Hellfest.
Edición 2017 – Clisson – Francia.
DIA 2: Sábado 17 de Junio.

Crónica y fotos por Beto Lagarda.


Ruta del día: Carcariass – The dead Daisies – Phil Campbell – Nails – Ereb Altor – Chelsea Grin – Frank Carter – Decapitated – Dee Snider – D.R.I. – Soilwork – Comeback Kid – Airbourne – Apocalyptica – Wardruna – Opeth – Deafheaven – Kreator


Arrancamos el segundo día en The Altar para ver a la veterana banda de death metal técnico Carcariass. Los franceses, con un gran sonido en los álbumes de estudio, se rodearon de cientos de fans a primera hora de la mañana y demostraron tener un directo muy potente.


Tras ellos nos desplazamos a mainstage para ver una de esas superbandas típicas de festival veraniego, The Dead Daisies. Plagada de músicos ilustres de bandas como Dio, Mötley Crue… ofreciendo poco más que un hard rock clásico sin mucha entrega, salieron al final del concierto sin que muchos asistentes les recordaran al cabo de media hora.

Un rato más tarde aparecía otro ilustre sobre el escenario, el bueno de Phil Campbell, ex guitarrista de Mötorhead, con sus Bastards Sons ofrecieron una buena dosis de Hard Rock que envalentonó a un público sediento, pero esta vez no de música, sino de agua o cerveza, pues el sol que caía sobre suelo francés era realmente abrasador.


Nos desplazamos hacia unas carpas abarrotadas en busca de sombra para ver a unos muy pujantes Nails con su propuesta grindcore. Con una puesta en escena bastante pobre, compensaron con un despliegue de potencia musical digno de Napalm Death. Los californianos son una de las bandas actuales más potentes del género. Su mezcla de grindcore y powerviolence no deja a nadie vivo. Repasaron temas de sus tres albumes de estudio, Unslient Death, Abandon All Life y el excelente You will never be one of us lanzado hace justo un año. Una banda de la que no dejamos de decir que hay que tener muy en cuenta.


Los suecos Ereb altor saltaban al escenario vecino con su folk metal de connotaciones vikingas, como es de esperar con estos estilos, the Temple estaba a reventar. Unas semanas antes de editar su nuevo trabajo Ulfven, previsto para julio, los suecos arrasaron con temas de sus últimos trabajos Nattramn o Fire meets Ice.

Llegaba el turno de Chelsea Grin con su moderno deathcore. Los de Utah tienen una carrera irregular pero en directo son un portento. Sin ser uno de los grupos más esperados del día, arrancaron de la siesta a cientos de asistentes con su potencia y sus breakdowns infinitos. Pese que su último trabajo Self Inflicted no goza de mucha popularidad interpretaron varios temas de dicho álbum encajando a la perfección con temas más antiguos. Cerraron con Broken Bonds y nos quedamos con ganas de un poco más.

Frank Carter and the Rattlesnakes estaba llamado a ser uno de los conciertos del día y vaya si lo fue. El ex cantante de Gallows es un portento y él lo sabe. Rodeado de unos músicos igual de locos que él, tenia 50 minutos para arrasar y lo hizo. Logró formar el moshpit más grande que recuerdo en la Warzone, rodeando incluso la torre de sonido central. Y se ganó a todo el que tuviera dudas de su banda. Temas como The Devil inside me o Juggernaut tienen todo lo necesario para convertirse en himnos y su carisma no deja de crecer concierto tras concierto.


Tras el huracán Carter, llegó el turno de Decapitated, una de esas bandas extremas que no dejan a nadie indiferente. Los polacos con su death metal técnico están a pocos días de lanzar Anticult, el sucesor del ya lejano Blood Mantra, y nos presentaron su nuevo y bestial sigle Never. La banda liderada por Vogg tras la guitarra ofrecieron un show perfecto con temas brillantes como Homo Sum, Day 69, Instinct o Nest. Tras Frank Carter y Decapitated, mucho tenian que perder y poco que ganar las siguentes bandas…


Mientras, en mainstage, Dee Snider de Twisted Sister repetía por enésima vez sus clásicos atemporales como I wanna Rock o We’re Not Gonna Take It, si alguien sentía pena por no poder escuchar estos temas en directo tras la disolución final de las locas, que no cunda el pánico, el bueno de Dee Snider no dejará de interpretarlas, y con las mismas bromas que antaño.

Volvimos a la Warzone para ver una de las bandas clásicas y más antiguas del crossover thrash, los Dirty Rotten Imbeciles más conocidos como D.R.I.. Los de Houston, pese a su legado y reputación, no tienen un carisma ganado y sus lejanos álbumes – editaron trabajos varios entre 1985 y 1995- son poco recordados por la mayoría de asistentes a su concierto. Les costó entrar en calor y cuando lo hicieron ya no disponían de más tiempo sobre el escenario.


