De entre los muchos recuerdos de mi infancia que conservo, hay algunos que guardo con mucha nitidez, mientras otros se han almacenado en mi cabeza, pero de manera difusa, poco clara, como flashes de algo que ha sucedido, pero que no alcanzo ni siquiera a situar con concreción en el tiempo.
En el caso de Van Halen, mi relación con su música se remonta a muchos años atrás y el descubrimiento de su existencia forma parte de ese grupo de recuerdos que perviven en la memoria con nitidez y que si que puedo situar en el tiempo. En este caso estoy hablando de 1984 y del programa musical Tocata que se emitía por aquel entonces en Televisión Española, en lo que ahora vemos casi como la prehistoria de la televisión, con una parrilla compuesta de… ¡dos canales! Pero no nos vayamos por las ramas de la nostalgia televisiva. Servidor contaba con 10 años por aquel entonces y, si bien conocía de oídas quienes eran Iron Maiden y Judas Priest (cosas de tener un hermano mayor metalero) ni conocía discografías ni me sabía los nombres de los componentes de cada grupo, ni, desde luego, iba a conciertos. Pero recuerdo una tarde, delante del televisor, en la que emitían el programa Tocata. ¡Un especial heavy metal! Hemos de recordar que en 1984, el heavy arrastraba muy mala fama y sus seguidores eran tachados en muchos ambientes, poco menos que de descendientes de Atila, hordas que arrasarían ciudades enteras y sembrarían el caos allá donde fueran. Por esa razón, el que un programa de TVE dedicara una hora entera al heavy era algo que casi nunca sucedía. Y ahora mismo puedo decir que no recuerdo el contenido del programa ni los videoclips que se programaron, salvo uno en concreto. La canción se titulaba Jump y el grupo tenía el curioso nombre de Van Halen. Era muy pegadiza, con unos teclados en primerísimo plano durante toda su duración (anatema en aquella época dentro del mundo del metal) y el vídeo era muy impactante debido sobre todo a aquel cantante largando patadas a diestro y siniestro con una elasticidad digna del mejor de los gimnastas. Una de esas canciones que, por alguna razón quedan grabadas en la memoria de por vida. Quien me iba a decir a mi en aquella lejana tarde de 1984, que eran una banda super exitosa en Estados Unidos y que el disco que promocionaban con aquella canción iba a se el último que grabaran juntos aquella formación que pronto se quebraría en medio de polémicas y agrias acusaciones. Ese es el primer recuerdo que guardo de Van Halen, pero aunque sea mi debut como fan, la historia del grupo comienza unos cuantos años atrás. ¡Allá vamos!

Lead singer David Lee Roth, left, and lead guitarist Eddie Van Halen of the rock group Van Halen perform during their concert at the Spectrum in Philadelphia, Pa., on Oct. 19, 1982. (AP Photo)

Los inicios bajo el sol de California

Edward y Alex Van Halen dos jovenes hermanos nacidos en Holanda, pero asentados en la soleada California, desde 1962, eran a principio de la década de los 70´s jóvenes aspirantes a músicos, posiblemente debido a la influencia recibida en su propia casa ya que se da el caso de su padre era saxofonista. Ya desde pequeños los dos hermanos recibieron educación musical y pronto se decantaron cada uno por un instrumento. Paradójicamente, Edward lo hizo por la batería y Alex por la guitarra. Pronto invertirían los roles y sería Edward el guitarrista mientras que Alex se convertiría en reputado batería. Como todos los adolescentes en aquel momento, los hermanos forman bandas con múltiples nombres y prueban suerte con varios músicos. Siempre, eso si, tocando juntos. No entraba en sus planes tocar cada uno en un grupo diferente. Tras actuar de manera amateur en fiestas de institutos, pequeños clubs y fiestas privadas bajo nombres como The Broken Combs o Mammoth, conocen a un bajista que respondía por el nombre Michael Anthony y que se incorpora a la formación que, a partir de ese momento, se denominará Van Halen, apellido de los dos hermanos, pero a la vez, un nombre con gancho. Edward, además de ser guitarrista, se encargaba por aquel entonces de ser también el cantante solista, pero era esta una tarea que no le entusiasmaba, por lo cual el grupo se puso manos a la obra para buscar un vocalista que fuese además un frontman carismático que pudiese empujar a Van Halen a otro nivel. Es en ese momento de la historia cuando hace su aparición en escena el singular David Lee Roth. La leyenda cuenta que Roth alquilaba de vez en cuando su equipo de sonido a los hermanos y que éstos decidieron invitarle a que se incorporara a la banda como cantante, para ahorrarse el dinero de dicho alquiler. ¿Verdad? ¿Leyenda urbana? Queda a juicio de cada cual. Desde luego, sea como sea, Roth, finalmente se convirtió en cantante de Van Halen, que de esa manera, completaban la formación en la que, al citado Roth, le acompañaban Michael Anthony como bajista, Eddie Van Halen como guitarrista y Alex Van Halen como batería.

