El volumen 11 no le gusta a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ofrece informes alertando del riesgo del uso prolongado de escuchar música, especialmente con auriculares. El estudio afirma que más de mil millones de personas se encuentran en riesgo de perder audición debido a escuchar música a gran volumen. Por este motivo recomienda limitar a un máximo de una hora la escucha activa de música. Y además, a un volumen que no supere el 60% de la capacidad máxima del reproductor.
Se indica que casi el 50% de las personas con edades comprendidas entre los 12 y los 35 años están expuestas a niveles de sonido perjudiciales. La causa, según la propia OMS es el uso de dispositivos que requieren de auriculares. El problema es que muchas personas oyen música a más de 100 decibelios, volumen al que sólo deberíamos estar expuestos durante un máximo de quince minutos.
El doctor Ettiene Krug, director del Departamento de Prevención de Traumatismos de la OMS, alerta sobre el hecho de que «los jóvenes deben ser conscientes de que una vez pierdan la audición, no la recuperarán». Pero Krug no sólo incide en la responsabilidad de los afectados, sino que señala que la exposición a altos niveles de volumen debería ser algo controlado por los gobiernos, «que deberían adoptar leyes más estrictas en cuanto a la exposición al ruido; por ejemplo, obligando a los clubes a proporcionar salas de descanso y relajación».
Bueno, y a volumen 11 algún ratito…