Tras décadas de cierta estabilidad en la industria musical, los últimos años estamos siendo testigos de una continua reinvención del sector, a veces llegando a terrenos movedizos seducido por el «pan para hoy, hambre para mañana», a la vez que sigue arrastrando malos vicios adquiridos hace ya mucho tiempo.
Si tuviésemos que resumir rápido el estado actual de la música no podríamos obviar que la sociedad tiende hacia la música digital. Poca gente compra discos ya, sí que lo hacemos la gente del rock, alternativo y metal de cierta edad, pero es algo que va en claro retroceso. En cuanto a la música en vivo es increíble el incremento sobresaliente que está gozando, una gran cantidad de oferta se ve atendida de manera masiva, con una buena parte de público que confunde un concierto con un evento social (algún día nos detendremos en este asunto, el de los charlatanes en los conciertos), pero sin embargo los precios y las reglas del juego no son nada justas para los melómanos.
No pretendemos ser adalides de nada, pero como consumidores y amantes de la música nos encantaría que la industria (sellos, promotoras, prensa, artistas y público) implantasen estrategias para que este mundo que nos apasiona fuese más transparente y justo; que los que viven de esto lo hagan mejor, y que el público vea cómo se premia su fidelidad. Todos somos importantes, de modo que mostramos diez ideas que, siendo más o menos trascendentes, creemos que humildemente podemos aportar para que este apasionante mundo fuese un poco mejor. Como siempre, con la intención de que se abra el debate y que los lectores aportéis más ideas, que seguro serán interesantes.
1. PREMIAR LA FIDELIDAD.
Cuidar al consumidor es algo fundamental. Un amplio número de fans merece ser recompensado si mantiene el pulso a la industria, hablamos de un público que tiene claro que comprará todos los discos de un grupo, que acudirá a cada una de las giras… este tipo de «fan» debería ver como existen posibilidades adaptadas a él. Hablamos de consolidar el formato de entradas de conciertos + CD, o descuentos para las giras en el caso de adquirir los discos, algo que ya existe pero que vemos muy pocas veces. También hablamos de precios más baratos en los pre-orders de discos, o el primer día de entradas a la venta… hay que tener detalles con los que te quieren de manera incondicional. Por supuesto también debe haber maneras de compensar a los grandes compradores con descuentos por volumen, packs de precios especiales con la compra de varios discos, descuentos por la compra de varias entradas, etc. Es algo que está inventado pero que debería establecerse definitivamente.
2. TRANSPARENCIA Y PRECIOS RAZONABLES.
Entendemos lo mínimo de economía como para comprender que esto es un mercado competitivo, y también sabemos lo que es la oferta y la demanda, pero lo de los precios de algunos conciertos no tiene sentido. Moderar el precio de las reediciones también estaría bien, no es de recibo que discos de los 60´s que ya están superamortizados tras haber sido explotados en docenas de formatos y ediciones se reediten de nuevo a precios de locos. También acabaríamos con los «Golden Circle» y los privilegios a golpe de visa en las entradas vip, o al menos, hacerlo justo y transparente. Que el que pague más se asegure lo que está pagando pero no impida al resto del público acceder a una zona razonable. Download Festival Madrid supo conseguirlo en 2017 reservando a sus «vips» unicamente una mitad del semicirculo más cercano al escenario, y no toda la media luna de las primeras filas.
3. ACABAR CON LOS FRAUDES DE UNA VEZ POR TODAS.
Cortar de raíz con el vergonzoso asunto de la reventa de entradas vía web. Creemos que si hay voluntad por todas las partes se puede frenar definitivamente. Hay que presionar a la administración para que tome cartas en el asunto, pero mientras, seguro que hay maneras de mantener a raya a esta gentuza. De igual manera, meter mano a los gastos de distribución y similares en la venta de entradas. No es algo ilegal, pero creemos que es un encarecimiento artificial que incrementa notablemente los precios. Teniendo en cuenta que son un intermediario que no pertenece a la industria, seguro que existe un modo de eliminarlos sin que ni bandas ni promotores salgan dañados por ello.
4. EL FORMATO IMPORTA.
Cuidemos y fomentemos el coleccionismo. Nadie le pone reparos a la música digital, pero cuidar los detalles y los formatos físicos nos parece fundamental. Los vinilos siempre deberían de ir acompañados de un CD bonus, como norma fija. Las entradas digitales deberían de poder ser canjeadas siempre por entradas físicas en la entrada del concierto. Que los sellos cuiden los detalles de sus ediciones, seguimos viendo como se editan discos casi sin títulos de crédito, con un encarte interior en blanco y sin fotos, letras ni apenas información; es algo un tanto triste y decepcionante para alguien que entiende el valor del formato físico, y si el sablazo es de veintitantos eurazos ni os cuento.