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Poco a poco, a base de recorrerse todo cuando escenario hubiera en Los Angeles y alrededores, empiezan a hacerse acreedores a una merecida fama que va poco a poco a más. Se empieza a hablar de un guitarrista espectacular con una revolucionaria técnica, que realiza todo tipo de efectistas trucos y que muchas veces toca de espaldas al público para que nadie pueda ver ni copiar su manera de tocar. Se rumorea también que es digno de verse un frontman mezcla entre una especie de cartoon humano, improvisado cómico y enloquecido showman que enloquece a la audiencia allí donde realiza sus performances. Y llega el momento en que todos esos rumores llegan a oídos de Gene Simmons que pone su atención en el grupo, llegando a financiar la grabación de alguna que otra maqueta y erigiéndose en su padrino y protector . Claro que en el caso de Simmons, muchas veces nada es lo que parece. Roth, años mas tarde cuando ya no militaba en el grupo, llegó a acusar a Simmons de ningunearle a él y a Michael Anthony para centrarse solo en los hermanos Van Halen y montar una banda con ellos. Incluso apuntaba a que el objetivo último de Simmons era utilizarlos como hipotético reemplazo de Ace Frehley y Peter Criss, a quienes tenía pensado mostrar la puerta de salida (cosa que sucedería pocos años mas tarde).

Sea cual sea la realidad, lo cierto es que Gene Simmons grabó una maqueta con Eddie y Alex en la que se registraron primeras versiones de Christine Sixteen, Got Love for Sale (que aparecieron posteriormente en el disco Love Gun de KISS) y Tunnel of Love (que fue incluida en el disco en solitario de Gene de 1978). Finalmente, cada uno siguió su camino. KISS continuaron con sus componentes originales y Van Halen siguieron aumentado su popularidad paso a paso, con shows que atraían cada vez a audiencias mas y mas numerosas entre las que se empezaban a dejar ver rostros conocidos de la industria discográfica, que no quería perderse el espectáculo del que todo el mundo hablaba. A uno de los conciertos asistieron un ejecutivo de Warner Brothers, llamado Mo Ostin acompañado del productor Ted Templeman, que había trabajado con artistas tan laureados como The Doobie Brothers, Carly Simon, Little Feat o Montrose. Ambos quedaron tan impresionados por lo que vieron y escucharon que, adivinando el potencial de la banda, le ofrecieron un contrato de grabación, convencidos de que tenían entre manos algo destinado a ser realmente grande. No se equivocaban…

El asalto al trono del hard rock

Cuando Van Halen entran en el estudio hacia final de 1977, son una banda muy rodada, pero con poca idea de lo que es un proceso de grabación profesional. Tienen las canciones y las ganas de comerse el mundo, pero no están acostumbrados al proceso de grabar por separado, añadir arreglos, post producción, etc. Templeman, con buen ojo, opta por no tratar de pulir el sonido bruto del grupo y planifica una grabación con el grupo tocando juntos como en sus ensayos y conciertos, escogiendo luego las mejores tomas y añadiendo mínimos ecos y ciertos arreglos, para potenciar el poderío del sonido. El proceso de grabación fue breve y en febrero salía a la venta el disco, titulado simplemente como Van Halen con una sencilla portada con el logotipo de la banda y una foto de cada uno de sus componentes. Constaba de 11 canciones, de las cuales nueve de ellas eran firmadas por todo el grupo. Las otras dos restantes, son versiones de The Kinks (You really got me) y del bluesman John Brim (Ice Cream Man).

