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Por Francis Sarabia.


Al fin tenemos en nuestras manos uno de los discos más esperados del año en lo que a rock clásico se refiere; y es que tras el anterior Holding all the Roses, había una gran expectación por saber qué nos depararía de nuevo el combo de Atlanta.

Lo primero que llama la atención nada más comenzar Waiting for the thunder, es que el hecho de encargarse ellos mismos de la producción ha sido un gran acierto. Después de algún experimento un tanto «raro» en su anterior trabajo, una de las incógnitas era el sonido, pero podemos estar más que tranquilos en ese aspecto, porque el disco suena a los BBS de siempre, sin artificios ni experimentos por ningún sitio, una buena banda de rock abriendo el álbum con una guitarra que parece ser una declaración de intenciones y tocando como mejor saben.

Let it burn, sin ser un tema muy potente, tiene un aire a los años 50 que nunca habían intentado antes y que les ha quedado realmente bien. Con The good life nos presentan la primera balada del disco, una canción de corte sureño en la que destacan las melodías de los estribillos y una preciosa parte acústica a mitad del tema. What comes naturally es un medio tiempo con influencia blues que recuerda un poco a Ain´t got the blues de su aclamado Whipoorwill, mientras que Running through time es otro tema lento semi acústico que tiene el espíritu de Allman Brothers revoloteando por toda la canción. Si hay que ponerle algún pero a este Like an arrow, es que encontramos tres canciones lentas seguidas, porque siendo de gran calidad las tres, quizá resta un poco de dinamismo a la hora de escuchar el disco completo. Pero se nos olvida realmente pronto, porque inmediatamente nos encontramos con varios cortes de puro hard rock marca de la casa, y es que el tema título es de lo mejor del disco y quizá una de las mejores canciones que han hecho nunca.

Ought to know y Workin´for a workin´man siguen esa misma estela, con Starr cantando realmente bien en cada una de las canciones. De hecho me atrevería a decir que es el disco en el que por fin se ha destapado como un gran cantante, por supuesto, sin dejar de lado la guitarra, pero me da la impresión de que esta vez le han dado a las voces más importancia que anteriormente, lo cual es de agradecer, puesto que engrandece cada canción del disco. En Sunrise in Texas dan rienda suelta a su vena sureña de manera sublime, siendo el tema más épico y evocador del álbum, y creciendo en intensidad en cada estrofa para llegar a unos solos que serían capaces de levantar a un muerto. Ain´t gonna wait es un bonito corte folk en el que predomina el gran trabajo de las guitarras acústicas, mientras en Believe you me, se atreven por primera vez a mezclar el rock con el funk, recordando por momentos al mejor Stevie Wonder. El álbum se cierra con Free on the wing, otra canción de aires sureños, con el gran Gregg Allman como invitado en las voces. Una delicia, y un modo inmejorable de acabar la nueva obra.

En general, para este Like an arrow quizá hayan bajado un poco las revoluciones, pero ni un ápice la calidad de sus composiciones ni su interpretación. Charlie Starr canta como nunca y las guitarras en todo el disco son inmejorables, además se atreven con estilos a los que no se habían acercado antes, y salen más que airosos de ellos. Puede que no sea un disco que entre a la primera, pero tras varias escuchas te engancha y te hace captar la grandeza que contiene en cada uno de los cortes.

Para los coleccionistas que gusten de tener el álbum original, y como es costumbre en la banda, han puesto a la venta infinidad de versiones del disco, tanto en cd como en vinilo. La banda seguirá siendo la punta de lanza del southern rock mientras sigan facturando discos de tanta calidad como éste.


blackberry

1. Waiting For The Thunder
2. Let It Burn
3. The Good Life
4. What Comes Naturally
5. Running Through Time
6. Like An Arrow
7. Ought To Know
8. Sunrise In Texas
9. Ain’t Gonna Wait
10. Workin’ For A Workin’ Man
11. Believe You Me
12. Free On The Wing (featuring Gregg Allman)