Sello: Relapse Records.
Fecha de publicación: 30 de marzo de 2018.
Crítica por Manuel J. González.
Ya nos lo comentó Marky – líder absoluto de los de Seattle – en la entrevista que realizamos con él hace unos días: «nuestro nuevo disco es una colección de canciones que fueron escritas durante 8 años; aunque luego, al reconstruir la banda, tuve que reescribirlas todas». No hay duda de que la entereza y energía de Marky – junto con la mala hostia de Kurt Kilfelt – son suficientes para mantener el barco Zeke flotando. Los artífices de maravillas como “Kicked in the Teeth” [Epitaph, 1998] o “Death Alley” [Aces and Eights, 2001] están de vuelta; un hecho que, en sí mismo, ya es pura celebración. Y no existe mejor manera de celebrarlo que perpetuando una fórmula tan única como adictiva.
Blind Marky Felchtone arremete desde la inicial “All the Way” con la misma mala baba con la que registró aquellas primeras “Chiva” o “Holley 750”; velocidad, intensidad, vertiginosa energía que te conduce a ese primigenio acto que es ‘comenzar a destrozar mesas’. No hay concesiones, modas o innecesarios refritos; esto es rock and roll, desde la r hasta la l. Una fórmula musical única que te invita a la fiesta, a desconectar salvajemente, y a dar gracias por estar vivo. Si jamás escuchaste a Zeke es como si jamás hubieras escuchado a Dylan o a Black Sabbath. Zeke son obligación; en un mundo repleto de idiotas y falsa moralidad, son un bien necesario. No hay más. Si haces sonar “Working Man” y tu culo no se mueve, directamente, estás muerto. Hazte un favor y escucha “AR-15” o la incendiaria “White Wolf”.
Los estadounidenses estarán regresando al viejo continente el próximo mes de marzo, arribando a la piel de toro a finales del mes de abril. No se los pierdan. Si me preguntaran cuál podría ser la gira perfecta, seguramente diría: Zeke/Nine Pound Hammer/Reverend Horton Heat. Qué pena que los segundos ya no estén en el ruedo, y que los terceros hayan aflojado intensidades sobre el escenario. Life’s not perfect!