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Tras años tocando y componiendo juntos, han conseguido reunir un puñado de canciones sobresalientes y cuando escuchamos su debut nos damos cuenta de que está muy cerca de la perfección. Cuesta destacar un tema por encima del resto ya que el nivel es altísimo. Y por supuesto, no hay ni un solo minuto de relleno. El inicio con Runnin´ with The Devil da paso a Eruption, un tema que a día de hoy sigue generando discusión y controversia. Para unos un mero solo de guitarra exhibicionista, para otros la mayor revolución en el sonido de la guitarra eléctrica desde Hendrix. Independientemente de que guste mas o menos Eruption, estaba claro que estábamos ante un músico fuera de lo común. Cuando finaliza, el relevo lo toma una ruda y correosa versión del You really got me de The Kinks, en la que el grupo lleva el tema a su terreno de manera muy brillante. Ya solo por este trío inicial, queda claro la banda ha llegado a la escena musical y está para quedarse. Pero no se queda ahí la cosa, porque aún hay en este debut mas clásicos del repertorio de los californianos. Ain´t talkin´bout love, Jamie´s Cryin´ o Feel your love tonight (mi favorita) suenan inapelables y la versión de Ice Cream Man, con su inicio acústico, demuestra que cuando quieren, hacen suya la música negra también. En 1978, en California, no se había producido todavía una revolución punk y triunfaban los Eagles, los Bee Gees y la música disco que empapaba todo mientras que las vacas sagradas del rock empezaban a dar en muchos casos muestras de alarmante decadencia. Y ahí quedó un hueco que Van Halen tomó al asalto ejerciendo de nexo de unión entre el blues rock y el hard 70´s y el heavy metal que triunfaría poco después. Estaba claro que no sonaban como Zeppelin o Bad Company, pero tampoco podían ser comparados con Judas Priest o Iron Maiden. Tenían una personalidad y la mantuvieron en los años venideros.

Tras la edición del disco, vino la popularidad masiva y las giras a gran escala, teloneando a bandas como UFO, Montrose o Journey, a las que obligaban a esforzarse al máximo para estar a la altura. Van Halen comenzaban a saborear las mieles del éxito y eran conscientes de que cada noche debían salir a matar. Así lo hacían hasta que los cabezas de cartel de las giras se desembarazaban de ellos hartos de que les robaran el show. Especialmente doloroso fue para unos Black Sabbath que en 1978 iban cuesta abajo sumidos en luchas internas, drogas y adicciones varias. Hicieron varias fechas con Roth y compañía de teloneros y aún hoy en día Ozzy lo recuerda como una experiencia humillante y llegó a declarar que noche tras noche, se veían incapaces de superar sobre el escenario a ese huracán que eran sus teloneros. Y tras una serie de exitosas giras y unas cuantiosas ventas de su disco, el grupo entró de nuevo en el estudio para grabar, junto a Ted Templeman, su segundo disco. Llegaba la hora de la verdad. Prensa y fans comprobarían si el grupo tenía recorrido o era solamente flor de un día. La grabación fue rápida y Templeman optó por repetir la fórmula de dejar a los cuatro músicos a su aire en el estudio, probando riffs y arreglos, para después seleccionar entre todos lo mejor del material.

van_2Quizás no sea una obra tan impactante como su predecesora, pero se trató de un segundo disco que tapó muchas bocas que acusaban a Eddie y a los suyos de ser puro envoltorio sin contenido. El comienzo con You´re no Good, que en el pasado había popularizado Linda Ronstadt, no llegaba al nivel de Runnin´with The Devil, pero no andaba lejos. Y el segundo tema dejaba claro que eran notables compositores. Dance The Night Away es una de esas canciones inmortales, que fusionan hard rock y melodía pop de la manera en las que solo los mas grandes saben hacerlos. Fue el single elegido para promocionar el disco. Una acertada decisión que tuvo su recompensa ya que las emisoras de radio de todo Estados Unidos emitían la canción con asiduidad. Si en Van Halen I, Eddie había sorprendido a todo el mundo con Eruption, en 1979, volvería a hacer lo mismo con Spanish Fly, solo que ahora, de manera diferente. Tocaba el solo, sin el acompañamiento de Alex o de Michael Anthony y abandonaba la guitarra eléctrica, para exhibirse con la guitarra española. Un gesto que dejó claro que el puesto de Rey de la Guitarra tenía dueño. Pero lo bueno no terminaba ahí. La banda había ido puliendo poco a poco su sonido y pese a mantener su contundencia había ido rebajando algunas aristas, así como potenciar el buen hacer de Anthony en los coros. Además, Roth ya no solo era el frontman provocativo que acaparaba titulares. Su labor como cantante era estupenda y la prensa comenzaba a reconocer que tras sus maneras exageradas y su extravagante imagen, había talento. La banda volvía a firmar al completo todos los temas, a excepción de la mencionada versión de Linda Ronstadt, y además de las canciones comentadas, personalmente destacaría la que cierra el álbum, apropiadamente titulada Beautiful Girls, una canción arrebatadora de esas que lo tienen todo. El riff, los coros, el estribillo. Una canción pensada para tratar de ganarse los favores de las damas en cualquier ambiente festivo. Mi favorita del disco. Seguida muy de cerca, he de decir, por esa desenfadada Bottoms Up, que es capaz de alegrar el día hasta al mas melancólico de los mortales. Y con Dance The Night Away, llegó la primera gira por Estados Unidos como cabezas de cartel. Las ventas volvían a ser elevadas y la demanda de entradas se disparaba. Bienvenidos a los grandes recintos!!!!

