Por Guede.
Sello: Fuzzorama Records/Century Media Records
Productores: Mr. Dango, Oskar Cedermalm
Todavía con el buen regusto que nos dejó el anterior álbum, Universe, tenemos de vuelta a la banda sueca con su flamante nuevo disco bajo el brazo. Y de qué manera regresan… Con el apoyo de un gran sello, como es el caso de Century Media, Truckfighters han podido tener la tranquilidad indispensable para la creación de esta sobresaliente obra.
V, como es fácil de suponer, es el título de su quinto trabajo en estudio, y no es ni más ni menos que un paso adelante en la evolución de su sonido iniciada ya en Universe. Continúan practicando un stoner, diría yo, muy refinado, de alta escuela, muy limpio y pulcro pero que cada vez más está derivando hacia unos complejos desarrollos progresísticos, que a veces nos recuerda a los mismísimos Tool. Y no es una afirmación gratuita. Canciones como el single Hawkshaw o The Contract, contienen varios pasajes de impecable ejecución técnica.
Pero no nos echemos las manos a la cabeza, porque la esencia del grupo sigue intacta, teniendo en ese sonido Fuzz tan característico su mejor carta de presentación. La épica Calm before the storm, The 1, o Fiend nos remiten a los Truckfighters más clásicos, con buenas dosis de arrebatos de furia y psicodelia stoner. Y qué decir de la voz tan profunda y penetrante de Oskar Cedermalm, la cual se acopla perfectamente a la banda sonora como si de un instrumento más se tratase, quedando incluso en un resultón segundo plano.
V son 47 minutos de pura exquisitez musical. La banda está en estado de gracia. No hay discusión posible o controversia sobre si tiempos pasados fueron mejores. La evolución es una constante, y en este caso, un acierto. Tanto Oskar Cedermalm como Niklas Källgren consiguen sacar el máximo rendimiento a sus capacidades. Para esta ocasión han contado con la ayuda de Daniel «El Danno» Israelsson a la batería, que esperemos que su trayectoria en la banda no se reduzca tan sólo a la grabación de este disco. Merece la pena reseñar la colaboración también a las baquetas, en el contundente corte The 1, del magnífico Peter Damin, conocido por haber participado en el disco de Paradise lost, Faith Divides Us.