De nuevo tenemos que relacionar las palabras «atentado» y «música», muy lamentable. Tal y como informa la agencia EFE, un refugiado sirio que sufría trastornos psiquiátricos pereció la noche del domingo en un atentado con bomba que cometió contra un festival de música pop al que asistian ,ás de 2500 personas en la ciudad bávara de Ansbach, al sur de Alemania, que vive una semana negra de ataques mortíferos.
«Se trata desgraciadamente de un nuevo atentado terrible, que aumenta sin duda la inquietud de la gente», declaró el ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann en el lugar del atentado.
Los socorristas intentaron en vano reanimar al autor de la explosión, que hirió a 12 personas, tres de gravedad. Herrmann indicó que las autoridades querían verificar si se trata de un atentado islamista. «No se puede excluir que sea el caso», dijo. El hecho de haber querido atentar contra la vida ajena juega en favor de esta hipótesis, añadió.
El subdirector de la policía de Ansbach, Roman Fertinger, habló de «indicios» de que se habían añadido trozos de metal a la carga explosiva. El autor del atentado, cuya solicitud de asilo fue rechazada hace un año, tenía laintención de «impedir» la celebración de un festival de música pop al que asistían más de 2.500 personas en la ciudad, según Herrmann.
Intentó entrar en el recinto del festival pero tuvo que dar marcha atrás por la noche porque no tenía entrada. La bomba estalló a las 22:00 h. locales (20:00 h. GMT) delante de un restaurante situado muy cerca de la entrada del festival.