Una de nuestras «nuevas» bandas preferidas, Tribulation, publicarán el 26 de enero ‘Down Below‘, su nuevo LP del que pudimos tratar en la siguiente entrevista con su guitarrista y fundador Adam Zaars. El cuarto trabajo de la banda de Arvika viene a afianzar la continua sofisticación del sonido de los suecos que, sin embargo, experimentan cierto nuevo interés por involucionar hacia las profundas señas de identidad de su sonido.
Fotos: Esther Segarra.
Espero que sí. Absolutamente, lo vemos como un paso adelante. Siempre hemos cambiado mucho entre álbumes y creo que el cambio de ahora, entre «The Children of the Night» y «Down Below», puede que sea algo menor, pero en mi opinión claramente un paso adelante.
¿Qué nos puedes decir acerca del concepto lírico del disco? Siempre hay muchos mensajes ocultos en vuestros temas.
Sin ser un disco conceptual, sí que hay algo que lo relaciona todo. A veces hay un estado de ánimo que se hace presente sin que lo planeemos en absoluto, algo que se mantiene de un modo misterioso en cada elemento de nuestros discos, un hilo conductor que le da una unidad tanto musical como en el mensaje. No te sabría decir qué es, pero sí te puedo decir lo que no es; por ejemplo hay temas que quedaron fuera del disco por no tener ese elemento común. Tienes un tema bonus que pertenece a la versión estadounidense del disco, que también encontrarás en la edición Mediabook europea, y que por alguna razón no nos encajaba en el disco. Diría incluso que no es todo lo Tribulation que debería para ser incluida en ningún disco; tiene un sonido diferente, la grabamos en otro estudio, pero sí creemos que es una muy buena canción… así que la introdujimos de esa manera.
La portada también encaja en ese aura misteriosa. En principio parece amable, pero cuando te fijas empiezas a encontrar imágenes inquietantes.
Principalmente teníamos claro que queríamos tener ahí un elemento de piedra, por alguna razón queríamos transmitir esa imagen. El motivo es que cuando entre nosotros empezamos a hablar de la música nueva que vamos a componer, generalmente lo hacemos en términos de imágenes, colores, texturas, etc. Cuando comenzamos a componer la música de las nuevas canciones realmente hablamos de madera, por varias razones, pero rápidamente todo se convirtió en piedra. Suena raro, pero es por eso por lo que se ve esa ciudad de fondo, que realmente es Estocolmo. Por supuesto, las torres son de piedra, y la figura grotesca que aparece quizás esté viva… ¿quién sabe? Pero lo que sentíamos es que está hecha de piedra. Tal vez por eso sea algo permanente en un mundo que no lo es. También queríamos algo sorprendente, pero no del modo típico. Cuando echo un vistazo a portadas de discos me gustan de muchas clases, me gustan las de Iron Maiden con sus detalles, pero también me gustan las de discos como «Welcome to Hell» o «Black Metal» de Venom, sorprendentes por su simpleza aunque muy gráficas. Queríamos conseguir una mezcla entre ambos tipos, no mostrar simplemente el rostro de la criatura, perseguíamos algo como nuestra música, donde también buscamos algo sutil y amenazante. No estamos seguros ni siquiera de lo que está haciendo o de sus intenciones hacia la ciudad que está viendo, pero eso es realmente parte de lo que intentamos transmitir. La portada no tiene un único significado, como todo lo que hacemos. Lo mismo sucede con las letras.
El disco es muy ambicioso. La producción parece el resultado de un trabajo lento y metódico, lleno de instrumentos (coros, teclados…) que incrementan esa sensación de film de terror. En términos de producción este LP es vuestra “gran superproducción”, ¿no es así?
Bueno, creo que por sus 76 minutos nuestro trabajo más tedioso fue el segundo disco, pero está claro que siempre tratamos de hacerlo cada vez mejor. Mejor no significa necesariamente más, así que en cierto modo éste sí que es nuestro disco más ambicioso. Pero siempre somos ambiciosos, al menos constantemente nos esforzamos por serlo, por lo que creo que no sería del todo justo para los otros discos señalar ninguno como el más ambicioso. Hacemos lo mismo de siempre, no parar hasta que quedamos totalmente satisfechos, lo que puede llevarnos mucho tiempo, pero es toda una satisfacción cuando lo logramos. No publicaríamos una canción si no nos sintiéramos completamente satisfechos. Prestamos mucha atención a todos los detalles, y eso es quizá lo que puedas percibir en el disco.
¿Qué es la madurez musical para ti? ¿Crees que es algo positivo, o puede conllevar connotaciones negativas en cuanto a pérdida de espontaneidad?
