Knights of Metal Festival.
Barcelona –  26 de mayo de 2017.
Sala: Razzmatazz 2.

Crónica y fotos por Beto Lagarda.


La incertidumbre y miedos generalizados sobre este nuevo festival en Barcelona se cobró un gran peaje el día antes del festival con la caída de dos de las bandas de reclamo del cartel. Memphis May Fire perdían las conexiones de los vuelos desde USA y no llegaban a tiempo para la velada del viernes, y por otro lado, The Faceless ni siquiera se dignaron a confirmar su asistencia y, a día de hoy, siguen desaparecidos completamente del planeta. A eso, recordamos que hace unas semanas se cambió la ubicación del mismo, pasando del carismático Poble Espanyol a la Sala Razzmatazz. Los presagios de que el festival prometía un descalabro en cuanto a asistencia fueron sobrevolando los días previos, a eso le añadimos que la propuesta de estilos y bandas escogidas por la organización dista demasiado de la tipología de público de nuestro país; este festival organizado en Francia o Alemania habría arrasado, pero aquí nos preocupamos más por criticar cualquier sandez (ubicación, precio de entradas, nivel de grupos, horarios de actuación, precio de la cerveza) que valorar el esfuerzo y el coraje de traer bandas cuyo paso por salas españolas es prácticamente inexistente.

Con un cartel de lo más ecléctico dividido en dos jornadas, el viernes, ubicado en la Sala Razzmatazz 2 teníamos el placer de ver tres bandas de metalcore –una de ellas en exclusiva- , una de deathcore, una de thrash metal y uno de los estandartes del blackened death metal. .


ALAZKA

Con más o menos 50 personas, a las 15:30 puntualmente arrancaba oficialmente el Knights of Metal con una banda para mi totalmente desconocida, tras debutar en 2015 bajo el nombre de Burning Down Alazka y, tras idas y venidas de los componentes de dicha banda de la Alemania Occidental, a principios de año cambiaron su nombre a Alazka. Venían a Barcelona por segunda vez y, tras su paso por el mítico festival alemán Impericon Fest hace unas semanas, llegaban para presentar sus nuevos integrantes. En directo una banda pura y dura de metalcore, con dos guitarras muy activos y dos cantantes, Kassim Auale y Tobias Rische, con rangos de voz bastante variados que se compenetraban bastante bien en el escenario. Ofrecieron un correcto show que servía básicamente para ir calentando el frío ambiente de Razzmatazz.


ADEPT

Casi siete años y dos álbumes editados han pasado tras la única visita a España en la Sala Mephisto de Barcelona. Los suecos Adept, que acudían con fecha exclusiva en la península, saltaron al escenario con un poco más de público que los anteriores. Arrancando con Black Veins, de Sleepless, su último notable trabajo, demostraron que poseen lo que engancha en el metalcore, temas rápidos y cañeros, músicos entregados y simpáticos, y canciones fácilmente coreables. Gustará más o menos el estilo, pero en directo son un punto positivo asegurado. Haciendo hincapié en los últimos dos trabajos, repartieron los nueve temas que interpretaron los cuatro discos que tienen editados hasta la fecha. Cerraron su actuación con Carry the Weight de Sleepless y The Lost Boys del disco Death Dealers, y el público acabó reclamando un tema más que no aconteció por límite de tiempo.


I DECLARE WAR

Con más de 10 años de carrera y seis álbumes de estudio, los de Seattle acudían a Barcelona en exclusiva para dotar de músculo deathcore el festival. Arrancaban la cita con la brutal We Wait de su notable último álbum Songs for the Sick. Con un estilo muy semejante a los también americanos y amigos de la banda Whitechapel, despacharon diez punzantes temas en unos 40 minutos sobre el escenario. La afluencia de gente en la sala iba creciendo poco a poco, y a eso de las 18.00h ya se podían contabilizar alrededor de 200 personas. Gran parte del show fue repasando los mejores temas del álbum homónimo I Declare War, March on, Misery Cloud, The Dot  y del anteriormente citado Songs for the Sick, con Fat fuck, Tick y We Wait. Cerraron el repertorio con la corta pero intensa Malevolence, 40 minutos que supieron a poco.


