CEW – Catalonia Extreme Winter 2018
Sala Upload, Barcelona, 20 de Enero de 2018.
Bandas: Atrexial, Marthyrium, Altarage y The Ruins of Beverast.

Fotos y Texto: Beto Lagarda.


La  tercera entrega del Catalonia Extreme Winter llegaría a su fin, no sin antes poder asistir a una gran dosis de metal extremo. En esta segunda y última noche de festival nos acompañaron las bandas nacionales Atrexial, Marthyrium y Altarage, junto con los germanos The Ruins of Beverast.

Se esperaba algo más de público en la sala Upload para la jornada del sábado, después de una primera noche notable en cuanto a asistencia. Tras un breve retraso inicial alimentado por unos técnicos de sonido perfeccionistas (cosa que agradecemos sobradamente) entraban a escena los barceloneses Atrexial. La banda formada por Naga S.Maleström, Louen y Labelua practica un blackened death metal de gran nivel, como se puede apreciar en su álbum debut Souverain que vio la luz el pasado mes de Abril, un trabajo aplaudido donde la brutalidad, oscuridad y elegancia van de la mano. Disponían de unos 40 minutos en que se dedicaron a repasar dicho trabajo, tiempo suficiente para dejarnos atónitos a todos con una muy acertada cover de Ov fire and the Void de Behemoth, que hizo vibrar a toda la sala. Las voces de Louen sonaron crudas y violentas desde el primer tema Catharsis Thorugh Torment, unas voces secundadas perfectamente por una batería muy potente y unos riffs trabajados que hacían dudar de la longevidad de la banda, pues en todo momento sonaron como un bloque sin fallos de banda novata. Una formación a tener en cuenta, el potencial que amagan es más que relevante.


Tras el breve período de espera entre bandas la oscuridad tomó la sala para no regresar hasta el show de la última banda de la noche. Llegaba el turno de Marthyrium, los gallegos apostaron por una puesta en escena fría e impactante iluminada por la tenue luz de tétricos candelabros que resaltaban varias calaveras ovinas, dejando en la penumbra casi absoluta a los maquillados artistas. Tenían también 40 minutos en los que se dedicaron a plasmar su recién lanzado Beyond the Thresholds. La formación apoyada bajo los terroríficos y apocalípticos blastbeats de Cannibal, la intensa línea de bajo de Balc y los afilados riffs de Tharngrist cuajó un notable show de black metal puro y duro.

Altarage, uno de los principales reclamos de la III edición del CEW, aparecieron entre la oscuridad y bajo las capuchas que les siguen resguardando en el total anonimato. Uno de los grandes nombres de la escena extrema nacional acudía a la cita barcelonesa con los deberes hechos, Endinghent, fue uno de los mejores trabajos de 2017, por lo que las ganas de ver a la banda de Bilbao eran enormes entre el público. Incessant Magma, seguida de Spearheaderon y Cataclysmic Triada, los tres primeros temas de su último LP, eran las escogidas para un arranque sin tregua donde la potencia, la sensación de opresión y el caos eran más que inquietantes. Tras semejante arranque nos transportaron de lleno a Nihl, su primer y también excelente álbum, del que interpretaron Altars, Drevicet y Graehence. Aún con tiempo de tres temas más de Endinghent antes de partir, sonaron Rift, Orb Terrax y Barrier, con los que acabaron de magullar por completo a todos los asistentes, que acababan de asistir a un show de esos que logran instalarse en la memoria individual y colectiva. Excelente y sobria puesta en escena de los vascos.


Y para rematar la noche, desde los confines del inframundo Chroma Nation nos lograba traer en directo a los alemanes The Ruins of Beverast, la banda unipersonal de Alexander von Meilenwald es difícil de ver directo; este hecho y Exuvia, su impactante nuevo trabajo, eran ya motivos suficientes para comprar el abono del festival sin pestañear. Su black metal atmosférico respaldado por grandes dosis de doom es una apisonadora sonora que arrastra todo a su paso, como pudimos ver en la hora de que disponían. Una hora en la que solo pudieron interpretar seis largos temas. Arrancado con el homónimo del nuevo disco, Exuvia, las previsiones de que el show sería enorme empezaron a plasmarse en directo, pues los engranajes de la banda cuajaban a la perfección, siempre optimizados por Alexander y su capacidad de superarse día tras día. Daemon con sus nueve minutos de oscuridad era el primer rescate del disco Blood Vaults – The Blazing Gospels of Heinrich Kramer ; volviendo a Exuvia con la potente Maere (On a Stillbirth’s Tomb), para luego embarcarse en un viaje al pasado con la bestial God’s Ensanguined Bestiaries de Foulest Semen of a Sheltered Elite. El cansancio empezaba a cobrarse las primeras víctimas, que tras casi cuatro horas y en una segunda jornada de pesadez y oscuridad empezaban a desconectar de un show intenso pero de complicada comunión con el público. Otro viaje al pasado, esta vez nos embarcamos en Unlock the Shrine, con el tema que abría aquel disco, Between bronze walls, dando paso al cierre de la noche, I raised this Stone as a Ghastly Memorial.


Superada con nota esta tercera edición de un festival cada vez más importante y con mayor número de adeptos. La unión de banda nacionales de contrastada calidad junto al renombre de alguna banda internacional hace del evento un punto a señalar en el calendario anual de los amantes de metal más extremo. La sala cumple sobradamente con las necesidades y las exigencias de sonido de bandas “complicadas”. Los grupos se entregan con inmensas ganas de agradar, y la organización se se supera año tras año. Enhorabuena a todos los implicados, ¡nos vemos en 2019!