Soilwork eran los siguientes y una de las pocas bandas de death metal melódico que había en el cartel de este año, cosa bastante relevante, pues el estilo es uno de los más apreciados y queridos en Clisson. El Altar estaba a rebosar y el público ansioso por corear los himnos de los de Helsingborg. Iban despachando clásicos uno tras otro pero gozaron de un sonido bastante pobre que dejó algo de mal sabor de boca a muchos asistentes. A destacar, negativamente, la versión mega acelerada de Bastard Chain, una pena el destrozar así un tema enorme.


Llegaba el turno de Comeback Kid, que reunía a miles de fans en la soleada warzone. Los canadienses son una banda respetada y querida en estos lares y dispusieron de una hora para reglarnos temas de Symptoms y Wake the Dead, pero basaron medio concierto en temas de su último trabajo Die Knowing. Están en un estado de forma envidiable y el público lo gozó hasta su último aliento.


Los australianos Airbourne estaban arrancando su show en el escenario principal y el recinto estaba completamente abarrotado. Los pretendidos sucesores de AC/DC (aunque ellos lo nieguen la realidad es esa) van conquistando a quien haya podido dudar de ellos y ya disponen de un show a la altura de los más grandes. Joel es un frontman grandioso y llenan su repertorio de himnos ya consagrados como Ready to Rock, Breakin’ Outta Hell o Runnin’ Wild. La anécdota del show fue cuando Joel escaló, guitarra en mano, por la columna lateral del escenario hasta la cumbre del escenario, donde rasgó varios minutos del tema Runnin’ Wild ante la mirada atónita de las decenas de miles de asistentes al espectáculo.


Minutos más tarde y con un sobrio escenario, se sentaban tras sus violoncelos los componentes de Apocalyptica para regalarnos uno de los conciertos de la noche. Los finlandeses celebraron con nosotros los 20 años de aniversario de el álbum que les llevó al estrellato: Plays Metallica by Four Cellos. El concierto fue realmente impactante y la sucesión de esos himnos de Metallica en versión instrumental durante una hora se hizo corta. La soltura con que mueven los gigantes violoncelos hasta el punto de destrozarlos fue ovacionada por todo asistente. El juego de luces fue espectacular, como lo fue la versión de Battery, acojonante. Repito, uno de los shows de la noche.


Llegamos a mitad del incierto concierto de Wardruna. No podemos hacer una valoración fiel de lo que vimos porque sabemos que en los escasos 25 minutos no pudimos llegar a disfrutar de su propuesta, quizás algo forzado poner un cabeza de cartel de estas características en un escenario como Temple. En altar había nervios para coger un buen sitio, pues estaba claro que el lleno para ver a Opeth sería total, y así fue. Mikael Akerfeldt tiene un imán, por su osadía, su espíritu, ¿sus chistes? Y tiene un carisma especial, poca gente no le ama. Una hora de Opeth sabe a muy poco, pues solo 6 temas dan una sensación de escasez importante. Sorceress, Ghost of Perdition, Cusp of Eternity, Heir Apparent, Era y Deliverance fueron las escogidas en un set variado e intenso. No entraremos en comparaciones entre los temas más modernos y los clásicos de los suecos, eso será otro cantar, pero daremos a la majestuosa y larga Deliverance el premio al mejor tema de toda la jornada del sábado.


Y el cierre de la noche llegaba a cargo de Kreator en el escenario principal, Deafheaven en las carpas extremas y Suicidal Tendencies en la warzone. La elección era muy complicada, por lo que repartimos fuerzas para cubrir a los alemanes y los blackers. Kreator están en un momento dulce y sus directos son poco menos que espectaculares, pueden resultar algo repetitivos pero gozar de temas como Violent Revolution, Phobia, Phantom Antichrist o los nuevos temas de su brillante Gods of Violence no cansa. Sus shows repletos de clásicos son un tanto asegurado y un brillante cierre de jornada.

Mientras, Deafheaven, con una carpa algo vacía, aplastaba a todo el que se ponía delante. Temas tan extremos como Baby Blue, Come Back o Sunbather son una delicia para todo fan de la banda. Los de San Francisco aún no poseen en Europa el respaldo que tienen en Estados Unidos, pero lo dieron todo sobre el escenario y el público pudo disfrutar de su excelente black metal atmosférico.


Puntos fuertes del día:

Mejor concierto: Opeth

Sorpresa: Frank Carter and the Rattlesnakes

Mejores temas: Deliverance de Opeth y Battery de Apocalyptica

Decepción: los solapes del cierre entre Kreator, Deafheaven y Suicidal Tendencies o el solape de Soilwork con Chelsea Wolfe.

Fallo del día: perder el tiempo viendo a The Dead Daisies