En la cima

La gira de presentación de Van Halen II fue la que catapultó al mas absoluto estrellato a Diamond Dave y los suyos. En 1979, Zeppelin se separaban. Aerosmith y Alice Cooper daban tumbos como buenamente podían, pero lejos de sus mejores días. Y KISS, se acercaban a la música disco tan en boga, además de estar enfrascados en una lucha interna que desembocaría posteriormente en la expulsión de Space Ace y Peter Criss. Con este panorama. Van Halen se auparon como la banda número 1 de USA en lo que a hard rock se refería. Cada concierto daba paso a salvajes macro fiestas en la mas pura tradición rockera con docenas de groupies, drogas, bebida… en definitiva el tradicional rock´n´roll way of life basado en el exceso, la ostentación y el lema “cuanto mas grande, mejor”. Lo curioso es que tras años de frenética actividad de grabaciones, giras y excesos de todo tipo, el grupo no solo no se resentía, si no que parecía encontrarse fresco como el primer día. Se podría decir que tras el último de los conciertos de 1979, bajaron del escenario y desde allí fueron directamente al estudio, en el que, de nuevo trabajando con Ted Templeman, parieron el fantástico Women and Children first, tercer disco de su carrera y que estaba, para mi gusto, por encima del segundo y al nivel, como mínimo del primero. El estudio ya no tenía secretos para ellos. Su fórmula era sencilla pero efectiva. No había colaboraciones ni músicos invitados (algo que hoy en día parece como si fuese obligatorio) y confiaban en alguien como Templeman con quien habían congeniado a la perfección. Tocaban juntos, probaban cosas, todos aportaban su parte, firmando como compositores y estaban relajados habían creado su propio microcosmos. Templeman no venía del mundo del hard rock y por ello aportaba una visión muy interesante, alejada de los tics del metal y del rock duro. Y el afán de que el sonido fuera lo menos procesado posible les encantaba a todos, y muy en especial a Dave Lee Roth. De hecho, en una entrevista en 1983, le preguntaron a Eddie Van Halen, porque no habían publicado todavía un disco en directo, teniendo en cuenta la fama que arrastraban de ser arrolladores en el escenario. Y Eddie respondió que todos sus discos eran en directo. Una gran contestación que refleja la gran confianza en si mismo y la satisfacción de haber conseguido sonar como nadie mas en un estudio.

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Women and Children First comienza como los dos LP´s anteriores con un medio tiempo seguido de un tema rockero y guitarrero. En esta ocasión eran … And The Craddle will Rock y Everybody want some los que abrían fuego y desde el primer acorde cualquier oyente sabría de que grupo sonaba aunque lo escuchase a ciegas sin la carpeta del disco delante. La guitarra de Eddie, la voz de Dave, la poderosa base rítmica, los coros y armonías vocales de Michael Anthony (un músico no lo suficientemente reivindicado). La suma de todas esas características hacía que al sonar las primeras notas de una canción, ya identificáramos con claridad y sin albergar dudas, a sus autores. Un disco éste muy robusto, quizás el mas directo de toda si discografía con los temas de estructura mas sencilla y directos a la yugular, como el caso de Romeo´s Delight o Loss of Control. Pero no se olvidan de quienes son y no se ponen límites y así como se empeñan en sonar duros y directos en muchos de los temas, también cambian de registro en el bluesero Take your Whiskey Home y en la retro y totalmente acústica Could This Be Magic, un temazo que podría haber encajado en algún disco de algún músico rural de los años 30 y que nos da una idea de la versatilidad de estos tipos como compositores y músicos. En esta ocasión la confianza que tenían en si mismos era máxima y no recurrieron a versión o compositor externo alguno. Hay quien considera Women and Children first la cumbre de su discografía. Yo, personalmente estoy de acuerdo. Sé que otros prefieren el disco de debut o 1984, pero, a pesar de ser ambos enormes, yo también me quedo con este «Women…». El disco fue recibido con indiferencia por parte de la crítica, pero los fans le dispensaron un recibimiento entusiasta haciendo que las ventas se dispararan desde el día mismo de su publicación. La década los 80´s empezaba como terminaba la de los 70´s. Con Van Halen en lo mas alto, una posición que no parecían dispuestos a abandonar.

