Los Tiki Phantoms
Banda invitada: Los Wavy Gravies.
Sala: La fábrica de chocolate – Vigo. 28 de abril de 2017.
Crónica por Jaime Taboada.
Tenía muchas ganas de que llegara una de esas veladas rockeras en las que tenía depositadas muchas esperanzas. Los Tiki Phantoms ya habían tocado en Vigo unos cuantos años atrás y no habían defraudado absolutamente a nadie. Otras bandas tocan a menudo por esta ciudad, pero por alguna razón los Phantoms no habían sido una de ellas, por lo cual la expectación era elevada. Porque, la verdad, se me ocurren pocas maneras de comenzar mejor un fin de semana que un Tiki conciertazo.
Pero no adelantemos acontecimientos, porque lo que nos esperaba era un doble cartel que no solo colmó las expectativas, si no que las superó. Comenzó la noche con un potente concierto de Los Wavy Gravies, banda gallega que, en esta ocasión en formato de trío, dejaron muestra de su buen hacer con surf, garaje, rhythm & blues, ……rock´n´roll puro y duro sin adulterar. Entre sus temas propios y estupendas versiones de Flamin´ Groovies o Link Wray, hicieron moverse a todo el público que los recibió con curiosidad para despedirlos bailando con frenesí entre vítores y aplausos. Gozaron además de un gran sonido en una sala que no se distingue precisamente por ello. Excelente banda a la que habrá que seguir la pista y que, sin duda, se lo ponían difícil a las estrellas de la noche. Tras un breve rato de reposo, ideal para hidratarse convenientemente, comenzó la ceremonia que estábamos esperando. Los Tiki Phantoms tomaban al asalto el escenario y durante los siguientes 90 minutos, la locura se apoderó de todos nosotros.
Un concierto de estos tipos no es una experiencia convencional; es mas como un ritual de tintes casi religiosos. No en vano, el origen del cuarteto se sitúa en el Hawai de hace unos doscientos años atrás y nos lleva a extrañas leyendas locales con divinidades varias, volcanes en erupción, sacrificios y retorcidos cultos. Hay quien habla de que provienen de la Cataluña actual, pero eso son solo rumores sin fundamento alguno. El caso es que en un concierto de Los Tiki Phantoms hay, lógicamente, música. Pero también hay diversión, baile, desenfreno, y ritos varios. El grupo presentaba su disco Aventuras en Celuloide (brillante como es habitual en ellos) pero en realidad la presentación de ese trabajo no deja de ser una excusa para descargar rock´n´roll instrumental pasárselo muy muy bien. Gracias a Dios esta gente se ha propuesto que no nos olvidemos de lo que es pasarlo bien. Y consiguen lo que se proponen. Dudo mucho que nadie de quienes hayan asistido a alguno de sus conciertos haya experimentado algo parecido al aburrimiento.
Antes definía su directo como una ceremonia, y es que así es. Al igual que una misa o que algún otro ritual, las Tiki noches siguen unos pasos. Y la noche del viernes los vivimos todos. Desde el “sacrificio” en el cual una chica (elegida por la banda entre el público) hace crowdsurfing sobre una colchoneta de playa, hasta el reparto de Tiki caretas entre los asistentes, pasando por el que quizás fue el momento estelar de la noche, la Tiki conga. Una conga en una boda suele ser uno de los momentos donde el grado de vergüenza ajena llega a cotas estratosféricas, pero una Tiki conga es una celebración que ha de ser vivida. ¡Una conga mientras la banda rockea duro! Eso es otra cosa.
¿Y entre número y número qué sucedió? Pues surf´n´roll con propulsión a chorro, baile, gritos, sudor y sensación de estar vivos, durante un par de horas y atrapados en una burbuja de felicidad. Curiosamente, a mi parecer, sonaron algo peor que sus teloneros, pero suplieron esta carencia con potencia, carisma y muchas ganas. Al final, se despidieron con una bizarra versión instrumental del Take on Me de A-Ha (si, si!!!! Esos A-Ha!!!!!!) tarareada a grito pelado por todo el público en plenos delirio colectivo. Y a los dos minutos de que se bajaran del escenario, servidor ya estaba deseando repetir. Una noche de esas que uno se lleva de recuerdo para siempre. Doble cartel de lujo y dos bandas que lo dieron todo para fortuna de los asistentes. Que vuelvan ya, ¡¡¡que los estamos esperando!!!