leyenda

Sello: Sargent House.
Fecha de publicación: 14 de julio de 2017.

Por Carlos Salvador.


La mayoría de seguidores de Boris consideran su mejor época la primera década de este siglo, años en los que el trío japonés consiguió una extensa discografía donde desarrolló su particular universo de doom, drone metal, psicodelia, heavy rock, noise y, en definitiva, una experimentación bien entendida donde cabía todo.

Pero la llegada de la presente década resultó confusa con la publicación de discos más melódicos, cercanos al pop electrónico en ocasiones y sin la agresividad ni la creatividad de discos esenciales como Flood o Feedbacker. Sin tener yo nada en contra de dichos estilos, quedó claro que no era su fuerte.

Este hecho junto a una serie de problemas personales en los miembros del grupo casi acaba con ellos, tal como reconoce el batería Atsuo. Sin embargo, y más tratándose de un grupo que nunca se ha caracterizado por mirar atrás, ha sido la reedición de su disco Pink (seguramente el trabajo más recomendable para iniciarse en ellos) y la reciente gira presentándolo lo que les ha llevado a publicar Dear, un disco pensado inicialmente como punto final tras veinticinco años de trayectoria pero que ha acabado devolviéndoles las ganas para seguir con su particular historia.

Tal vez por ese motivo Dear suena como un resumen de lo hecho durante tantos años. Denso y oscuro pero también melódico, con temas que recuerdan a sus trabajos más experimentales y a la influencia shoegaze de los últimos años, para escuchar a volumen bien alto hasta que los graves al límite te pongan de los nervios.

Entre los diez temas abunda el drone metal y el noise, con riffs alargados hasta la eternidad y ritmos lentos, muy lentos, creando una atmósfera cada vez más asfixiante. Buena muestra son la tétrica DEADSONG, Memento Mori y su estupendo crescendo recordando a King Crimson, o el tema titular con ese ambiente enfermizo y tenso presente durante casi todo el disco. Tampoco olvidan el stoner rock de influencia Sabbath en Absolutego, título guiño al primer disco que publicaron en el ya lejano 1996.

Pero lo mejor está en la larga Dystopia – Vanishing Point, de sorprendente inicio con acordeón incluido, la onírica calma posterior, y un solo final de la guitarrista Wata retorcido y chirriante como en sus mejores años. Solo por este tema ya ha merecido la pena.

Y es que por suerte Boris nunca lo han puesto fácil, exigen predisposición al oyente, y este Dear ofrece con las escuchas mucho más de lo que aparenta al principio. Un muy buen trabajo, ideal como banda sonora leyendo a Lovecraft o pasar un Dirty black summer. Ojalá sirva para que no tiren la toalla, porque se les echaría mucho de menos.


1. D.O.W.N – Domination of waiting noise
2. DEADSONG
3.Absolutego
4.Beyond
5. Kagero
6. Biotope
7. The power
8. Memento Mori
9. Dystopia – Vanishing point
10. Dear