El álbum salió publicado con una sorpresa. Dentro de la carpeta, había un poster de Dave Lee Roth encadenado, un gancho comercial destinado fundamentalmente al numeroso público femenino, pero terminó generando malentendidos varios ya que el póster de marras, convirtió a Roth, muy a su pesar, en un icono gay, lo que generó todo tipo de equívocos imprevistos. Como curiosidad, apuntar, que la fotografía fue tomada por el célebre Helmut Newton. La correspondiente gira, fue una auténtica oda al exceso y a la megalomanía. Escenarios y montajes cada vez mas mastodónticos, audiencias cada vez mas numerosas. Se la denominó 1980 Invasion Tour y fue un nombre muy acertado, pues en realidad se trató de una auténtica invasión en todos los hogares americanos. Su música sonaba en la radio, realizaban apariciones en los principales programas de televisión y era muy difícil no estar al corriente del fenómeno musical que representaban. Por lo general, eso si, nada es gratis y los miembros del grupo, empezaban a perder la cabeza en medio de aquel constante frenesí. Fue en este 1980 Invasion Tour cuando se produjo el denominado Incidente de los M&M. Bien, entiendo que todos conocéis los M&M. Bueno, Van Halen, en su lista de aprovisionamientos que hacían llegar a los promotores de sus conciertos, incluían, entre otras muchas cosas, la exigencia de unas cuantas bandejas con M&M. Pero ojo!!! En ningún caso, debería haber ni uno solo de color marrón. La idea de un promotor abriendo cada bolsa y separando los M&M marrones del resto, para desecharlos es cómica. Pues bien, parece ser que en Colorado, alguien se saltó esa regla y el grupo al descubrirlo montó en cólera y destrozaron gran parte del backstage. A lo largo de los años se ha contado esta historia de varias maneras, pero parece que realmente sucedió. Síntoma de que vivían en una burbuja muy alejada de la realidad. Pero lo que a otras bandas las agotaba, a ellos los fortalecía. Giras, programas de tv, fiestas día si y día también, dejarían exhausto a cualquiera. A ellos no. Y además, seguían fluyendo las ideas y en 1981, vuelven a entrar en el estudio para inciar la grabación de Fair Warning. Sin novedades y fieles a si mismos, no tienen ganas de complicarse la vida. Saben que su alianza con Templeman es una apuesta segura y ni quieren ni necesitan aparentar modernidad ni vanguardismo, tan solo desean hacer lo que mejor saben hacer, que es plasmar en un vinilo 35 minutos de imparable hard rock.

