-Grabación y mezcla por Souler y D. Martínez en Sacramento Labs (Sevilla).
-Masterización por Francisco Herrería en The Scope Mastering (Madrid).
-NOOIRAX PRODUCCIONES / NOIZELAND RECORDS / LA RUBIA PRODUCCIONES / SACRAMENTO RECORDS

Por Manuel J. González.


¿Qué tendrá nuestro preciado Sur que nos regala tantas gemas musicales? ¿Qué contendrá su sustrato que de él nacen las más bellas melodías? ¿Será que ese hermoso e inspirador paisaje sirve a sus moradores para crear las más diversas y provocadoras sonoridades? Más allá de posibles disertaciones, está muy claro que Andalucía es ahora cuna del arte sonoro más trascendente. Los sevillanos Mordida son claro ejemplo de ello, como lo fueron Viaje a 800 en su día, o Bourbon, The Dry Mouths y Atavismo en la actualidad. Lógicamente, hablamos de la escena underground.

Con un registro totalmente alejado del rock convencional, la banda de José Almero – vocalista – y compañía nos propone un viaje diferente; una experiencia electrónica que oscila entre una intensa oscuridad de guitarras y sincopados, frenéticos y sensuales ritmos. Cuero, cadenas, sudor, fuego, y la alargada lengua del diablo; ¿acaso “Never Come Back” no es puro e incendiario sexo? Sientes su cadencia, su adictivo envite, su penetrante sacudida, y tan solo quieres dejarte llevar. Tras un previo triple single bautizado como “End of Infinity” – con el que dibujan claras ideas de hacia dónde quieren ir – clavan su osada lengua en nuestras ardientes bocas ávidas por sentir.

Nace entonces el deseo de danzar la noche mientras la música nos salva de nuestra propia decadencia. Su fórmula post apocalíptica nos conduce a paisajes desoladores, en los que la poesía es nuestro único refugio. Abandono, lejanía, vacío; eso es precisamente “Winds of War”. ¿Cómo no evadirse mientras suena “The Choice”? Mordida toman como referencia ese necesario palpitar ochentero, aunque demuestran una fuerte personalidad conceptual. No son de fácil asimilación, pero cuándo te atrapan, lo hacen para enamorarte con su fragancia futurista. Cierra los ojos y abre tu corazón.