Casi nueve años habían pasado desde la última vez que Metallica pisó los escenarios de Barcelona, fue en ese lejano y mítico Sonisphere celebrado en el recinto del Forum de les Cultures. Demasiado tiempo para una Barcelona metálica que siempre se ha rendido a los pies de los gigantes thrashers de Bay Area. El ambiente a una semana vista ya se respiraba ilusionado, los nervios iban aflorando a medida que el gran día se acercaba, las dos fechas previas en Madrid solo servían para alimentar la agonía de miles de fans que soñaban con el momento de enseñar el DNI en las puertas del Palau Sant Jordi para demostrar que:
¡sí, yo he pagado los p*tos «x» € que valía la entrada, ¡dejadme entrar!.
Largas colas en la Avinguda del Estadi pero con caras felices pese a la ola de frío que azotaba Catalunya entera este día de Febrero. Caras de adultos, jóvenes, niñitos que ni levantaban cuatro palmos del suelo pero con su camiseta negra al destape… esa extraña y a la vez maravillosa magia que envuelve una gran banda de rock: abuelos, padres e hijos, tres generaciones unidas por una fuerza superior.
Por Beto Lagarda.
Fotos por Javi Bono, Jeff Yeager y Jarle Hovda Moe
Kvelertak, no escondemos que es una de las bandas más queridas aquí en nuestra redacción, los noruegos actuaban como teloneros de esta fiesta del metal, sabemos qué pie calzan sobre el escenario: su energía, entrega, carisma, estilo y su comunión con el público son las principales virtudes de la desconocida banda de nombre raro que tocaba antes de Metallica. Y se notó que a casi nadie le importaba un pijo Kvelertak, pese a marcarse un concierto casi exquisito despachando sus mayores hits uno tras otro… poca gente les admiró. El sonido tampoco fue el idóneo y la bola de ruido fue demasiado bruta como para atraer a un público profano que ni quiso hacer el esfuerzo de conocerles.
Setlist
Apenbaring
Bruane Brenn
Mjod
1985
Berserkr
Evig Vandrar
Ulvetid
Blodtorst
Manelyst
Kvelertak
Las butacas se fueron llenando a medida que las 21.00h se aproximaban, el sobrio escenario central iba ampliando el diámetro con miles de fans que no sabían hacia qué extremo del cuadrilátero mirar. The Ecstasy of Gold arrancó a todo culo pegado a butaca, la espera había concluido. James, Lars, Kirk y finalmente Robert ya estaban sobre el escenario tras un pequeño retraso, los demás problemas del mundo iban a esperar al menos dos horas y algo. Con la potencia que les caracteriza y con un breve titubeo en cuanto a calidad sonora (duró tres acordes la duda) arrancó un show marcado principalmente por el imponente Hardwired…to Self-Destruct… con plena comunión Banda-Público desde los primeros acordes del tema homónimo del nuevo disco. Ritmo sin tregua y sin pausa, pero siempre con el tiempo requerido (y que agradecemos) para comunicarse e interactuar con el público.
Momentos tiernos como el “Metallica saved my life many times” que muchos podríamos subrayar de un cartel que una fan entregó a James en mitad del concierto “wow, very, very beautiful” comentó el bueno de James con su imponente voz, o también enorme el intercambio de palabras con varios niños subidos a hombros de sus padres cerca del escenario, “welcome to the Metallica family”. Los años de ausencia se notaban con las ganas y la entrega que se veía entre el público, que cantó a pleno pulmón tanto temas nuevos como sus grandes y queridos hits, sobretodo reflejado con One y Master of Puppets. Aunque el momento más intenso para el 99% de asistentes fue el combo final formado por Nothing else Matters y Enter Sandman, que cerraban un recital de esos que difícilmente puedes olvidar.
Sin entrar a escudriñar el repertorio voy a comentar que personalmente nunca he visto un setlist flojo de Metallica, quizás puedes conectar más o menos con unos u otros temas, siempre quedará la sensación de «me ha faltado Fade to Black, Unforgiven, Blackened, The four horsemen, Fuel, St. Anger, Battery…» o te quedará la sensación de que «me ha sobrado alguna del nuevo disco, o no deberían haber tocado tal o cual…», pero lo que sí está claro es que la mayoría de trabajos de los de San Francisco rebosan calidad tema tras tema, y la suerte para todo asistente es poder ver esa demostración de poder en estas dos horas y pico que dura la actuación. Con esto, digo que me siento afortunado de poder haber visto en directo hasta siete temas del genial Hardwired…to Self-Destruct, incluido Spit out the Bone, para mi el mejor tema de Metallica post Black Album. Me sieto afortunado de haber visto en directo por primera vez en mi vida la cover de Budgie Breadfan, y The Memory Remains de ese tan odiado ReLoad (curiosamente fue uno de los temas más queridos por el público, que acabó cantando a capella), también me siento afortunado de volver a ver varios de mis clásicos favoritos como For Whom the Bell Tolls, One o Master of Puppets. Al final el nivel de gozo va en relación directa a tu implicación con el show y con la banda, razón por la que yo personalmente lo disfruté de cabo a rabo.
Me es inconcebible que alguien no pueda disfrutar un concierto así, con un sonido perfecto a lo largo de los 18 temas, una potencia sonora capaz de hacer retumbar los cimientos del Palau Sant Jordi (sin exagerar, el suelo tembló y no solo un par de veces) con unos dB cercanos al umbral del dolor, un juego de luces espectacular secundado por los acertados cubos luminosos y unos paranoides mini drones leds… fuego, explosiones, sonido de ametralladoras, los curiosos pasos de Trujillo bajo en mano, las típicas vaciladas de Lars, los increíbles solos de Kirk, las molonas guitarras y la chupa con parches de James… por comentar sólo algunas cosas que adoramos de ellos y no faltan nunca en un show.
La maquinaria está engrasada, Metallica tiene cuerda para mucho tiempo (esperemos) y con cada paso que dan su mito se agiganta. Posiblemente estemos ante la banda de metal más grande de historia y privilegiados somos los que podemos asistir a estos orgásmicos encuentros musicales extrasensoriales.
Setlist
Hardwired
Atlas, Rise!
Seek & Destroy
Thorugh the Never
Welcome Home (Sanitarium)
Now that We’re Dead
Confusion
For Whom the Bell Tolls
Halo of Fire
(Anesthesia) Pulling Teeth
Breadfan (Budgie cover)
The Memory Remains
Moth into Flame
Sad but true
One
Master of Puppets
(bises):
Spit out the Bone
Nothing else Matters
Enter Sandman