Todo nuestro apoyo en las ciudades de Barcelona y Cambrils. Se nos quitan las ganas de compartir música, de hablar de conciertos o plantear debates de nuevos discos… pero no podemos darle a ningún tarado esa victoria. Comentar también que estamos ante unos actos repugnantes, localizados en dos ciudades concretas pero que ya cuentan con dos muertos de nacionalidad alemana y uno belga, así como heridos de América y Asia.
Si a todo este sinsentido unimos la vil manera en que los medios de comunicación han tratado el asunto, la clase política dando muestras de su imbecilidad, mucha gente que se dedica a grabar sangre con el móvil en lugar de tener un mínimo de humanidad, hienas que lo comparten, imbéciles haciendo cola tras un cordón policial como si fuese a pasar la cabalgata de los reyes magos…. y por supuesto, la estupidez humana llevada al extremo en redes sociales… tenemos un atentado terrorista y su eco «typical spanish siglo XXI» que representa el hedor de esta sociedad deshumanizada en la que nos toca vivir con pinza en la nariz.