Destruction, Flotsam & Jetsam, Enforcer, Nervosa.
Sala Custom, Sevilla.
Martes 27 de septiembre de 2016.

Texto y fotos: Rafa Diablorock


Brutal paliza la que nos pegamos anoche en la cita sevillana del tour de cuatro fechas que Destruction está realizando por nuestro país. La banda alemana de Thrash Metal trajo consigo un cartel formidable, con otra leyenda americana como Flotsam & Jetsam, los macarras suecos Enforcer y las brasileñas Nervosa. Un apetitoso ramillete de bandas que no desaprovecharon la oportunidad de agradar a una concurrida audiencia sevillana en la magnífica Sala Custom. Algún día entenderé la razón por la que este tipo de giras no recaen por el sur más frecuentemente; ayer volvió a quedar demostrado que aquí abajo hay un público fiel y entregado que responde, con la suerte de contar con salas que más quisieran en otras ciudades. No nos queda otra que aplaudir a la promotora MadnessLive el que esta vez hayan incluido a Sevilla en una de sus giras, y cruzaremos los dedos para que cosas así se repitan regularmente.

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Los brasileñas Nervosa son las encargadas de abrir fuego en esta gira; pese a la temprana hora y que era un martes, las thrasher cariocas pudieron mostrar su espectáculo a un considerable público. Espectáculo que no es otro que defender más que dignamente su contundente Thrash salpicado de Death, y ello teniendo en cuenta que el trío viene acompañado de una batería provisional, Samantha Landa, que suplanta temporalmente «con alfileres» (todo hay que decirlo) a Pitchu Ferraz, quien abandonó la banda en julio. Prika Amaral se defiende la perfección a las seis, cuerdas riffeando certeramente, y es Fernanda Lira la que realmente sostiene al trío femenino con su presencia escénica, voz y solvencia al bajo. Pese a que no son lo más técnico del panorama, el trío es llamativamente agresivo. El repertorio escogido para la ocasión recogía a partes iguales temas de sus dos únicos discos, desatándose la locura en la final «Into Moshpit» con la que cerraron su actuación de poco más de 30 minutos.

Nervosa  
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Ya sabía que Enforcer son una macarrada de campeonato, pero no me podía imaginar hasta qué punto son capaces de hacer propio todo lo obvio del Heavy Metal más ortodoxo y que parezca auténtico. Todo lo que hacen los suecos se lo creen, especialmente su frontman Olof Wikstrand, continuamente regalandose a la cámara y arengando al público. Enforcer elevaron la electricidad estática y el olor a cuero en la sala en 45 sudorosos minutos de puro Heavy Metal de vieja escuela, de ese que nació y creció antes que ellos y sin embargo son capaces de volver a traer a un escenario. El cuarteto no puede ser más 80’s… pelucazas, cuero, botas tachuelas, sombra de ojos y gibsons blancas… no paran de avivar al público y hacer todo tipo de poses que rozan la coreografía, y ojo, todo ello mientras suenan grandes temas, mayoritariamente de su último disco, «From Beyond» 2015. El show fue de menos a más en cuanto a respuesta del público, con puntos álgidos en temas como el propio «From Beyond» o «Take Me Out of This Nightmare«, que en vivo suenan aún más poderosas y kinkis. Actitud Heavy Metal y sonido electrizante de unos Enforcer que tenían aparcada en la calle de atrás su máquina del tiempo.

Enforcer:
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La única banda americana del día no podía ser más emblemática, Flotsam & Jetsam, que venían presentando su reciente último disco homónimo. La banda formada en 1984 venía con dos miembros fundadores, Michael Gilbert y Eric A.K., quienes perfectamente acompañados pusieron con su nítido Heavy/Thrash la nota elegante del cartel. El modo acertado de alternar clásicos con novedades dotó al conjunto de la actuación del dinamismo que se echó de menos en el resto de bandas. Sin embargo no todo iba a ser positivo, encontré un Eric algo justo de voz y, sobre todo, un escenario al que le faltó algo de magnetismo; no pudimos ver una banda especialmente entregada, y encontré a un Michael Gilbert demasiado apático, que parecía tener los pies clavados al suelo de la parte izquierda del escenario. En cualquier caso, con un sonido limpio y de gran relieve, fuimos testigos de una gran actuación, que tuvo un punto noventero en la inesperada Smoked Out, que ayudó propulsar el final del concierto con el esperado clásico No Place for Disgrace.

Flotsam & Jetsam:
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Y después de reforzar los pilares de la Sala Custom, Destruction salieron con toda su frenética carga de explosivos para hacerlos detonar uno tras otro sin ningún tipo de titubeo. El plato fuerte del cartel salió montado en la apisonadora y mantuvo el ritmo frenético durante hora y media de tralla, algo que para algunos significó un inconveniente, ya que el registro permanente de la legendaria banda puede llegar a saturar a quienes no son fieles amantes del grupo. Con un vistoso escenario, con telón de fondo y banderolas con motivos de Under Attack, la banda formada hace 34 años centró su repertorio en temas de su primer y último disco, casando asombrosamente bien entre ellos. Schmier es un auténtico animal, su presencia y actitud en vivo sigue siendo un valor importantísimo, atacando de manera fiera su bajo y cambiando de micro por todo el escenario a la vez que sacude violentamente su melena. Mike sin embargo, con la mitad de peso que Scmier (literalmente), se muestra en un segundo plano, ejecutando a la perfección sus afilados guitarrazos y armónicos con una solvencia formidable. En resumen, un rodillo de Thrash que no se puede catalogar ni de viejo ni de nuevo, sino de eterno.

Destruction:
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