webber y Stephen McBean, cuyo riff recuerda poderosamente al propio de Rock’n’Roll Singer de AC/DC.
«IV» nos remite en cierto modo al paisaje sonoro, al espíritu de «In The Future«, nos devuelve esa majestuosidad y epicidad que nos proporcionaron cortes sublimes como Tyrants o Queens Will Play; canciones que logran envolver al oyente y capturarlo en una atmósfera deliciósamente densa, hasta ahogarlo plácidamente en una serie de arreglos marca de la casa. Ahí tenemos gemas como la inicial Mothers Of The Sun, una extensa canción de más de 8 emocionantes minutos de pasajes lisérgicos acompañados de musculosos riffs, (Over And Over) The Chain, o el tema que cierra el disco de manera magistral, Space To Bakersfield, con ese desarrollo instrumental final que pone el broche de oro al álbum.
«IV» es, por tanto, un bello ejemplo de cómo hacer buen rock progresivo con notoria carga psicodélica, mirando a la época dorada del género y conservando la propia personalidad.
01 Mother of the Sun
02 Florian Saucer Attack
03 Defector
04 You Can Dream
05 Constellations
06 Line Them All Up
07 Cemetery Breeding
08 (Over and Over) The Chain
09 Crucify Me
10 Space to Bakersfield