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Tras un bombazo como el anterior, no se puede hablar de bajón, porque creo que sería exagerar, pero, quizás debido a la falta de temas directos y festivos, y a que el tono del disco es en general menos alegre que los anteriores, hacen que en comparación salga perdiendo con Women and Children First. De todos modos, a medio plazo, tras sucesivas escuchas se convierte en otro disco imprescindible. Si, por primera vez, su música quizás no entraba a la primera, pero en esta ocasión habían focalizado sus esfuerzos en grabar unos temas mas elaborados y menos lineales que antaño. A cambio, recibieron por primera vez el beneplácito casi unánime de la crítica. Y su legión de fans, no solo no menguó, si no que siguió creciendo. Y claro, por disco menos alegre no entendemos que sea un disco malo. Solamente diferente. El comienzo con ese trío ganador formado por Mean Streets, Dirty Movies y el sensacional Sinner´s Swing es demoledor y aunque luego el resto de la lista de canciones no es, para mi, tan exageradamente bueno, si que cumple sobradamente, destacando especialmente Unchained y So This is Love?, una de esas canciones mas pop que tan bien les salían. Es discutida Push comes to Shove, muy próxima al funk y a la música disco tan en boga por aquel entonces, que suscita cierta controversia por alejarse (quizás demasiado) de los patrones del rock. Aunque no es una opinión mayoritaria hay seguidores que consideran este disco como el mejor la carrera del grupo. No comparto esa opinión, pero la entiendo perfectamente. Además es uno de esos casos en los que poner un disco por encima de otro, es cuestión de meras pequeñeces ya que son todos buenísimos. Una vez más, continuaban fieles a su fórmula, pero cambiando ciertos matices para no anquilosarse. Una evolución muy natural y nada forzada. Se les notaba que en el estudio estaban cómodos y relajados. Se percibía en los surcos del vinilo que realmente disfrutaban con lo que hacían. El resultado fue otro disco millonario en ventas y el acaparamiento de portadas de prensa musical americana. Además, como ya era habitual, serían vistos en los late shows y programas de mas audiencia de la televisión norteamericana, lo que normalmente era la mejor promoción para cualquier banda multiplatino. Solo que Van Halen ya no la necesitaban. Pero su enorme egolatría les hacía querer más y más y la posibilidad de volver locas a millones de amas de casa que a media mañana estaban viendo algún programa matutino, era una tentación a la que no iban a renunciar.
Como dato anecdótico acerca de la gira de 1981, apuntar que en el tramo europeo, hicieron escala en España. No llegaron a tocar en directo (nunca lo hicieron hasta mucho después, ya con Sammy Hagar), pero si actuaron en el programa Aplauso.
De todos modos, tras la publicación de Fair Warning, se avecinaban cambios en el seno del grupo. No parecerían demasiado radicales, a primera vista, pero terminaron determinando su futuro.

El principio del fin

Tras muchos años de absoluto desenfreno y de vivir un demencial estilo de vida, Eddie Van Halen anuncia que se casa con Valerie Bertinelli, una actriz bastante popular en la televisión en aquel momento en Estados Unidos. Y además, por primera vez en muchos años, tenían la intención de tomarse un respiro durante unos meses para retomar el contacto con la realidad y oxigenar un poco las castigadas neuronas. Para no dejar del todo abandonado al público, y a modo de divertimento, se decidió lanzar un single con una versión del Prety Woman de Roy Orbison. Ante las masivas ventas, Warner presionó para tener lo antes posible en el mercado otro disco de Van Halen. Y lo tuvieron. Ya habían grabado varias versiones para usarlas como caras B de singles en el futuro. Y un poco a correr grabaron unos cuantos temas más, junto a Ted Templeman. De nuevo, otro año más, otro super éxito (la mencionada Pretty Woman) y otro disco de Van Halen en lo alto de la listas de ventas. El disco por año de la banda ya era casi una tradición. Todos los años había un día de navidad, una Super Bowl, un Día de la Independencia y un disco de Van Halen.

van_5Pese a notarse que es un disco “de retales” con algunos altibajos, contiene grandes momentos y, siendo mas ligero y menos poderoso que los anteriores, es muy disfrutable. La versión de Where have all The good times gone? de The Kinks es buenísima, así como Hang´em high, una canción que podía haber figurado perfectamente en Fair Warning. La versión de Dancing in The Streets de Martha and The Vandellas (grabada por iniciativa de Roth) es bastante curiosa y hacia el final del disco, hay dos pequeñas joyas que hacen que Diver Down merezca, y mucho, la pena. Por una parte Big Bad Bill (is Sweet William Now) con un sonido New Orleans años 30´s que demuestra una vez mas que el grupo no se cierra a nada y disfrutan tocando estilos alejados de lo que el público espera de ellos. Por otra parte, The Full Bug, es una de esas canciones que podrían grabar con los ojos cerrados en los que la demoledora base rítmica empuja a Eddie y a su guitarra mientras Dave Lee Roth canta con su característico estilo y nos deleita con un gran solo a a la armónica. En Diver Down, se dio la curiosa circunstancia, además, de ser el primer disco en la carrera del grupo en el que participó un músico externo. Se trata del padre de Alex y Eddie, que toca el clarinete en Big Bad Bill. Coincidiendo con la salida del álbum a la venta, decidieron dar algunos conciertos que fueron cubiertos no solo por la prensa musical de todo el mundo, si no que también fueron seguidos por medios tan ajenos al mundo del rock como las revistas Life o Time que les dedicaron algunas páginas e incluso portadas. Además de varios conciertos a lo largo y ancho de Estados Unidos, por primera vez, tocaron en varios países de Sudamérica, en los cuales fueron acogidos con fervor casi religioso.

