Por Carlos Salvador.
Sello: Spinefarm Records
Publicación: 29 abril 2016

Siempre se habla del difícil segundo disco en los grupos. Ya se sabe, hay que crear algo nuevo en poco tiempo y en medio de giras con las que intentas darte a conocer. Si además tu primer disco sorprendió por el buen hacer y la frescura de una banda joven en estos tiempos, añadimos también la presión por repetir el acierto. Y Rosalie Cunningham, cantante, compositora, multi instrumentista y, en definitiva, la persona alrededor de quien gira Purson, logra con creces seguir la estela de The Circle and the Blue Door, un excelente debut de rock y psicodelia, y continuar con la apertura de miras que se adivinaba en el Ep In the Meantime hacia terrenos más pop y folk.

Desde la impactante portada y juntando todas sus influencias, Desire´s Magic Theatre es un personalísimo homenaje a la mejor música hecha entre 1967 y 1973. Desde Sgt.Pepper hasta Ziggy Stardust, desde Jimi Hendrix hasta Pink Floyd, pasando por King Crimson, The Pretty Things, The Doors o el sunshine pop de The Millenium. Aquí se junta rock psicodélico, folk oscuro, glam, melodías pop para enmarcar, arrebatos jazz, heavy prog, y esa voz que tanto llamó la atención desde su primera canción. Porque hacía falta alguien con carisma, una voz reconocible que no se dedicara a gritar, que supiera cuando dejar que la música se explayase, alguien que supiera…cantar.

La diferencia con su debut es notable en cuanto a producción. Más arreglos y multitud de detalles que enriquecen las canciones con arreglos de cuerda y viento, con saxofones y mellotron. También en el tono de las canciones. Si el primer disco era más oscuro, fruto de las propias circunstancias de Cunningham en una mala época y que hizo que ella se encargara prácticamente de toda la instrumentación, ahora la sensación es de más luminosidad, de haber hecho exactamente lo que quería contando finalmente con un grupo que le respalde, destacando el andrógino teclista Samuel Robinson. Menos ocultismo y más pop colorista y psicodélico. Aunque no siempre es así…

PURSON2

Ya con el tema titular que abre el álbum se evidencia que han contado con más medios y más disponibilidad para jugar y experimentar en el estudio. Seis minutos largos que son un caleidoscopio musical que estalla en múltiples direcciones, como adelantando todos los estilos que se desarrollan en el álbum. El inicio con sonidos de traqueteo de tren y aplausos, además de homenaje a Sgt.Pepper´s, ya indica el viaje en el que quieren sumergir al oyente.

Electric Landlady es el excelente primer single, homenaje nada disimulado con ese riff y ese título al Dios Hendrix. Con Dead Dodo Down y Pedigree Chums no se olvidan de la oscuridad de serie B de su debut, ésta última con un espectacular saxo que lleva la canción a uno de los momentos álgidos del disco. Y no son pocos. The Sky Parade con sus aires de folk sinfónico y su caótico final deja claro que no es necesario inventar ningún estilo nuevo para poder emocionar al oyente.

La segunda parte del disco deja de lado la oscuridad de las últimas canciones y abre con The Window Cleaner, segundo single y psicodelia pop en todo su esplendor. Al igual que The way it is, de nuevo Pop con mayúsculas, una joya que en otro tiempo habría sido un clásico instantáneo, digna de los mejores Zombies. Y una de las características de Purson se da aquí. Pese a la luminosidad de la canción, parece que Cunningham se resista a hace una canción digamos…”feliz”…siempre hay unos acordes que no pueden evitar oscurecer el tono de la canción.

El tramo final arranca con la enérgica Mr.Howard, tremendo tema con un inicio que Marc Bolan aprobaría sonriendo. Rock y psicodelia glam. Muy grande. Al igual que I know, maravillosa con sus aires a lo Abbey Road.

Para el final queda la canción más arriesgada y tal vez la cima del disco, The Bitter Suite, que como su nombre indica se fragmenta en múltiples estilos, en una “canción de canciones” con aires de cabaret siniestro, buscando a los Beatles de finales de década, la fantasía de Bowie, e incluso la grandilocuencia de unos Queen. Fin del viaje y el sonido del tren que se aleja cerrando el disco como si una de una lisérgica ópera rock de principios de los 70 se tratara.

Si su debut se cerraba con Tragic Catastrophe, una canción con la que Rosalie Cunningham parecía lamentarse de no haber vivido los años grandes del Rock, cuando una foto de Ziggy Stardust haciéndole una felación a la guitarra de Ronson podía poner tu mundo al revés, o la simbología de los discos de Led Zeppelin hacer volar tu imaginación, puede estar orgullosa de haber parido un disco que no sólo sirve de homenaje a esa época y ese estilo de rock, si no que lo ha hecho siendo creíble, sin caer en el plagio, y es que seguramente sólo la época en la que ha sido publicado evitará que tenga la repercusión que merece.


Purson-Desires-Magic-Theatre-cover

1. Desire’s Magic Theatre
2. Electric Landlady
3. Dead Dodo Down
4. Pedigree Chums
5. The Sky Parade
6. The Window Cleaner
7. The Way It Is
8. Mr Howard
9. I Know
10. The Bitter Suite