Sonic Blast Festival
Edición VII –  11 y 12 de agosto – Moledo do Minho
Texto por Roberto Lucas.
Fotos por Jaime García.

Un festival que va consolidándose y creciendo año a año, cita obligada para los amantes del stoner y la psicodelia. Tras el sold-out del año pasado, se preveía que en esta edición sucediera lo mismo. Estas expectativas se cumplieron viendo el personal que asistió en la jornada del jueves al warm-up, así como la grandísima afluencia en la zona de acampada desde el mismo miércoles. Con el temor ante tanto personal, según comentario generalizado, de que un festival tan entrañable como Sonicblast perdiera su esencia masificándose. Algo que, una vez comenzó la jornada del viernes, disipó las dudas, y aún con el sold-out, siguió siendo un sitio cómodo y entrañable donde compartir la pasión por la música. Un lugar donde nadie es forastero.


VIERNES

Tras la jornada matinal en la piscina, en la que la afluencia de personal fue mayor según avanzaba la tarde, tocaba la hora de dar el pistoletazo de salida en el main-stage; con un pequeño retraso sobre el horario previsto, saltaban al escenario los israelitas THE GREAT MACHINE, salieron al escenario con ganas de darlo todo y poner patas arriba el Sonicblast desde el minuto uno, con su potente stoner con aires punk. Banda desconocida para la mayoría de la audiencia que sirvió de perfecto aperitivo para los que nos iba a deparar el resto de la noche. Tras los israelitas era el turno de los tejanos THE WELL. Una banda en la que tenía puestas grandes expectativas, y que en absoluto me defraudó. Doom, proto-metal, con muchas dosis de heavy psych, que consiguieron elevar los decibelios con un set muy interesante, con potente sonido que realzaba su trabajo respecto a lo que podíamos haber escuchado de sus dos LP’S. Banda con gran futuro. A continuación, una de las bandas que más llamaban mi atención, los suecos YURI GAGARIN, banda que yo auguraba que iba a sorprender al personal y de la que esperaba un gran show. Ni que decir tiene que así fue. Los suecos inundaron el recinto del SonicBlast con sus sonidos espaciales llenos de efluvios lisérgicos, pero, si en sus discos suenan compactos, en el recinto de Moledo, y con el ocaso del sol, consiguieron trasladarnos a escenarios siderales, con una potencia y contundencia inusitada. Fue la primera banda que dejó con la boca abierta al personal, que quizás esperaba de ellos un sonido más calmado.

Llegaba el momento de los japoneses KIKAGAKU MOYO, con un retraso acumulado y ya caída la noche los chicos del imperio del sol naciente hacían presencia en el escenario. Venían con una carta de presentación intachable. En todos sus conciertos de la gira por Europa, en la que llevan inmersos varios meses, habían tenido sold-out. En un escenario en penumbra, los japoneses, siempre preocupados por la perfección sonora, daban sus últimos ajustes a sus instrumentos antes del comienzo de su sorprendente show. Con un aforo lleno de gente deseando ser sorprendidos, y vaya si lo consiguieron. Con sus peculiares sonidos psicodélicos de corte kraut, crearon desde el minuto uno, esa atmósfera llena de mística oriental, incluso, con más contundencia de lo habitual. Por ponerles un pero, el fuerte sonido de la batería hacía empequeñecer los característicos sonidos que Ryu Kurosawa logra sacar de su sitar. En definitiva, se metieron al personal en el bolsillo alzándose como uno de los triunfadores de la jornada, sumando un montón de adeptos a su causa. El listón estaba muy alto cuando hicieron presencia los suecos MONOLORD, pero estos cogieron el testigo con gran profesionalidad, y cambiaron el tercio, martilleando con sus sonidos doom sludge, las neuronas de los asistentes, haciendo gozar a los amantes de los sonidos más pesados, y el bajo de Mika Häkki retumbando  en el pecho de la entregada audiencia, con unos riffs densos. Brutales. Los reyes de la jornada junto a los japoneses KIKAGAKU MOYO.

Bien entrada la noche y con casi una hora de retraso sobre el horario previsto llegaba el turno de una de las bandas más esperadas del festival. Los estadounidenses ELDER. Tras el reconocimiento obtenido con su álbum Lore, había ganas de comprobar su potencial en directo. Su heavy psych con tintes cada vez más progresivos enganchó al personal, si bien, he de decir que su sonido no estuvo a la altura de su gran hacer musical. Un sonido demasiado saturado, con una pobre ecualización de su cantante Nicholas Disalvo, que restaba brillantez a su show. Tras haberles visto en plenitud sonora una semana antes en el Krach am Bach festival, me quedé un poco defraudado. Aquí no tenían el espectáculo visual que ofrecieron en Alemania, y su sonido no tenía nada que ver, un sonido que podríamos definir como post-rock para metaleros, ya que su último álbum se inclina a los sonidos más progresivos, y quizás la audiencia de Sonicblast espera más su contundencia heavy-pych. No obstante, ofrecieron un buen recital, que con un mejor uso de sonido e iluminación podría haber sido sublime. Una lástima. Para cerrar la jornada, los galeses COSMIC DEAD, ya con parte del personal cerrando filas hacia la zona de acampada tras la maratoniana jornada, tenía curiosidad y escepticismo a la vez, por ver que nos ofrecían, una banda llena de experimentación, con distorsiones interminables, y que no es fácil de asimilar, con un ritmos drone, repetitivos hasta el infinito, que te meten en un agujero negro del que parece que no vas a salir nunca. Fieles a su estilo, ofrecieron un show asesino, forzando sus instrumentos hasta lugar insospechados, incluso con una botella de agua que hacía las veces de púa o de slide, y que luego retomaba su función de refrescar la garganta. Para mí una sorpresa, una banda que sonó a sí misma, intensa y delirante!!!, con un final con guitarras al cielo sin dejar de rebosar fuzzzzz . Muy notables!!!. Tras ellos, el descanso para unos, y la fiesta en la playa para otros. Es lo que tiene Moledo, puedes elegir siempre una buena opción.


