Por Jaime Taboada.
Poco hemos sabido de Greg Prevost desde la disolución de la banda que lo vió crecer como artista, los nunca suficientemente valorados The Chesterfield Kings. Una lástima la decisión de la banda de no continuar su carrera tras la publicación de su directo Got Live….If You Want! Lo tenían todo para triunfar. Excelentes compositores (sobre todo Prevost y su mano derecha Andy Babiuk), liderados por un carismático cantante que en directo era todo un ciclón. Discos que tocaron varios estilos entre el garage, el blues, el rock stoniano o la psicodelia. Y fueron punta de lanza del sello Wicked Cool, mediante el que Little Steven pretendió dar difusión a una serie de bandas que no tenían cabida en los catálogos de las majors. Lo tenían todo, pero no consiguieron llegar, ni por asomo, tan lejos como merecían. Me figuro que tras décadas de dejarse la piel al final, la sensación de fracaso pudo con ellos.
Tras la disolución del grupo, supimos de Andy Babiuk gracias a la publicación de un libro acerca de todos los instrumentos (modelos, características, momentos en los que fueron utilizados) que los Beatles utilizaron a lo largo de su carrera. Una obra inesperada que no he podido leer, pero que demuestra que estamos ante un tipo que era mas que un músico. Posteriormente, repetiría la jugada, con otro libro acerca de los instrumentos y equipo usado por los Stones, en este caso, a medias con el propio Prevost, erudito en materia stoniana. Ejemplo de dos tipos que no solo se limitaban a hacer música. La vivían, la respiraban. Pero lo que queremos de personajes como estos es rock and roll. Y ya en 2012, Prevost, asomaba la cabeza con un single en el que le daba al blues del delta cosa mala. Y al año siguiente nos ofrecía una de las grandes sorpresas de 2013. Rebautizado como Greg “Stackhouse” Prevost, publicaba Mississippi Murderer en el sello barcelonés Mean Disposition. Acompañado de Zachary Koch y Alex Patrick nos ofrecía doce temas entre el blues y el rock stoniano en lo que por momentos parecía una continuación del Let´s Go Get Stoned! de los Kings. Ahora, un Prevost que no ha parado de girar y tocar, vuelve a deleitarnos con otra gran obra. Universal Vagrant se titula y vuelve a ser editado por el sello Mean Disposition. A sus dos acompañantes, añade ahora a Keenan Bartlett, que si bien ya había participado en el anterior disco, no figuraba como miembro “oficial” de la banda. En Universal Vagrant, aporta fuerza y clase con el piano y el órgano.
¿Y qué nos aporta este nuevo disco del neoyorquino? Pues se podría decir que continúa en la línea de Mississippi Murderer. Afilado blues, slides, canciones que nos retrotraen a los Stones de 71 y un Prevost que ejerce de cruce imposible de Keith Richards y Johnny Thunders. Ya desde el inicio con Moanin´The Blues y Gin-Soaked Time Warp nos queda claro que el amigo Greg no está dispuesto a hacer concesiones ni a refinar su sonido de cara a la galería. Versiona a otro de sus ídolos como es Muddy Waters en Mean Red Spider y a Arthur Lee y sus Love en Signed DC y sale airoso en ambos casos. Pero hay más, mucho más. ¿Queréis una canción a lo Chuck Berry? Pues abrid una cerveza bien fría y pinchad Shot of Rock´n´Roll. Disfrutad del gospel blues sureño con Lord Shine a Light on Me, vibrad con un temazo como Hayseed Riot que sonará de maravilla en directo. O dejaros llevar por ese oscuro Evil on My Mind que parece inspirado en el sonido del Funhouse de The Stooges.
Un disco que sigue al 100% la máxima de It´s Only Rock´n´Roll, but I like It. Con clase, talento y elegancia. Y que representa a la perfección una guía de los gustos y obsesiones del autor, un irredento rockero que vive en su propio mundo en el que suena blues en todos los bares y en el que Jagger y Richards siguen siendo blancos con alma de negros. No va a cambiar este Universal Vagrant, la historia de la música. Y no va a convertir a Greg Prevost en una estrella. Y dudo que figure en muchas listas de esas de «Lo mejor de 2016». Pero si que hará las delicias de sus fans y de todo aquel que disfrute del rock crudo, sin edulcorar y que todavía se emocione con discos que, como éste, ante todo, emanan sinceridad y autenticidad. Poned el vinilo en el plato, dejad caer la aguja y, como reza la contraportada, ¡¡¡PLAY THIS ALBUM LOUD!!!
Cara A: Cara B:
Moanin´The Blues Shot of Rock´n´Roll
Gin-Soaked Time Warp Lord Shine a Light on Me
Signed D.C. Shitkicker Blues
Evil on my Mind Hayseed Riot
Mean Red Spider Codine