Por Vicente Prats.
Sexto trabajo en una carrera discográfica que había comenzado tan solo dos años y medio antes. Una vez más, Creedence Clearwater Revival, o lo que es lo mismo, su líder John Fogerty (voz, guitarra solista), Tom Fogerty (hermano de John, guitarra rítmica), Stu Cook (bajo) y Doug Clifford (batería), facturan un soberbio disco que no hace sino confirmar que la banda se encuentra en un estado de forma inmejorable. Hasta ese momento, el grupo había seguido una senda meteórica que les llevó a los primeros puestos de las listas de éxitos de todo el mundo. Sin embargo, y aunque “Pendulum” (1970) también se convirtió en otro clásico instantáneo saboreando las mieles de la gloria, no era oro todo lo que relucía… Aunque se reconocen perfectamente las señas de identidad de Creedence Clearwater Revival, empezando por la poderosa y desgarradora voz de John, sus reconocibles composiciones y la solidez del combo, en esta ocasión se introducen pequeños cambios estilísticos.
La guitarra sigue siendo el ‘modus operandi’ e hilo conductor por el que circulan y se sienten más cómodas las canciones. Sin embargo, el añadido de instrumentos de viento y teclados añade cierto colorido extra que hace que el cuadro que tenemos ante nosotros deslumbre nuestros sentidos. Quizás debido a esos cambios, la grabación del disco, en los Wally Heider Studios de San Francisco, se alargó por espacio de un mes, algo nada habitual en una banda acostumbrada a despachar cada disco con inusitada rapidez. Por si fuera poco, y por primera vez en su historia, los nuevos temas se desarrollaban en el estudio, cuando hasta entonces todo se ensayaba previamente.
¿Qué se esconde tras los surcos de “Pendulum”? Pues para empezar, ni más ni menos que dos hits incontestables como fueron “Hey Tonight” y “Have You Ever Seen the Rain?”. El segundo, tema favorito de John Fogerty a día de hoy, podría interpretarse como una señal de alarma acerca del estado en el que se encontraba Creedence Clearwater Revival. Las tensiones empezaban a hacer mella en el cuarteto, y Tom se estaba hartando de la poca baza que dejaba meter su hermano. Por otro lado, muy recomendables también temas como el rockero “Pagan Baby” que abre brillantemente el disco, uno de los grandes ‘tapados’ del álbum “It’s Just a Thought” o la pegadiza “Molina”. Efectividad y sencillez a la máxima potencia; poco más se podía pedir. Sin embargo, todavía experimentaríamos una sorpresa, justo cuando la aguja se posa al inicio del corte que a la postre cierra el disco, “Rude Awakening #2”. Se trataba de un instrumental de poco más de 6 minutos de duración, y que seguramente fue lo más experimental que grabó la banda en toda su carrera. Una curiosidad que demostraba una vez más que estos tipos eran únicos.
Lástima constatar que es en este punto cuando termina lo verdaderamente grande de Creedence Clearwater Revival… Poco después de publicarse “Pendulum”, Tom abandona para dedicarse a su carrera en solitario. El grupo llegaría a grabar un último disco como trío, “Mardi Gras” (1972), en el que por primera vez colaboran en las tareas vocales y de composición Stu y Doug. Probablemente, para demostrar que eran una banda unida, John Fogerty dio cancha a sus compañeros de grupo para poder confeccionar un trabajo equitativo y quitarse de paso el estigma de líder dictatorial. La idea no funcionó, y de hecho el disco pasó sin pena ni gloria. Pero esa es otra historia…