SÁBADO

Después de las buenas vibraciones de la jornada del viernes, el sábado nos esperaba una buena dosis de stoner con las bandas que tocarían en el Main-Stage. Les tocaba abrir a los californianos SASQUATCH. Banda que pude ver en su inicio de gira europea en Madrid, y que terminaba la misma en el Sonicblast. Como me decía su batería  Craig Riggs, cuando llegaba a Moledo tan sólo tres horas antes de empezar su show, “estamos agotados, pero….”, y no es para menos, 28 shows en 33 días recorriendo Europa.  Ante este condicionante, que nos ofrecerían??. Con un sol de justicia enfrente del escenario nos sacaron de dudas inmediatamente, stoner, stoner, stoner, sin contemplaciones, El cansancio acumulado no les restó un ápice de energía para ofrecernos  esos sonidos desérticos que llevan practicando desde hace años. Perfecto punto de partida para la jornada. A continuación THE MACHINE, una banda que repetía presencia en el festival tras su participación en la edición del 2.013. y que mostró su gratitud con un más que digno show en el que desarrollaron su potencial Stoner psicodélico  con influencias kraut, lleno de potentes riffs para deleite del personal,  muchos de ellos ávidos de disfrutarles tras su cortísimo show en el Madrid Stoner Festival, en el que por causas ajenas a ellos solo pudieron tocar media hora escasa. En Portugal se sacaron esa espina para agradecimiento de la concurrencia. Al ocaso, hacían su presencia en el escenario ACID KING, la veterana de San Francisco no permitieron que bajaran los decibelios ni las energías sobre el escenario, ofreciéndonos un show a la altura de las bandas que les habían precedido, mis reservas antes de verles, se disiparon con la potencia de sus sonidos stoner metaleros con riff ácidos. Su cantante y guitarrista Lori, se comportó cual camionero por la ruta66, potente, contundente. Energía total.

Después de lo bien que iba transcurriendo la jornada, llegaba el plato fuerte de esta edición del festival, COLOUR HAZE. Banda que todos teníamos marcada en rojo cuando se publicó el line-up del festi. Si los conciertos anteriores y los de la jornada del viernes, habían dejado un excelente sabor de boca, con los alemanes llegó el ÉXTASIS COLECTIVO. Sus melodías psicodélicas hicieron que todos levitáramos con su show, presididos por la portada de su último álbum a sus espaldas y con un juego de luces acorde a su actuación, hicieron que las cabezas y cuerpos de la concurrencia entraran en un balanceo pausado al son de sus acordes y poco a poco nos viéramos abducidos por sus sonidos, con una calidad sonora por encima de cualquiera de las bandas precedentes, sin duda debido a que llevaban su propio técnico de sonido que hacía que aquello sonora a la perfección. Increíbles!!!!!! La mejor banda de todas las ediciones del Sonicblast, y eso es mucho decir, porque sobre escenario se ha visto mucho nivel. La opinión del personal era unánime, “los putos amos”. El único pero a ponerles fue la corta duración de su show, que rondó una hora, cuando todos hubiéramos estado hasta el amanecer escuchándolos. En fín, ya habrá mas ocasiones. 

La siguiente banda en aparecer en el escenario eran los británicos ORANGE GOBLIN, muy difícil papeleta tenían por delante teniendo en cuenta lo que acababa de acontecer, pero cuando su frontman Ben Ward cogió el micro dejó claro su intenciones. Al grito de “somos Orange Goblin y hacemos heavy metal”, sus acordes nos cogieron de esa nube en la que nos habían dejado Colour Haze, arrastrándonos a tierra firme para que los cuerpos de los asistentes empezaran a botar al ritmo de sus frenéticos riffs macarras. Ya no veíamos la estampa bucólica de hacía un rato en las caras del personal, sino energía, mucha energía.  Consiguieron poner patas arriba al auditorio, empezábamos a ver individuos volar sobre las cabezas de los que estaban en las primera filas hasta que caían al pie del escenario. Brutales los ingleses!!!!!!! Profesionalidad y buen hacer sobre el escenario consiguieron deleitar a la audiencia mas metalera. El cierre de la edición correspondió a los también británicos DEAD WITCHES, que ya, con menos personal del que había horas antes, que su stoner doom con menos tintes psicodélicos que los que se pueden escuchar en sus trabajos, y con su cantante Virginia Monti, ataviada cual bruja muerta del siglo XXI pusieron punto final a la edición con un decente show, ya ante un auditorio algo roto por la tralla llevaba desde hacía más de dos días. 

En resumen, Sonicblast, un festival que a “la chita callando” se va haciendo un hueco entre las grandes citas europeas, tanto por la calidad de las bandas que lo visitan, como por el entorno, playa, agradable zona de acampada, precios asequibles, shows en la piscina… y sobre todo por la fantástica gente que se acerca por allí cada año. Una familia, cada vez más numerosa, que anota en su agenda esta cita obligada de mitad del mes de Agosto. Felicitaciones a Ricardo por su organización, y que no pierda la esencia. Hasta el año próximo, ya va quedando menos…