Tal día como hoy hace la friolera de 40 años, Kiss editaban su cuarto disco de estudio, el mítico Destroyer. Producido por el igualmente legendario Bob Ezrin, Kiss se encontraban en un momento de creciente popularidad, era el primer disco tras su exitoso directo Alive! (Leer artículo aquí) y rápidamente llegaría a ser disco de Platino.
Y la verdad es que el disco lo merecía. Esa introducción con ruidos de motos y samplers de Rock And Roll All Nite precediendo el pelotazo de Detroit Rock City, uno de los himnos de la banda, canción ideal para comenzar sus conciertos desde entonces, o los tremendos baladones de Beth y Do You Love Me, sin olvidar el himno Shout It Out Loud, o la icónica God Of Thunder, otra imprescindible en directo y que serviría de sobrenombre a Gene Simmons…
Kiss siguieron sacando enormes discos como Love Gun, pasarían por una algo bizarra pero sensacional etapa disco, perderían miembros, se desmaquillarían, y volverían con giras de reunión, pero con Destroyer se encontraban en una de sus cimas creativas y pocas veces rayaron tan alto.