Lo reconozco, cuando Jonathan Davis pega ese grito y empieza el riff de Faget me sigue subiendo la bilirrubina (aunque te miro y no me miras). El debut de KoRn es una auténtica barbaridad, por repercusión, sonido… y por temazos como este Faget, donde Ross Robinson pinchó a Davis para que se dejara la garganta, exorcizando así todos los fantasmas de su pasado. Todavía me suena oscuro, todavía me sobrecoge esa combinación de graves cortados por ese sonido agudo de la caja de David Silveria… y todavía me sigue flipando el Jonathan Davis de vozarrón ronco que no había aprendido a cantar.