Por Francis Sarabia.
Sello: Burningshed
Tras 16 años en el dique seco, y varios cambios de formación realmente importantes, casi nadie daba un céntimo por lo nuevo de Kansas. Después de no sacar material desde ‘Somewhere to Elsewhere‘ del 2000 y de perder a su líder hace dos años, el carismático Steve Walsh, la banda parecía a la deriva, pero nada más lejos de la realidad. En este nuevo álbum, demuestran que han vuelto para quedarse, y que van a por todas.
Con el adelanto de cuatro temas que ofreció el grupo hace unos meses, nos devolvieron la esperanza, sospechando que podría ser un gran disco dentro del género rock sinfónico-AOR-progresivo, y así es. Nada más comenzar, tenemos With this heart, una declaración de intenciones en forma de medio tiempo donde destaca la voz del sustituto de Walsh, Ronnie Platt, y cuya labor vocal a lo largo de todo el disco es fantástica. Hay hueco para canciones más progresivas, como Visbility Zero, Rhythm Of The Spirit o The Voyage Of The Eight Eigteen (en la cual el cantante se ocupa del piano), donde la banda muestra todo su potencial ofreciendo pasajes en los que combinan todos los instrumentos de forma magistral. Mucha presencia de teclado y violines, sin dejar de lado las guitarras y Platt brillando en todo momento. Refugee me ha llamado especialmente la atención, una canción acústica donde teclados y violín apoyan a la voz para ir subiendo la intensidad creando ambientes sin perder un ápice de sentimiento durante todo el tema.
Camouflage, Crowded Isolation y Summer son los temas más hard rock del disco, con intros impresionantes (especialmente en el primero de los dos) y melodías de violín y estribillos para quitarse el sombrero. Como curiosidad, Summer es el único tema que no canta Platt. Se ocupa de las tareas vocales aquí el bajista Billy Greer, haciéndolo además muy bien. Cierra el disco Section 60, un precioso tema instrumental lleno de emotividad y fuerza en el que destaca el trabajo guitarrístico de Richard Williams y Zak Rizvi por encima del resto. Mención especial merecen el legendario batería Phil Ehart (único miembro clásico junto a Williams), David Manion en los pianos y teclados, y sobre todo David Ragsdale, cuyo trabajo con el violín es inconmensurable en todo el álbum. Llaman la atención la producción (a cargo de Rizvi, Ehart y Williams), limpia, cristalina, elegante y capaz de envolverte de principio a fin, y el nuevo fichaje Ronnie Platt, una voz a tener muy en cuenta en el futuro si sigue haciéndolo así de bien.
Una gran alegría y grata sorpresa para los amantes del rock más sinfónico y progresivo. Sólo falta ver como suenan en directo las canciones de este The Prelude Implicit, porque si se lo montan tan bien como en el disco, los conciertos pueden ser una gran experiencia.
“With This Heart”
“Visibility Zero”
“The Unsung Heroes”
“Rhythm in the Spirit”
“Refugee”
“The Voyage of Eight Eighteen”
“Camouflage”
“Summer”
“Crowded Isolation”
“Section 60″