Por Carlos Salvador.


El 9 de agosto de 1969 en la mansión situada en el 10050 de Cielo Drive, en Los Ángeles, tuvo lugar uno de los crímenes más brutales del siglo pasado a cargo de varios seguidores de Charles Manson. No sería el único que llevarían a cabo pero sí el más famoso, formando parte desde entonces de la historia y el folklore más sórdido de norte américa con detalles como la escritura de la palabra PIGS en las paredes con sangre de las víctimas. En 1992 Trent Reznor creará en la mansión un estudio de grabación al que llamará Le Pig y allí, influido por la atmósfera enrarecida donde Sharon Tate fue asesinada, acabará por dar forma a Broken, una salvajada tan impactante entonces como hoy, veinticinco años después.

Para llegar hasta ello mejor pongámonos en situación. Trent Reznor era, es y será Nine Inch Nails, y en 1992 no podía estar más asqueado de la industria musical y de sí mismo tras dos años mostrando en directo su debut Pretty Hate Machine (1989), todo un clásico del rock tecno industrial. Durante ese tiempo fue telonero de Guns N´Roses a petición de Axl Rose en la presentación londinense de los mastodónticos Use your Illusion, participó en la primera edición del festival itinerante Lollapalooza recogiendo el testigo de Jane´s Addiction y Perry Farrell como agitador subversivo del rock, se vació física y mentalmente en unos conciertos de una intensidad fuera de lo normal y, sobre todo, acabó odiando al sello discográfico TVT Records por no dejarle libertad creativa y presionarle para crear un sucedáneo de Pretty Hate Machine, colocando a NIN en punto muerto. Todo ello unido al propio carácter de Reznor tendiente a la introspección y la depresión da lugar a seis canciones en las que vomitaría toda su frustración.

A espaldas de TVT para que no interfirieran se refugia en varios estudios, y gracias a la ayuda de Jimmy Iovine de Interscope Records pudo librarse del contrato y formar su propio sello discográfico, Nothing Records. Se trabaja rápido, a salto de mata entre estudios de New Orleans, Miami o la citada casa de Los Ángeles. Las guitarras son las protagonistas absolutas pero para no caer en convencionalismos se filtran y distorsionan en múltiples capas. Reznor es dueño y señor de la grabación, y aunque cuenta con la ayuda del productor Flood, esta vez no le interesa la perfección. Quiere mostrar algo feo y sucio, una masa de odio sonoro y violencia como reflejo de toda la ira acumulada.

Broken será un Ep formado por sólo seis temas, de los cuales dos son cortas instrumentales que funcionan como introducción e interludio. Las otras cuatro son las canciones más abrasivas que hayan hecho nunca NIN. Riffs metálicos, maquinaria industrial, ritmos bailables y un Reznor que se vacía en letras de miseria moral, humillación y rabia contra todo, incluido él mismo. Descubrirá también que un susurro puede poner los pelos de punta tanto como el grito más desgarrador, y que los momentos de violencia extrema lo son más tras una aparente calma, aplicando los logros en discos venideros.

Ese año Tom Waits y Leonard Cohen publican los oscuros y apocalípticos Bone Machine y The Future respectivamente, mientras que Ministry hacen lo propio con Psalm 69. A diferencia de ellos en Broken no hay sentido del humor ni esperanza. Canciones como Wish o Happiness in slavery son incómodas tanto por su sordidez como por el entramado sonoro en el que se apoyan, aunque sorprendentemente son todo un éxito y acaban siendo modelo en el cual se mirará desde entonces el rock industrial. Incluso Wish con su referencia directa al fist fucking ganará un Grammy…

Empaquetado tras un fondo naranja que avisa del infierno que hay dentro se añaden dos temas extras, Physical y Suck, versiones de Adam Ant y del supergrupo industrial Pigface en el que militó el propio Reznor, que no desentonan con el resto del Ep. Pese a que varias de las canciones incluidas se interpretaron en la gira anterior, Broken no se presentó en directo pero tuvo un hermano bastardo en Fixed, Ep de remezclas publicado sólo unos meses después, y un complemento bastante más especial en la película Broken.

Este cortometraje recopila los videos promocionales que se rodaron para las canciones del Ep y los une con una grabación a modo de snuff movie en la que un psicópata secuestra y tortura a un pobre desgraciado con todo lujo de detalles. Dirigido por Peter Christopherson de Coil y Psychic TV, el realismo y lo explícito de las imágenes hizo que se investigara la grabación, con lo que aparte de asegurarse la no distribución de la misma también tuvo publicidad extra que nunca viene mal. Años más tarde se filtró en la red, no siendo en la actualidad nada difícil dar con ella, y lo cierto es que cuesta creer que Reznor esperara que la MTV emitiera “eso”. Algo parecido sucede con los videos de las canciones: en la instrumental Pinion la cámara sigue la cañería de un retrete que acaba en la boca de un esclavo embutido en látex; en Wish, el único video que se distribuyó con normalidad, Reznor y su banda de directo (que aún incluía a Richard Patrick, más tarde en Filter, y al añorado batería Chris Vrenna) actúan en una jaula frente a un público demente; y en Gave up, grabado en directo en el estudio Le Pig, aparece un joven Brian Warner antes de ser conocido por el gran público como Marilyn Manson. Pero el más sorprendente es el video musical de Happiness in slavery. Con la participación del artista sadomasoquista Bob Flanagan (recomendable el documental sobre él Sick) se muestra una máquina que, a medio camino entre el éxtasis y el dolor, aplica a Flanagan su castigo con primeros planos de pinzamientos y aplastamientos de genitales y pezones hasta su muerte en una masa deforme. También fue vetado por todas las cadenas…Shiny happy people no era, no…

Es precisamente esta imagen de látex y cuero negro junto a la fascinación (morbosa o real) por el lado más oscuro del ser humano la imagen definitoria de Reznor en los 90, convirtiéndose en santo patrón S&M de una legión cada vez mayor de seguidores y a NIN en los máximos representantes del rock industrial. En un par de años y gracias a su apocalíptica actuación en Woodstock´94 y a la publicación de su obra maestra definitiva, The Downward Spiral, Reznor llegará a lo más alto llevando un estilo hasta entonces minoritario a las grandes masas…no está de más recordar que seguramente nada de ello habría pasado si no hubiera existido antes Broken.