5. MEDITEMOS LOS PUESTOS DE MERCHANDISING.
¡Genial! Viene la banda «x» y traerán sus discos mucho más baratos en sus puestos de merchandising del concierto…. MEEEEC, error… me guardo mi dinero que lo he visto en Pricesucker.fuck por 10 euros más barato. Por favor, no es de recibo que haya comprado discos de bandas nacionales por internet a mitad del precio de lo que los propios músicos lo ponen en su puesto de merchandising… y que luego el disco venga desde Australia (caso verídico). Una banda puede embolsarse de la venta de un disco comprado en Amazon tres o cuatro céntimos, si los llega a cobrar, pero en el puesto de merchandising se puede llevar eso multiplicado por 100 si lo pone a un precio razonable en su tenderete de gira. No me vale la excusa de que las salas cobran un porcentaje, es algo que deberían negociar o andarse un poco más astutos.
6. CUIDAR A LOS MEDIOS, TODOS SOMOS IMPORTANTES.
Con todo el respeto. Muchos sellos, bandas y promotores deberían de informarse mejor a la hora de contar con unos u otros medios. Son muchos los factores que se deben tener en cuenta cuando se determina la confianza en un medio: experiencia, prestigio, número de lectores… y a veces vemos cómo algunos medios tradicionales de capa caída se llevan beneficios de un modo poco comprensible. Hay muchos medios nuevos, cada día nacen y mueren decenas, y a muchos nos ha costado sangre sudor y lágrimas el que nos tomen por lo que somos. Tampoco es de recibo que por endogamia y amiguismos se pongan palos en las ruedas de algunos medios que lo único que queremos es trabajar con las ganas que algunos perdieron hace mucho.
7. ARTISTAS IMPLICADOS DE VERDAD.
Las bandas deberían implicarse más en algunos aspectos extramusicales de su carrera. Es su modo de vida y a veces no se mojan en absoluto. Se habla de los altos precios, reventa, etc. y muchas bandas alegan que eso no está en sus manos, que es cosa de discográficas, promotoras, etc. Creo que no es suficiente, las propias bandas, pequeñas, medianas y grandes, deberían estar muy pendientes de este tipo de asuntos y volcarse mucho más en la manera en que llega su música a los fans.
8. NO MÁS LLORONES POR FAVOR.
¿Pensabas que te ibas a escapar? No nos frotemos tanto las manos, el público tiene también mucho que mejorar. En cada rincón de las redes sociales hay una fauna indeseable, pero el cachondeo que se monta en los perfiles de las promotoras y los festivales es para dedicarle un libro. Sería mucho más razonable que el público hiciera quejas formales de lo que realmente importa en lugar de quejarse por todo tipo de chorradas y pequeñeces. Un festival no es una basura porque menganito no soporte a la banda cabeza de cartel, algo que además dejará claro cansinamente 30 veces en el mismo hilo de Facebook; el gusto de sutanito no es mejor que el de alguien que ha publicado una crítica en un medio y ve como le insultan por simplemente dar su opinión; y las cuentas que hace fulanito sobre el pastizal que se embolsa una promotora por cada concierto son tan creíbles como mi premio nobel en matemáticas.
PROHIBIR EL REGGAETON.
Bueno esta es más que obvia, no cuenta.
9. CULTURA MUSICAL.
Quizá todo esto se basa en que sepamos poner en valor la importancia de la música. Que se potencie la educación musical en los colegios nos parece fundamental, educar en música es educar en sensibilidad, tiene efectos positivos en el desarrollo cognitivo, creativo, intelectual y psicológico… y un mundo con gente más sensible y más cultivada es algo que habría que priorizar, y más cuando vemos cómo vienen las nuevas generaciones. Que haya algún programa musical (con noticias, presentación de discos y videoclips, entrevistas, actuaciones en directo, etc) en televisión es algo que habría que rescatar. Y por favor, la gente que vaya a un concierto que sepa que va a escuchar música, no a una discoteca a hacer vida social, basta ya de gente que no se sabe comportar.
10. CUIDEMOS LAS COSTUMBRES.
Más apoyo por parte de discográficas y distribuidoras a las tiendas físicas. El asunto está muy difícil, pero quizá se podría hacer un esfuerzo por otorgarles más facilidades, un trato especial que se han ganado por su magnífica labor pedagógica, o que tengan acceso a una mayor cantidad de material exclusivo. Para muchos de nosotros la pequeña tienda física fue una especie de escuela. ¡Que no desaparezcan!
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