De todos modos, las cosas ya no eran como antaño. Las primeras grietas ya habían hecho acto de presencia. Eddie Van Halen ya no era el salvaje juerguista de antes y Roth echaba de menos a su colega en las desmadradas fiestas post concierto habituales en las giras. Además, parece ser que Valerie Bertinelli y él no terminaron de congeniar. Y por si esto fuera poco, empezaba a haber diferencias en el plano musical también. En definitiva, el ambiente entre los cuatro, se estaba enrareciendo progresivamente. Dave Lee Roth era un personaje singular cuyos gustos iban mucho mas allá del rock y estaba muy metido en el soul y el funk, además de idolatrar al Rat Pack y a Louis Prima. Un tío ecléctico, al que sin embargo no le agradaban demasiado los sintetizadores que cada vez tenían mas presencia en el mundo del rock. Casualmente los hermanos Van Halen, estaban cada vez mas decididos a experimentar con sintetizadores, algo que a Roth no le hacía particularmente gracia. Al final, la banda entró en el estudio en 1983, para grabar lo que sería la continuación de Fair Warning (se consideraba Diver Down como una especia de interludio). Y se ve que los hermanos le ganaron la partida al cantante, ya que ningún rastro hay de soul o de funk, pero si que hay claros temas pop y sintetizadores en primer plano. Por si fuera poco, además, por primera vez hay tensiones en el estudio. Dave Lee Roth se entera de que Eddie ha metido guitarras en la canción Beat It de Michael Jackson y en el disco Star Fleet Project de Brian May. A Diamond Dave no le gusta y además se considera traicionado porque (según él), nunca fue avisado. Concretamente, declaró que supo lo de Michael Jackson un día escuchando la canción en la radio. Encabronado, en principio, se negaba a grabar Jump ya que el sonido tan super popero le desagradaba. Finalmente, tras discusiones continuas y la hábil mediación de un Ted Templeman se completó la grabación del disco. El precio a pagar fue alto, eso si. Algo se había roto dentro del engranaje de la banda. Algo que nunca se llegaría a recomponer del todo.

van_6Pero, ciñéndonos al contenido, como apuntaba anteriormente, es el disco de Van Halen en donde mas se nota la impronta de los hermanos y menos la de David. Empezando por Jump, un tema definitivamente muy poco rockero, pensado para competir con los Michael Jackson, Duran Duran, y demás ídolos pop en su terreno. La canción aún divide hoy en día a los seguidores. Unos piensan que es ya un clásico. Otros (entre los que me incluyo) creen que a Eddie se le fue la mano con su nuevo juguete y relacionan la canción con la peor bazofia ochentera que triunfaba en la radio. A mi, sin llegar a asquearme, no es un tema que me guste, la verdad. Y da miedo, poner un disco que empiece con una intro sintetizada de un minuto y pico para, a continuación, sorprendernos con algo como Jump. Pero el grupo no había perdido su toque. Como siempre, sus experimentos se alternaban con canciones con su sello clásico. Y en 1984, tras el desconcertante inicio, ofrecían un repoker de 4 canciones de esas que solo se componen cuando se está en estado de gracia. Panama, Top Jimmy. Drop Dead Legs y Hot for Teacher son inigualables, rudos y con un Dave Lee Roth cantando con mas chulería que nunca, sobre todo en Hot for Teacher, una de esas canciones simplemente perfectas, con un demoledor inicio por parte de un contundente Alex con una ametrallante intro de batería. Tras estos 4 himnos, el disco nos ofrece un respiro con I´ll wait que nuevamente se llena de sintetizadores, para terminar rockeando con dos muy buenos temas como son Girl Gone Bad y House of Pain. Haciendo balance global, pese a los altibajos, para mi, está claro que estamos hablando de un disco sobresaliente. Y que, tras una obra de transición como Diver Down, volvía a poner de manifiesto, que muy pocos podían hacer sombra a este grupo, que en aquel momento, parecía invencible. El single elegido fue Jump acompañado de un simple, sencillo y barato videoclip. Y si bien la calidad de la canción es discutible, no lo es su impacto a nivel comercial, que fue impresionante. Pero no terminó ahí la cosa porque se publicaron dos singles más acompañados de sendos videoclips (era la época en la que la MTV tenía una muy poderosa influencia en el negocio de la música) que auparon a 1984 a la categoría de disco multiplatino, con ventas de millones y millones de copias. Dichos singles fueron Panama y Hot for Teacher, canción esta última cuyo videoclip de apoyo era francamente simpático, desde luego. Pero todo tiene un final en la vida y los días como cantante de Diamond Dave al frente de Van Halen estaban contados.