SUICIDAL ANGELS

Los griegos Suicidal Angels volvían a Barcelona, esta vez en formato festival, tras su paso por la sala Salamandra en Octubre del año pasado donde presentaron su nuevo trabajo, el excelente Division of Blood. No es ningún secreto que el thrash metal es uno de los estilos más queridos en nuestro país y Suicidal Angels están en un nivel de forma excepcional. Guitarras afiladas, ritmos rápidos, solos trabajados… fin a los guturales hardcores en el escenario y los bailoteos entre el público… llegaban los moshpits y los circle pits. Un visible cambio radical entre el público, más asistentes, mucho old school y los seguidores del metalcore desfilando poco a poco hacia la terraza a esperar su turno, que ya sería tras Belphegor. Arrancando el espectáculo con las grandiosas Capital of War y Division of Blood de su nuevo trabajo, arrasaron con todo durante los poco más de tres cuartos de hora que estuvieron en el escenario. Tiempo hasta para reclamar con éxito un wall of death. La banda capitaneada por Nick Melissourgos sigue la línea del thrash moderno de bandas como Havok, Warbringer o nuestros queridos Angelus Apatrida. Un acierto en directo y la mejor entrada para ver al plato fuerte de la noche.


BELPHEGOR

El show ritual entraba en escena y la parafernalia aparecía por diestro y siniestro en el escenario. Con la sala marcando el mejor aforo de la noche, unos 400 afortunados estábamos a punto de disfrutar de uno de los mejores conciertos del fin de semana. Los austriacos están en un momento de forma envidiable y poco les falta por discutir el trono del blackened death metal a sus colegas Behemoth, la tarea no es fácil. Centrados en la edición de su nuevo trabajo Totenritual, que verá la luz en septiembre, se han tomado unas semanas de vacaciones para tocar en varios festivales europeos. Arrancando con la brutal y nueva Sanctus Diaboli Confidimus, para luego viajar en el tiempo con Bleeding Salvation, de Goatreich – Fleshcult, uno de los mejores discos de los de Helmuth. El trío inicial lo completó la macabra y brillante Gasmask Terror, de Conjuring the Dead. Un gran acierto dejar a sus manos la jornada del viernes, pues los directos de Belphegor carecen de sentimientos agradables pero la demostración de blasfemia, satanismo y muerte está latente en cada rincón, cada nota y cada berrido que sale de sus entrañas. El público se entregó y el espectáculo fue enorme. Cerrando el repertorio con Totenkult – Exegesis of Deterioration, que también estará incluida en el nuevo trabajo de setiembre. De nuevo nos quedamos con ganas de ver mucho más.


FIT FOR A KING

Nuevo cambio entre el público de la sala, la cual empezó a vaciarse notablemente de metaleros para recuperar a los seguidores del metalcore. Esta vez el turno era para los tejanos Fit for a King, que volvían a Europa tras los tristes atentados en La Bataclan, donde ellos iban a actuar cuatro días después de los trágicos acontecimientos. Curiosamente venían de tocar esa misma semana en dicha sala francesa, en el marco del Impericon Never Say Die, en un cartel que también incluía a los anteriores Alazka. Con una propuesta poco atractiva intentaron ganarse el público del primer acorde al último, pero tras la demostración de poderío de Belphegor, cualquier cosa no entra así de fácil. Aceptable actuación que contó hasta con varios momentos desafinados dignos de Eurovisión.

El final de la noche llegó, cerca de las 22.00, demasiado temprano para acabar un festival con 6 bandas. Vista la reacción y los comentarios escuchados del público, demasiado metalcore y un cartel demasiado variado. Personalmente me gustó la mezcla de estilos y disfruté de la tarde-noche. Aceptables los conciertos de Alazka y Fit for a king, bien el de I Declare War, notables Adept y Suicidal Angels, y, sin duda alguna, excelente e impecable la actuación de Belphegor. Noche finiquitada con un notable éxito en cuanto a bandas; un aprobado en cuanto a los pocos cientos de asistentes, y un sobresaliente a la cincuentena de personas que estuvieron de primera a última hora apoyando al festival y a las bandas.

Muy pronto la crónica de la segunda jornada.