Por Beto Lagarda
Sello: Season of Mist
I, Vigilante fue un diamante en bruto para amantes del Post/Prog–Rock publicado hace seis años. Entonces, muy poca gente conocía a sus creadores, los británicos Crippled Black Phoenix, quienes tras varios años de trabajo tristemente siguen de momento sin la atención que merecen.
Vamos por partes, CBP nace en 2004 fruto de la inquietudes y ganas de experimentación del multi-instrumentista Justin Greaves, quien fue batería del grupo stoner Iron Monkey y pasó unos años en la formación de Electric Wizard. Reclutó a varios colegas de bandas como Mogwai , Esoteric, Gong o Portishead (casi nada), lo que dotó de su proyecto ecléctico todo un multiestilos; difíciles de catalogar y camaleónicos álbum tras álbum. Si tras I, Vigilante el grupo pareció estancarse y dejó de lado el efecto sorpresa de sus primeros álbumes, en el trabajo que nos presentan en esta recta final de 2016 nos sacuden a base de genialidad.
Bronze, una mezcla de sabores, una combinación entre las atmósferas Pinkfloydianas y oscuros pasajes Doom Metal herederos de Black Sabbath. Pasearse por cualquier trabajo de CBP deja una sensación de melancolía y nostalgia, pero en Bronze, la sensación es mucho más oscura. El álbum trata sobre un lucha personal contra los demonios internos del ser, una lucha que el propio Justin ha declarado haber sufrido tras superar una fuerte depresión. Un trabajo angustioso y emotivo, con una personalidad y composición al alcance de muy pocas mentes.
Entrando en el álbum, tras la intro Dead Imperial Bastard, nueve temas (once en la edición especial, cual recomiendo modestamente), la mayoría superando los 5 minutos, compitiendo codo con codo para ser mejor que el anterior. Temas directos, que no menos elaborados, en el primer tramo del disco con Deviant Burials y No Fun. Temas de altísima calidad como Champions of Disturbance , de 9 minutos, o We are the Darkeners, serán las delicias de los amantes del rock más progresivo. O también encontramos Goodbye Then con una atmósfera parecida a la de Planet Caravan de Black Sabbath, o la bellísima Turn to Stone.
Veremos si con Bronze dan el salto, más que merecido, para codearse entre los grandes del prog actual, o simplemente se sienten confortables en este escalón donde pueden seguir experimentando, evolucionando, y dotando en su sonido de mil y una capas y sensaciones. Nosotros seguiremos disfrutando de ellos y su amada melancolía.
Tracklist:
