Escrito por Beto Lagarda
Discográfica: Napalm Records
Nada más ni nada menos que tres años y medio han tardado Warbringer en encontrar el digno sucesor del buen IV: Empires Colapse. Los californianos vuelven dispuestos a desnucar a todo oyente, y es que con Woe to the Vanquished, el handbanging es obligado. Como mencionaba hace unos días en la crítica del último trabajo de los también thrashers Havok, Warbringer copa los altos puestos en la nueva ola de thrash mundial. Para hacer gala de ello, sus trabajos no son meros pasatiempos, están estudiados al milímetro.
El disco, producido por Mike Plotnikoff (Fear Factory, In Flames) y masterizado por Howie Weinberg (Pantera, Slayer) arranca con la arrolladora Silhouettes. Desde el principio ya nos dejan ver que estos Warbringer vuelven con ganas de arrasar con todo lo que se les ponga por delante. Y en los 41 minutos que dura este trabajo no hay tiempo para relajarse. Con un juego de riffs descomunales, cambios de ritmos a diestro y siniestro, y una batería incesante, Silhouettes se convierte rápidamente en uno de los mejores temas de toda la discografía de los americanos.
La tromba sigue con el tema homónimo del disco, Woe the the Vanquished, otro tema grandioso que arranca con la típica estructura thrash para enterrarnos en un marcado blastbeat, acompañado de un excepcional duelo de guitarras entre Adam Carroll y Chase Becker. En Reman Violent si se basan en el thrash más clásico, como antesala de las veloces Shellfire y Descending Blade, en las que Carlos Cruz demuestra su poderío tras los bombos.
Encaramos la recta final del disco con la oscura Spectral Asylum o la violenta Divinity of Flesh, en la que la agresividad es la premisa, en uno los temas más cortos del disco. Finalmente llegamos al cierre con When the guns fell silent, el tema más largo de la discografía de los californianos y uno de los mejores temas del LP. A pesar de sus más de 11 minutos, su variedad estilística y la cantidad de matices a descubrir hacen de esta suite un bellísimo final para este excelente retorno a escena de Warbringer.
Casi cuatro años de silencio han servido para madurar como músicos y para cocer con calma un enorme disco. Es difícil innovar dentro de un estilo tan consolidado como el thrash metal, pero Warbringer han logrado aportar un granito de arena muy interesante a esta, muy viva, escena.
Tracklist:
Silhouettes (4:45)
Woe to the Vanquished (4:01)
Remain Violent (3:24)
Shellfire (3:59)
Descending Blade (4:15)
Spectral Asylum (5:34)
Divinity of Flesh (3:50)
When the Guns fell Silent (11:12)