Creo que ambas lecturas me valen. Cuando la música logra madurez a veces tiende a perder esa agresividad que muchas bandas de metal poseen, y, ya sabes, es un tópico en el metal que los primeros discos sean los mejores. En muchos casos eso es cierto, y creo que es debido a que en ese momento no tenían esa madurez, no se paraban a analizarlo todo, simplemente dejaban que las cosas pasaran. Por eso en cierto modo veo la madurez musical como algo negativo. No obstante, lo que nosotros estamos tratando de hacer es, como te dije antes, ser muy meticulosos con los detalles, pero a la vez tratando de que todo sea lo mas espontáneo posible durante el proceso creativo; por lo que diríamos que no queremos ser demasiado analíticos, quizá porque queremos mantener esa chispa o como quieras llamarlo, y creo que eso es algo muy importante. Por ejemplo, antes de empezar a componer para un nuevo disco, podríamos volver a escuchar los discos anteriores para ver qué hicimos bien y qué hicimos mal, pero nunca hacemos eso. De hecho realmente yo nunca he escuchado de nuevo mis discos. Tampoco he vuelto a escuchar este disco una vez estuvo hecho el máster. No sé la razón, pero es así. Normalmente, tras finalizarlos los publicamos, y es como si soltásemos a un animal en la naturaleza. Los dejamos libres.
El disco es difícil, necesitas escucharlo con atención y varias veces, lo cual es bueno. «Cries from the Underworld» parece el tema central… ¡pero es que todos son geniales! ¿Tienes algún tema preferido o que tengas más ganas de tocar?
Me encanta «Nightbound». Realmente ambas, «Cries from the Underworld» y «Nightbound» son canciones compuestas por Jonathan, no por mí. Pero «Nightbound» tiene algo, estoy deseando tocarla en directo. Tiene una energía y un tempo que… ya sabes, eleva mi espíritu.
El trabajo de las guitarras es, como siempre, magnífico, a un grado compositivo superlativo. ¿A nivel de guitarras qué me puedes decir del disco?
De lo que nos dimos cuenta mientras estábamos grabando, lo cual es estupendo, es que no necesitamos hacer muchas tomas. Sería un poco raro que no fuéramos ahora mejores guitarristas tras haber tocado tanto en directo y tras tantos ensayos. En eso sí que tengo claro que hemos madurado como músicos y hemos mejorado. En realidad no suelo pensar a menudo en esto, ya me han felicitado varias veces por las guitarras, pero yo no creo que esa sea la cuestión. Lo veo como un todo, y no me centro solo en pequeñas partes, me fijo en el todo. Pero te puedo asegurar que el trabajo de guitarras es mejor y todos somos ahora mejores músicos. Y esa progresión va a continuar. Especialmente en el caso de Jonathan… no deja de practicar, y creo que respondería de manera diferente esta pregunta que yo; lo haría con entusiasmo porque ha trabajado mucho en ese aspecto, algo que creo se puede ver en los solos del disco. De manera que sí, somos mejores músicos.
Y sin embargo estrenáis formación.
Jacob quería hacer otras cosas, formarse y estudiar otras cosas. Creo que estaba cansado de estar constantemente sin blanca y en la carretera, y lo entiendo. Está estudiando y le va bien, además tiene su otra banda, su propia banda, donde canta y toca la guitarra. Un material único, deberías escucharlo. Somos buenos amigos, e incluso nos visitó en el estudio para este disco. Pero necesitábamos un nuevo batería y nos llevó cierto tiempo dar con él. No encontrábamos al adecuado debido a que no buscábamos al típico batería de metal extremo. No porque haya nada malo en ellos, pero no vemos que pudieran encajar, porque hay otros factores que Tribulation tomamos en consideración. Y finalmente Johannes (bajo y voz) se encontró a Oscar en una fiesta. Había escuchado que buscábamos un batería y se ofreció para el puesto. Nos reunimos y empezamos a funcionar como si llevásemos toda la vida juntos. La principal diferencia entre Oscar y el resto de la banda es que todos somos de la misma ciudad excepto él. Hemos estudiado juntos cuando éramos adolescentes, y Oscar es el nuevo. Viene de fuera de nuestro círculo, y ese podría ser el principal cambio para todos, pero está funcionando muy bien.
¿Cómo es el proceso de composición en Tribulation? ¿Cómo componéis canciones?
