Hoy cumple diez años uno de los grandes puntales en la excelsa discografía de una de las bandas más importantes del metal contemporáneo. El 7 de marzo de 2008 Meshuggah dejaban caer esta colección de complejas, implacables y aterradoras canciones. ObZen (Nuclear Blast) es para muchos de sus fans el mejor disco de la banda sueca, un trabajo que supuso un nuevo escalón de creatividad y sofisticación a la vez que suponía el rescate de cierta riqueza orgánica desaparecida en sus trabajos inmediatamente anteriores. Un álbum alumbrado tras una obsesiva intención de redefinirse, en una autoproducción que supuso un control artístico enfermizo sobre el proceso de grabación y mezcla, por suerte con magistral resultado… mitad matemático mitad visceral.
Hoy queremos apuntar 10 curiosidades de este gran trabajo de calculados 52 minutos y 25 segundos.
1. Título y significado.
«Todo se trata del mal en el ser humano», dijo Tomas Haake (batería) cuando fue publicado el disco. «De ahí viene el título del álbum. En lugar de usar la palabra «obsceno», lo mezclamos con «Zen» añadiendo «Ob», que significa «anti» en latín, apuntando a que encontrar el equilibrio en el ser humano es aferrarse a lo obsceno, al horror y a la violencia. Con estas canciones, realmente queríamos retratar algunas partes inocultables de lo que somos».
2. Inseguridad.
La banda nunca ha escondido la manera rígida y obsesiva en la que gestan sus trabajos, pero con obZen Meshuggah estuvieron además plagados de dudas sobre sí mismos. «Cuanto más tiempo pasábamos trabajando en las canciones más inseguros nos volvíamos. Hicimos tantos arreglos y correcciones que llegó un punto que era difícil tener una perspectiva correcta» explica Hagström (guitarrista).«Y cuando te falta perspectiva y estás creando esta música con tantas partes es muy difícil tener confianza en lo que haces. Hubo muchas veces que escuchábamos lo que habíamos grabado y pensábamos ‘Oye, este álbum apesta’. Y luego, al día siguiente, volvíamos a escucharlo pensando que era una de las mejores cosas que habíamos hecho. Entonces empiezas a dudar, ¿cuál percepción es la correcta? Algunos días todos estaban deprimidos, especialmente Fredrik (Thordendal, guitarra principal), todos pensamos seriamente que Fredrik iba a perder la cabeza al final».
3. Tedioso trabajo de estudio.
Después de medio año de composición, Meshuggah ingresó en su estudio de Estocolmo, Fear and Loathing, en mayo de 2007, y grabó ObZen en seis meses de intenso e ininterrumpido trabajo. Haake pasó las primeras cuatro semanas haciendo los ritmos, grabando entre 20 y 30 tomas para cada sección de cada canción. Cuando terminó, pasó otro mes estudiando detenidamente las cientos de tomas y fusionando las mejores. Al mismo tiempo, Hagström y Thordendal grabaron meticulosamente sus guitarras y Dick Lövgren abordó las líneas de bajo. Los últimos tres meses en el estudio fueron invertidos en la voz de Jens Kidman. Hasta la fecha es el trabajo para el que la banda ha necesitado invertir más tiempo.
4. Problemas para de registrar las voces.
Centrados en toda la espiral instrumental, la banda olvidó enseñar a Kidman (vocalista) el trabajo realizado, sin que pudiera llegar a escuchar ninguna de las canciones antes de que entrase a grabar. En lugar de darle a su cantante las pistas básicas para que pudiera entrenar sus partes (que es cómo funcionan la mayoría de las bandas), Haake y Thordendal se sentaron con Kidman y escucharon todos los pasajes uno por uno para descubrir qué enfoque vocal funcionaría mejor para cada ritmo, Kidman tomó notas y luego entró a la cabina vocal con unos simples garabatos para guiarse. «Fue una sensación bastante incómoda hacerlo de esa manera, a menudo cambiábamos la forma en que las voces tendrían que adaptarse a los riffs», dice Kidman. «Después de un tiempo, estaba tan concentrado que perdí la noción del tiempo o lo que hice el día anterior. Cuando lo pienso ahora… ¿grabamos un álbum? No lo recuerdo con claridad».
