Tras un exitazo como Purple (1994) Stone Temple Pilots tropezaron en muchos sentidos con un incomprendido Tiny Music (1996), disco que supuso un duro revés a una carrera en continuo ascenso hasta ese momento. Tres años más tarde STP encarrilaron la situación con un disco mucho más concreto, Nº4, que arrancaba con este rotundo Down, de riff contundente y con el Scott Weiland más inspirado. Un vocalista que jamás entenderé cómo se nos marchó sin apenas hacer ruido. Icono insustituible y voz indispensable para entender la música de los 90’s.