La larga travesía en el desierto

En medio de agrias polémicas, cruces de declaraciones y, sobre todo, de mucha mala leche mutua, la formación original de Van Halen, que tantos éxitos habían creado, se separaba. Dave Lee Roth abandonaba la nave para empezar una carrera solista, mientras el resto de la banda reclutaba a un nuevo cantante para continuar su andadura. No es este el artículo pensado para extenderse sobre la carrera del grupo posterior a 1985, pero la verdad es que tanto Roth como sus ex compañeros alternaron algunos momentos brillantes con otros bastante lamentables. El cantante comenzó su carrera en solitario con bastante éxito y con una banda en la que militaban Steve Vai y Billy Sheehan entre otros y sus primeros discos y giras cumplieron las expectativas. Sin embargo, el cambio de década no le sentó bien a nuestro amigo y el grunge casi lo borra del mapa. El resto, continuaron grabando discos con Sammy Hagar, con bastante éxito aunque sin llegar a la calidad de aquellos primeros títulos imprescindibles. Incluso llegaron a publicar un disco en directo (una pena que no lo hicieran antes). Pero al final también despidieron a Hagar a final de los 90´s y ahí comenzó una situación esperpéntica que duró casi 15 años, con polémicas, piques a tres bandas entre los hermanos Van Halen. Hagar y Roth, reuniones, con posteriores separaciones para reunirse de nuevo… cosas de ese tipo. Además, un perdidísimo Eddie llegó a fichar en 1998 como cantante del grupo a… Gary Cherone!!!!!!! De Extreme!!!!! Una decisión que nadie entendió en su momento. Bueno, ni en su momento, ni nunca. Grabaron juntos un engendro del cual nadie quiere acordarse y a continuación intentaron una reunión con Dave, cuya carrera estaba en ese momento (hablamos de 2001) en horas bajas que no salió bien. La separación volvió a ser amarga en medio de cruces de acusaciones varias. Tras eso, trató de recurrir, en una decisión difícil de entender también, a una reunión con Sammy Hagar que… sorpresa!!!! tampoco salió bien!!!! Además, Michael Antony, cometió la osadía de tocar en alguna ocasión con Hagar, del que seguía siendo amigo. Tal atrevimiento (una traición a ojos de los hermanos) le costó su puesto de bajista en la banda. Eddie Van Halen, sobre 2004-2005 era, según su entorno, un hombre amargado, casi intratable y que había perdido la ilusión, además de padecer un cáncer del que pudo salir, por fortuna. Tras unos años de retiro, finalmente, el milagro llegó en el año 2011. La banda anunciaba que se reunía nuevamente con David Lee Roth para una serie de conciertos por Estados Unidos. Y para, posiblemente, grabar un disco. Anthony no había sido perdonado y no fue invitado a unirse a la fiesta, ocupando su puesto el hijo de Alex, Pero bueno, sin ser una reunión completa, levantó muchas expectativas que no fueron defraudadas. La primera gira mostró a la banda en forma, con unos Van Halen rejuvenecidos, un Dave Lee Roth recordando al gran frontman que había sido y un Eddie que había recuperado la ilusión. Finalmente en 2012 se publicó el disco A Different Kind of Truth, el primero con canciones nuevas desde 1998. Un muy buen disco que por momentos parecía la continuación natural de 1984. Y a final del pasado 2015, llegaba, por fin, el ansiado disco en directo. Un disco doble que reúne casi todos los clásicos de su discografía y que es muy, pero que muy recomendable. Pero esta segunda etapa con Roth y los años de Sammy Hagar serán objeto de atención en otro artículo en el futuro. Ahora solo queda esperar a que Eddie Van Halen abra el baúl de los recuerdos y publique rarezas y material inédito. En ese aspecto han sido un grupo totalmente rácano con sus fans. Reediciones en CD sin un mísero extra y, al contrario que otros grupos, ni una box set con inéditos, caras B´s, directos y cosas así. Esperemos que pongan remedio a eso.

Mientras tanto, la primavera está al caer. Pinchemos Women and Children First una vez más y… ¡ ¡A disfrutar!


Discografía comentada:
Van Halen I (Warner, 1978)
Van Halen II (Warner, 1979)
Women and Children First (Warner, 1980)
Fair Warning (Warner, 1981)
Diver Down (Warner, 1982)
1984 (Warner, 1984)