Hubo un tiempo (lejano ya) en que el rap y el hip hop eran aún géneros novedosos para muchos de nosotros. Y para muchos músicos de rock que encontraban en ese estilo una oportunidad para no encorsetarse. En los 80´s mucha gente se apuntó a fusionar rap y rock´n´roll. Y una mezcla muy brillante le salió a Faster Pussycat. En medio de su primer disco, con ese sonido tan crudo y poco pulido, nos encontramos ante esta canción en donde scratches y guitarrazos conviven, y que treinta años después de su publicación, sigue siendo una de esas canciones que no deben de faltar en cualquier rock party que se precie.