Por Carlos Salvador
Sello: Knockturne Records

Poco grupos hay que encierren tanto misterio y extrañeza como Pylar, quienes llamaron la atención hace tres años con un debut que ya es para algunos de nosotros un hito, el perturbador Poderoso se alza en my. Un trabajo lleno de drones, de voces salidas de lo más profundo de la tierra, percusiones, trompa, numerología, simbología, y riffs gigantescos que aparecen cuando menos lo espera el desorientado oyente. Todo ello como un ritual de invocación a abrir las puertas a otras realidades, alejados de cualquier tipo de atadura. Una locura.

Siguió He venydo a reclamar my trono, mastodóntico disco más convencional en lo musical formado por un extenso y único tema, pero que seguía ahondando en civilizaciones antiguas, diosas pre-cristianas, mitos y leyendas.

Porque si algo caracteriza a Pylar es la fascinación por culturas ancestrales, la magia que hay en ellas y el poder de la música y los ritos. Así que la pregunta es… ¿pueden llegar a hacer que el oyente sea partícipe de lo que suena?, ¿cómo puede alguien sentirse identificado con algo así y no tomárselo como una broma de dimensiones cósmicas, nunca mejor dicho?…Pues bien, coged esos discos y hacedlos sonar en una playa desierta. O en la montaña más alta a la que podáis llegar. Solos, en medio de la nada. O mejor dicho, en medio de la naturaleza. Es imposible no sentir nada. Porque esta música se siente, no hay porqué entenderla. Y requiere su tiempo.PYLAR2

Todo esto se mantiene en La gran obra, su más reciente entrega de nuevo a través de Knockturne Records. Dos temas de idéntica duración que presentan en formato de cinta de cassette, uno por cada cara, en edición limitada de 113 copias. Según ellos el número que abre un umbral hacia la demencia. Según yo una tocada de cojones porque mi walkman murió hace ya muchos años y me gustaría tener el disco al menos en Cd, ya que el arte gráfico de sus discos es espectacular, en esta ocasión obra de Lord Graograman…por suerte pueden escucharse los temas en su bandcamp…

Un hipnótico y siniestro piano abre La gran obra, y poco a poco se van sumando percusiones y los lamentos de Lengua de Carpa, hasta que casi sin darse cuenta el oyente se ve arrastrado hacia un sonido sucio y desenfocado, de una banda tocando instrumentos que parecen podridos y rotos, en otro tiempo y otro lugar. La segunda parte de la canción entra con acordes de guitarra, con percusiones y gritos de fondo de una intensidad que poco a poco llegan a asustar…y llega el desenlace, tercera y última parte, llega la distorsión, apabullante noise doom. Veintiséis minutos que se hacen cortos.

La sorpresa llega cuando el segundo tema, Speculum, es La gran obra del revés, un reflejo que forma un círculo infinito de repetición.Y aunque no puedan compararse con nadie, tal vez puedan servir de referencia las partes más dementes del Tago Mago de Can, o los Orthodox más telúricos de Templos y Sentencia. Una vez más, lo mejor es que cada uno juzgue por sí mismo…

“…todos los altos iniciados tienen el poder, por medio de la transmisión de pensamiento, de inculcar en las mentes de las personas que son suficientemente receptivas, las ideas que consideren convenientes…”

Que así sea…yo sólo puedo aplaudir los caminos de Lengua de Carpa, Gamaheo, Trarames, Bar-Gal y el Numinoso Círculo Atlante…esperando poder asistir a uno de sus ritualistas conciertos.


 

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01. La Gran Obra
02. Speculum