leyenda

Por Carlos Salvador.
Sello: Young God Records.
Productor: Michael Gira.


Según Michael Gira, amo y señor de Swans, este es el último disco de la actual formación de la banda. Lo cual no quiere decir que sea el final del grupo, si no el final de esta etapa sonora.

Porque The Glowing Man es el cierre a una trilogía de discos dobles, excesivos, que empezó con The Seer (2012) y continuó con To be kind (2014). Antes, en 2010, My father will guide me up a rope to the sky significó el más que interesante retorno del grupo tras un parón de más de diez años. Un disco que con la perspectiva que da el tiempo parece una especie de prólogo o ensayo para lo que tenía que venir.

Y es que curiosamente este retorno les ha traído más reconocimiento y fama de la que nunca tuvieran en la época 1983-1998, aun teniendo entonces discos capitales y tremebundos como Children of God, o Greed, o White light from the mouth of infinity, o…bueno, casi todo lo que publicaron.

Y digo curiosamente porque sus conciertos actuales siguen siendo de una intensidad fuera de lo normal, tal vez no tan físicos como antes pero sí a un volumen casi inhumano. Y porque esta serie de discos presenta unos Swans que lejos de acomodarse son una salvajada donde se junta el rock más personal que uno pueda imaginar, ritmos casi industriales, atmósferas enfermizas, ramalazos folk y after punk, ruidismo,…en unas canciones que se alargan en ocasiones hasta pasar la media hora y que consiguen mantener la atención del oyente. Algo nada fácil, igual que es casi imposible describir lo que suena ahí dentro…supongo que con la etiqueta experimental te evitas problemas. Pero tampoco es eso…simplemente son ellos.

Al igual que los dos anteriores discos, gran parte de las canciones de The Glowing Man se fueron gestando durante los conciertos de 2015, creciendo y cambiando a medida que avanzaba la gira, y como una consecuencia o prolongación en algunos casos de las canciones de To be kind. Y es este uno de los grandes aciertos de sus últimos trabajos, porque pocas veces se ha reflejado tan bien en disco eso que muchos persiguen de trasladar al estudio la energía del directo, y además hacerlo con un tratamiento del sonido y las texturas hasta el mínimo detalle. Pese al caos sonoro de algunas partes, puede distinguirse toda la maraña de instrumentos que montan semejante ruidera, al igual que en la partes más delicadas.

La ambiental Cloud of forgetting da inicio a la despedida, y aquí encaja como un guante decir que la canción fluye y avanza sin que te des cuenta de que cada vez hay más instrumentos, que cada vez el volumen es más fuerte, hasta llegar a la explosión final. Una introducción perfecta con ecos a los Pink Floyd iniciales o los Doors más atmosféricos, no sonando exactamente como ellos, más bien creando las mismas sensaciones.

Su complemento Cloud of unknowing ya se alarga y hace de la repetición uno de sus principales motivos. Los Swans más excesivos y agobiantes, en el buen sentido, exigiendo al oyente que ponga de su parte, porque ellos no lo van a poner nada fácil si se quiere entrar en su juego. The world looks red/The world looks black es uno de los mejores momentos del disco, con una letra que el propio Gira cedió a Sonic Youth para su The world looks red en 1982, aunque ese es el único parecido. La música vuelve a retomar los mantras y el piano de Cloud of forgetting en catorce minutos ambientales con unas melodías que se van transformando durante todo el minutaje. People like us cierra el primer disco, más calmado, con Gira como un crooner sacado de algún antro oscuro, y ya se advierte que aunque este sea el vértice más ambiental de la trilogía, la intensidad y la mala baba siguen ahí.

El segundo disco abre con Frankie M, con una fantasmagórica y larga introducción de voces superpuestas hasta que todo estalla por los aires en otro de los momentos álgidos del disco. When will I return, con la mujer de Gira, Jennifer, a las voces, da paso al tema más extenso del disco, la titular The Glowing Man, que nació como una prolongación del Bring the sun del disco anterior, en un exceso de ruido y repetición que se va transformando en una cabalgada a ritmo de Neu! y la Velvet. Sin embargo, de las canciones monstruo de más de media hora de duración que hay en estos discos, creo que esta es la menos conseguida, o tal vez es que ya no sorprende tanto como las anteriores. Entiendo entonces que Gira considere cerrar esta etapa del grupo. No se puede ir más allá.

Finally, peace cierra el disco como su nombre indica. Tal vez como la cara más amable de un disco y un grupo que nunca lo han sido. Tras el exorcismo anterior el contraste funciona, sonando casi…alegres. O más bien liberados, siendo la canción como es deliberadamente una despedida.

En cualquier caso, un cierre perfecto para una trilogía que ya es uno de los momentos más tremendos del rock en lo que va de siglo. Sólo queda saber hacia dónde irán a partir de ahora.


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swans-glowingman

1.Cloud of Forgetting
2.Cloud of Unknowing
3.The World Looks Red / The World Looks Black
4.People Like Us
5.Frankie M.
6.When Will I Return?
7.The Glowing Man
8.Finally, Peace.