Por Manuel J. Gonzalez Florit


¿Cómo olvidar cuando descubrimos a aquel tipo cachas con ese enorme sol tatuado en la espalda? No era tan habitual contemplar tatuajes tan grandes en artistas, y bandas como Little Caesar quedaban ciertamente lejos de las masas. Ahora cualquier ridículo dj de diseño va tatuado hasta las cejas, pero en aquel entonces aquella imagen era poco más que demoledora; es más, seguramente ninguno de nosotros conocíamos a Mr. Henry Rollins como líder de la banda hardcore punk californiana, Black Flag, por lo que la sorpresa era mayor. Retrospectivas aparte, “End of Silence” nos mostró que la música podía ser de otra manera, que podía caminar por senderos irregulares, incómodos, y hasta agobiantes. Las guitarras de Chris Haskett seccionaban tu entendimiento, mientras sutilmente el tándem rítmico formado por Sim Cain y Andrew Weiss sustentaba una fórmula que no pertenecía a ningún mundo conocido. Esa era la magia, y con los fraseos vocales de Mr. Rollins, dulces y agresivos, embaucadores y mordaces; el efecto era inminente. Nunca es tarde para volver a hacer sonar “Tearing” o la contagiosa “What do you do”. Good Grief!!