Por Rafa Diablorock.
Sello: Nuclear Blast.
Hay muchos discos que consiguen evocar un viaje. Algunos álbumes, según su estilo, parecen paseos espaciales, otros transmiten imágenes paisajísticas, y otros pueden trasladarte a una infernal travesía hacia la locura. Son varios días los que llevo dejándome los tímpanos con este Ode to the Flame, y finalmente puedo afirmar que para mí significa un breve y agónico viaje a través de una negra mina de carbón. Casi no podrás dominar una respiración agitada, el sabor a sudor no saldrá de tu boca, mientras este dúo alemán te abre paso hacia lo más oscuro a base de despellejarse a golpes de pico y pala (Sludge, Post-Metal, Stoner), con los que a veces saltarán chispas y centellearán sus herramientas (Black Metal).
Ode to the Flame es un trabajo de digestión lenta. Tiene el inconveniente de que en principio puede parecer homogéneo, pero nada más lejos de la realidad. Es un disco suculento, plagado de detalles, aunque en principio requiera un esfuerzo en tu atención por su registro duro y su tosca producción. La banda definitivamente se revalida como un nuevo referente de crossover y metal, dentro de un estilo muy similar al de su debut pero con cierto remate épico/metálico del que adolecía su primer disco. Una vez te haces con el disco -o él contigo- el disfrute del mismo será inevitable. El modo en que se combinan las influencias (Melvins, Motorhead, Helmet, Black Metal) resulta de una coherencia absoluta.
Producción real y ejecución con una rabia e intensidad extrema. Con voces, guitarras y baterías a volumen 11. El acierto compositivo en ciertos estribillos es totalmente contagioso, con «Era Borealis» u «Oz» como mejores ejemplos. La ristra de temas es de una enorme calidad, me quedo con todos y no me sobra ninguno. Tú dame riffs y llámame tonto. «I Omen» es la más diversa del álbum, avanzando a porrazos hacia una fase central pausada que da paso a un final desatado. Llamativa también «Schwanenstein», de unas densas atmósferas, y una sección final muy veloz, base de blast-beats blacker; al contrario de «Cross the Cross» o «The Hint«, donde la pesadez del doom toman las riendas.
Si no los conoces, te recomiendo que lo escuches a volumen muy alto y prestando atención. Si ya te envenenaron con su debut, baja la guardia que no tienes escapatoria.
MANTAR son:
Hanno – vocals, guitars
Erinc – drums, vocals
01. Carnal Rising
02. Praise The Plague
03. Era Borealis
04. The Hint
05. Born Reversed
06. Oz
07. I, Omen
08. Cross The Cross
09. Schwanenstein
10. Sundowning