Inspirar y dibujar escenarios desconocidos, eso es lo que debe lograr la música. Gigantescas y fétidas larvas retorciéndose sobre sí mismas en busca de alimento; es lo que yo veo cuando escucho esta joya que da título al disco que publicaron en 2001 una de las mejores y más imprescindibles bandas de todos los tiempos… Neurosis.