Zakk Wylde, criticado por unos y adorado por muchos otros, puede llegar a un punto en que acabes hastiado por sus solos si decide tener una noche “egoísta”, o puede conseguir deslumbrar de tal manera que acabes creyendo que tienes delante a un dios tocando la guitarra. Estaba claro que se avecinaba una actuación que no dejaría a nadie indiferente, y esta vez Zakk con sus Black Label Society se marcaron uno de los conciertos más completos de los últimos tiempos en Barcelona.

Crónica y fotos por Beto Lagarda.


La sala grande de Razzmatazz se vestía de gala para la llegada de uno de los guitarristas más carismáticos del mundo del metal, Zakk Wilde regresaba a Barcelona al frente de Black Label Society por tercera vez en su longeva carrera, pero tras siete largos años de ausencia.

Puntualmente entraban a escena los suecos Monolord, unicamente disponían de 30 minutos  frente a una sala Razzmatazz que lucía con medio aforo, su voluntad era la de darse a conocer y agradar. Con un estilo que va del doom al stoner, la banda apenas tuvo tiempo de presentar cuatro temas , ya que no destacan por ser cortos. La banda, que actuaba por primera vez en la ciudad, escogió Where Death Meets the Sea como tema de arranque, intentando en todo momento avivar a un público atento pero con el pensamiento puesto en BLS. También interpretaron Lord of Suffering, Rust y cerraron la noche con la genial Empress Rising. Tras los 30 minutos de rigor la banda se despedía y el público agradecía el entretenimiento con un fuerte aplauso.

Minutos más tarde se levantó una lona enorme a modo de telón con el gran logo de la banda californiana y el público enloqueció. Para amenizar la espera de media hora fueron despachando por el reproductor grandes temas de bandas  como High on Fire, Alice in Chains, Soundgarden o Down, seguramente escogidas por el rubio guitarrista atento a todos los detalles. Una vez desplomada la gran lona aparecían los cuatro músicos que empezaban Genocide Junkies aún sin tiempo de apenas verles aparecer. Con un arranque digno del caché que gozan, los seis primeros temas cayeron sin contemplaciones frente a un público ansioso; un arranque triunfal en el que destacaron Funeral Bell, Bleed for Me y Heart of Darkness. Tras la tempestad era necesario un pequeño bajón en potencia y llegó el turno de Trampled Down Below y All that once Shined de su nuevo disco Grimmest Hits, ambas sonaron algo descafeinadas tras el asombroso arranque del show, momento en que Zack aprovechó para calentar al público antes del maravilloso riff central del segundo tema en cuestión. Antes de Room of Nightmares, el propio frontman presentó a toda la banda entre largos discursos y fuertes aplausos de un público alucinado con el calibre del show que estaban presenciando.

Hubo momentos tranquilos y cálidos como en Bridge to Cross, con los apoyos de un gran piano de cola interpretado por el guitarrista acompañante… el tema incluido en 1919 Eternal brilló aún con un sonido algo bajo de piano. Sin pausa, y con Zakk abandonando su preciada guitarra para sentarse frente al piano, el público enloqueció con las primeras notas de In this River, temazo de Mafia dedicado a su gran amigo Dimebag Darrel.

Llegando al tramo final de la noche arrancó un aclamado y coreado Fire it Up, y con él uno de los momentos más impactantes del concierto, Zakk, guitarra en mano baja al centro de la sala para tocar un increíble solo rodeado de cientos de fans que ni le dejaban respirar. Concrete Jungle sonó como perfecto preludio al esperado Stillborn, en un auténtico final de traca. Un tema idóneo para cerrar una noche sencillamente perfecta.

Setlist

Genocide Junkies
Funeral Bell
Suffering Overdue
Bleed for Me
Heart of darkness
Suicide Messiah
Trampled down below
All that once shined
Room of Nightmares
Bridge to Cross
In this river
The Blessed Hellride
A Love Unreal
Fire it up
Concrete Jungle
Stillborn