Por lo general nos repartimos las tareas de composición entre Jonathan y yo. Lógicamente cada uno lo hace a su manera. Su modo de hacerlo es trabajar solo y grabar demos en su casa, que envía al resto para que le demos nuestra opinión. Después, según eso, realiza algún cambio y nos lo vuelve a enviar; le volvemos a dar nuestra opinión, y así se repite el ciclo varias veces. En cuanto a mí, las primeras fases de composición pueden tener lugar en cualquier momento, porque recopilo riffs, melodías, ritmos o cualquier idea que cualquiera traiga en mi teléfono, y lo grabo todo tan pronto como puedo. Me refiero a que si preguntas cuándo empieza el proceso de componer, realmente no lo sé. De hecho en este aspecto ya estoy empezando a escribir para el próximo disco, recopilando material. Al igual que Jonathan, yo compongo y maqueto solo siempre, salvo en esta ocasión, que debido al tema del batería no dispusimos del tiempo que hubiera necesitado para hacerlo solo, ya que soy un compositor muy lento. Necesitábamos acelerar el proceso, y por suerte Oscar se maneja mucho mejor que yo con el software musical, por lo que pudo ayudarme con las demos cuando estábamos escribiendo canciones, recopilando y encajando partes. Quise también que Johannes se uniera, y creo que esa fue la mayor diferencia. Al menos en mis canciones tuve a Oscar y Johannes conmigo todo el tiempo, dándome sus opiniones y haciendo aportaciones. Johannes es también batería, por lo que tuve realmente a dos baterías. Básicamente estuvimos desde abril hasta principios de agosto sentados en el sótano de Oscar componiendo.
Hablemos de Arch Enemy, que dentro de muy poco estaréis por aquí de gira con ellos. A priori sois bandas muy distintas, lo cual puede ser bueno para despuntar en la gira, o todo lo contrario. ¿Cómo os planteáis esas fechas?
Desde luego seremos la banda atípica del tour, es una idea que me gusta. Pienso que los fans más viejos no estarán muy contentos de que seamos nosotros los que estemos con Arch Enemy, cosa que no será así con la gente más joven. Realmente no nos preocupa, lo que estamos por supuesto deseando es de hacer nuevos fans, ese es el motivo real por el que hacemos esta gira; tener la oportunidad de mostrar nuestra música a un mayor número de personas a las que de otra manera no podríamos. Hay cosas positivas y negativas de ser diferentes a Arch Enemy y salir antes que ellos a tocar, por supuesto, pero es un reto y tratamos de aferrarnos a las cosas positivas de esta situación. Si tocamos para 5.000 personas y 500 lo disfrutan pues podemos estar satisfechos.
En una carrera como la vuestra, el ganar y perder un tipo u otro de fans habrá sido continuo. ¿Qué puedes decir de vuestros fans? ¿Habéis reciclado muchos desde vuestros orígenes?
Tenemos una base de fans maravillosa. Se podría decir que cuando una banda se va transformando va perdiendo fans, pero en nuestro caso creo que siempre que hemos dado un paso adelante hemos tenido a nuestros fans ahí respaldándonos. De hecho creo que tenemos una base de fans muy muy leal y cada vez mayor… incluso diría que los más antiguos y old-school son los más apasionados. Lo que más me agrada es cuando alguno de estos fans se acerca a mí y me dice lo mucho que le gusta o le inspira nuestra música.
En tu pasado estuviste en una banda extrema, Repugnant. ¿Echas en falta moverte en esos sonidos?
Pues… (piensa). La verdad es que no, pero cuando echo la vista atrás tengo grandes recuerdos de aquella época, fueron buenos momentos también. Lo cierto es que fue un periodo corto, toqué con ellos en directo sin llegar a grabar nada.
¿Coincidiste en esa banda con Tobias? (Papa Emeritus de Ghost)
Sí, es un buen tipo, un buen amigo.
Y creo que también fuiste un Nameless Ghoul durante un tiempo.
Uhhh, no sé, no sé (risas). Sólo te puedo decir que él es un gran tipo, es muy divertido. Me gusta mucho lo que hace… no voy a descubrir nada, ya lo puedes ver tú mismo. Es genial lo que hace.
¿Qué música de nuevas generaciones, como la vuestra, serías capaz de recomendar?
Pues de bandas nuevas me gustó mucho el último… y creo que único, disco de Bölzer, «Hero».
Oh, no nos sorprende… te damos toda la razón, ¡nos encanta!
Sí, es terrorífico, es muy bueno. Y escucho muchas cosas de gente joven… de hecho hace un rato tenía puesto el último de Lana del Rey (risas). Aunque quizá esas cosas no se puedan decir (risas).
¿Cuáles son las metas marcadas para esta nueva etapa?
Seguir… mantener la banda viva, crecer como músicos, como artistas, y hacer de Tribulation una banda más grande, que nos permita realizarnos… que refleje de manera cada vez más precisa nuestras inquietudes. También me gustaría llevar nuestra música en vivo a países donde todavía no hayamos estado; me encanta viajar y desearía ir a Sudamérica, Asia,…