5. Negativa temática, sana perspectiva.
El álbum tiene una temática y un sonido que representa odio y negatividad, pero la banda asegura que se hizo desde una sana perspectiva. «Es bastante gracioso en esta banda que los cuatro tenemos una visión bastante optimista sobre las cosas», dice Haake, que a pesar de todo comentaba la curiosidad de que tan solo Hagström partía del pesimismo y el mal humor (en medio de un divorcio) cuando Meshuggah comenzó a trabajar en ObZen. «Tratamos de ser muy altruistas: cuidarnos unos a otros y funcionar de la manera más sana posible. Así que el mensaje del disco era una llamada de atención: esto es lo que hay en algunos rincones del ser humano, y esto es lo que podemos ser en nuestro peor momento. Por lo tanto, se trata más bien de ser conscientes de los sentimientos negativos, estar en cautela de no vivirlos todo el tiempo».
6. Artwork.
Quizá hablamos de una de las piezas más icónicas en la imaginería de la banda. Meshuggah hizo uso de una pieza del artista Joachim Luetke. La portada presenta una fotografía de un modelo masculino en la «posición de loto zen» con la peculiaridad andrógina de que la mitad inferior de la fotografía pertenece a una modelo femenina. El personaje está cubierto de sangre como metáfora del mensaje conceptual del título del disco: que la humanidad encuentre paz mental a través de la obscenidad. Además, cada una de las tres manos manchadas de sangre se presenta en forma del número seis, que simboliza la naturaleza inherentemente malvada del hombre.
7. Un producto de inesperada dificultad.
Después del arduo trabajo en estudio, tantas correcciones y piezas de un puzzle infinito, finalmente resultó que obZen era un producto extremadamente complejo de reproducir en vivo incluso para sus creadores. «Una vez tuvimos el disco terminado me inundó un miedo terrible porque no sabía cómo demonios íbamos a lograr tocar esas canciones en vivo, era algo muy desafiante», palabras del guitarrista Mårten Hagström. «Un mes antes de que Meshuggah iniciásemos los ensayos de la gira con Ministry teníamos problemas reales para recrear estas canciones. Primero, tienes el lado físico, que es agotador, pero también tienes la memorización intensa. Era una putada… una cosa es clavar una pista en el estudio, y otra hacerlo juntos… es totalmente diferente». Haake, Hagstrom y el guitarrista Fredrik Thordendal pasaron trabajando casi cinco meses de ensayos para clavar las ráfagas de ametralladora y los pasajes más exigentes en cuanto a técnica y concentración.
8. Técnica de batería
Tras varios trabajos registrando las baterías de manera digital con un sistema único y patentado, Tomas Haake dijo basta y regresó a la batería «real» para este trabajo. Pese a que ese factor pudiese implicar un retroceso en la técnica del percusionista, obZen resultó ser la obra más altamente técnica que la banda había presentado hasta dicha fecha en cuanto a percusión, con algunas técnicas que obligaban a Haake a un gran esfuerzo de concentración y técnica, en patrones y golpeos que nunca antes había hecho. «Es una gran hazaña el cambio de enfoque hacia esta nueva manera de tocar, y me alegro de que hayamos podido clavarlo para el álbum». Y este punto nos lleva irremediablemente al siguiente.
9. Bleed.
Para muchos obZen es el disco en el que está «Bleed», posiblemente el temas más famoso de la banda. El título inicial de esta canción era «aneurisma», cuya letra describe la concepción que tiene Thomas Haake de la transfiguración de la vida a la muerte a través de la rotura de un vaso sanguíneo del cráneo. Según Haake, le llevó meses aprender a tocar «Bleed», tanto como el resto de ObZen. Este tema fue motivo de concursos y retos a través de internet para baterías de todo el mundo, que trataban de emular a Haake tocando el tema con todas sus pulsaciones sin llegar al error. En mayo de 2008, Meshuggah publicó un video musical para esta canción, escrito, dirigido y editado por Mike Pecci e Ian McFarland, que comentaron «Es genial trabajar con una banda que está dispuesta a permitir que la música y las imágenes hablen por sí mismas y que no insistan en ser el foco principal del video». Os dejamos con la pista aislada de batería de «Bleed»:
10. Acogida:
Unanimidad absoluta en la valoración de la crítica y el público. Todos los medios de prestigio elogiaron efusivamente obZen, con puntuaciones que no bajaban del sobresaliente en revistas como Decibel, Metal Hammer, Terrorizer, Revolver o Metal Hammer, quienes incluyeron el disco entre los mejores del año. En cuanto a cifras, obZen debutó en el número 59 en Estados Unidos, con ventas en la primera semana de 11,384 copias. En Suecia, el álbum entró en la lista oficial de álbumes en la posición 16, y en el Reino Unido en el número 151. En sólo 6 meses obZen había vendido más de 50,000 copias en Estados Unidos.
*Este artículo contiene extractos de entrevistas promocionales que la banda realizó en 2008 con Revolver y Nuclear Blast USA.