Por Manuel J. Gonzalez Florit


 

Como un halo de dulzura retrospectiva, los parisinos Perturbator sacuden los cimientos del roquero de a pie para hacerle sentir que ya nada importa, y mucho menos las estúpidas etiquetas. ¿Para qué limitar nuestra existencia a nivel experimentación? ¿Por qué cerrar los ojos cuando el arte es sincero aunque ya haya sido inventado? Todos deberíamos bailar, sudar lágrimas de colores, flotar y flotar, y flotar hasta que no quede nada, o lo que es más importante: olvidarnos de quienes fuimos, de quienes podemos llegar a ser. El retrowave vino a conquistar nuestras vidas.

 


https://perturbator.bandcamp.com/album/dangerous-days