Satyricon.
European Tour 2017.
Madrid, Sala But. Miércoles 4 de octubre de 2017.
Bandas invitadas: Fight the Fight y Suicidal Angels.
Promotora: Madness Live.

Texto y fotos por Rafa Diablorock.


En una casi repleta Sala But madrileña, aterrizó el tour europeo 2017 de Satyricon, para la presentación de su reciente “Deep Calleth Upon Deep” (Napalm Records, 2017), suculento trabajo que nos moríamos de ganas de escuchar en directo. Acompañando a los noruegos tendríamos a Fight the Fight y Suicidal Angels, meritorias formaciones que sin embargo resbalaron por completo al público de la cita. Son muchas las giras que hemos atendido en las que las bandas teloneras -pese a también ser de estilos diferentes al plato fuerte- contaron con un considerable respaldo por parte del público; no es el caso de esta ocasión. Tanto la joven banda de Oslo como los thrashers griegos no pasaron de ser una anécdota, ambos teloneros cumplieron de sobra y procuraron por todos los medios no desaprovechar la ocasión, pero el poco número de atentos espectadores tenía una única idea en la mente: Satyricon

Fuera de la sala, pared con pared, tocaban Hombres G en el Teatro Barceló, por lo que la acera de la calle nunca fue tan rica en variedad de atuendos. El conocido pie de micro de la banda estrella de la noche fue instalado en el escenario pocos minutos después de las 9 de la noche, causando la primera gran ovación del público. La sala parecía casi llena, ocupada aproximadamente por el doble de espectadores que en la anterior gira de los noruegos en 2013. El motivo de este renovado entusiasmo por la banda no es precisamente debido a que hubiese una nueva y joven legión de fans -ya que la edad media del público era bastante elevada-, pero quizá Deep Calleth Upon Deep” ha sido en general mejor entendido que su anterior trabajo, y la banda desde luego bien que lo defendió.

Abriendo con Midnight Serpent comenzaron los latigazos, y allí estaba Satyr, sin mostrar signo alguno de debilidad física pese a su conocido condicionamiento de salud, que parece no afectar en absoluto a su rendimiento y puesta en escena, con el comportamiento seguro y vigoroso de siempre. El frontman luce como una estrella del rock gótico de los 80, con un sobrio vestuario y un peinado engominado que contrastaba con las movidas cabelleras de los músicos que le rodeaban; guitarristas que clavando cada nota no cesaron de sacudir la melena de un modo contagioso hasta el final del concierto. Detrás, a la izquierda el teclista Anders Hunstad, sutil y oportuno, y a la derecha esa bestia inhumana que se hace llamar Frost… instalado desde hace años en el umbral de lo físicamente imposible. Añadamos un telón (digital) de fondo con la portada del nuevo disco y una sonorización excelente… suma fascinante para los que los habíamos disfrutado en el pasado, y por descontado, para los que esa noche descubrían su intachable faceta en vivo.  

Satyricon optaron por repasar ampliamente su nuevo trabajo, junto a otras inevitables piezas que la banda creó en este milenio, que por su tremendo gancho han quedado para siempre en sus repertorios. Los nuevos temas funcionaron de un modo excepcional, especialmente Deep Calleth Upon Deep, cuya singular grandeza en vivo no esperaba. La banda viene alternando varios temas de su nuevo disco en cada ciudad de esta gira, de manera que en Madrid sonó la elegante Burial Rite, justo antes de dos temas de su clásico de los 90 Nemesis Divina (1996); la instrumental Transcendental Requiem Of Slaves, que con Satyr como tercer guitarrista sonó absolutamente vigente respecto a los Satyricon 2017, y la imprescindible Mother North, para una sala rendida al borde de los bises.

Una auténtica montaña de riffs que nos cayó encima en hora y media cerrada por la coreadísima K.I.N.G., de una banda dueña de un sonido y una puesta en escena inimitable, como demostraron en la casi industrial Rapined Batard Nation, en su faceta más hipnótica, o en la sutil To Your Brethren in the Dark, diferentes ejemplos de que sin alardes técnicos ni solos de guitarra son capaces de empequeñecer a prácticamente la totalidad de bandas de metal en activo. Satyricon volvieron a adueñarse de nuestras cervicales, y el público terminó el concierto llevándose las manos a la cabeza, acudiendo en masa a vaciarse los bolsillos en el puesto de merchandising, y con la palabra «conciertazo» en la boca.



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Crítica (disco del mes): Satyricon – Deep Calleth Upon Deep (2017)